Traducido por Mateo
¿Creen que los rusos se están cansando del conflicto con occidente? No es cierto, según el índice de aprobación del Presidente Vladimir Putin realizado el 24 de junio que alcanzó un nivel sin precedentes del 89%. El índice de Putin subió desde el 65 por ciento en enero de 2014 hasta el 80 por ciento en el transcurso de dos meses, y desde entonces se ha mantenido en los 80, según cálculos del Centro Levada, la única organización encuestadora independiente en Rusia. Ha seguido subiendo: Durante los quince años de la presidencia de Putin jamás ha sido más alto que el 89% de junio. El índice de aprobación del 89 por ciento también es testimonio de la perspectiva casi unánime en cuanto a la actual dirección de Rusia.
El WaPo está en lo correcto: el pueblo ruso sí apoya completamente a Putin, especialmente considerando que el 11 por ciento de los encuestados, los que no están contentos con él, son la mayor parte comunistas que acusan a Putin por ser demasiado simpático con respecto a la práctica de la economía de mercado capitalista, nacionalistas quienes creen que el Kremlin es demasiado sumiso o indeciso en cuanto a su apoyo a Novorrusia y en contra de los ucronazi, y quizás el 1 a 3 por ciento (como máximo) quienes normalmente apoyan a EEUU y la UE. Así que en términos de la actual confrontación con el Imperio Anglo-Sionista el índice de aprobación de Putin en realidad estaría en la gama del 97 al 98 por ciento.
¿Qué significa esto?
1) No hay una tal política/postura de “Putin” o ni siquiera del “Kremlin” sobre la Ucrania. Hay una postura rusa sobre la Ucrania.
2) Las sanciones han tenido exactamente el efecto opuesto al deseado: en vez de desencadenar una ola de descontento en contra de Putin los rusos se han unido en torno a él.
3) El “mensaje” anglo-sionista no cuenta con nada en absoluto de tracción en Rusia. Al Occidente no le queda nada de credibilidad, ni de atractivo, ni tampoco de autoridad moral o política. La mayoría de los rusos consideran que EEUU es un enemigo peligroso que anda intentando subyugar a Rusia y que la UE es una colonia de EEUU servil y sin voz.
4) Los rusos no “parpadearán”. Como he venido repitiendo una y otra vez en este blog. Los rusos no quieren guerra, pero se encuentran listos para ella. El país está completamente movilizado, tanto psicológica como materialmente. No hay ninguna cantidad de amenazas ni sanciones que pueda cambiar esto.
5) La base de poder de Putin sigue más fuerte que nunca. No solo el pueblo ruso apoya plenamente a Putin, sino que los “liberales” y “demócratas” (en el sentido ruso de estas palabras) anti-Putin pro-EEUU andan en un desorden total y a la fuga (la mayor parte políticamente, pero a veces literalmente).
6) Es cada vez más evidente que, aunque la economía rusa ha sufrido por causa de las sanciones, y más aún por la bajada de los precios de energía, le ha ido mejor de lo provisto (incluso para los del Kremlin) y que el intencionado “aislamiento” de Rusia es un fracaso miserable.
7) Parece que la mayoría de los indicadores apuntan a la misma conclusión: El régimen ucronazi se encuentra en un punto de quiebre: han comenzado las purgas, va en aumento el número de desertores, el régimen viene tomando decisiones verdaderamente locas (Saakashvili en Odessa), Goldman Sachs pregona un default financiero oficial para el 24 de julio (en forma no oficial la Ucrania ya está en una situación de default).
En otras palabras, ya que Rusia está ahora más fuerte que en cualquier momento de este conflicto, la Ucrania está más débil que nunca.
A EEUU no le queda ningún plan factible. El Imperio no ha podido enmarañar a Rusia en una guerra con la Ucrania, y los ucranios no han podido machacar al Donbás, y por todas partes de la UE se muestran grietas políticas. Y mientras que el pueblo ruso se ha enojado por todo el belicismo a lo largo de la frontera rusa, esto no ha podido impresionarlo, muchos menos, aterrorizarlo de ningún modo. Parece que Putin tiene cogido a Obama por los cojones.
Entonces, ¿qué sigue?
Pues, por un lado ahora eso depende de EEUU. Rusia puede mantener esta postura por cuanto tiempo sea necesario. En contraste, la UE viene sufriendo económicamente, y aun más políticamente. Si se levanta el pueblo griego en contra de la plutocracia y rechaza su ultimátum, la subsecuente crisis política hará aun más débil a la UE. Ni Moldavia ni Rumania han mostrado ninguna indicación de que estén dispuestos a confrontar a Rusia a causa de Transnistria, y eso también es una buena noticia. Tengo sospechas de que Rusia transmitió abiertamente advertencias a Occidente en lo que a esto se refiere (incluso un recuerdo de lo que ocurrió la última vez que fueron atacadas las fuerzas de paz de Rusia). En tanto EEUU se aferra a una política fracasada, de ahí que empeorarán las tensiones dentro de la UE.
El Minsk-2 está muerto y salta a la vista que los ucronazis obviamente han tirado la toalla en cuanto al Donbás: siguen bombardeando diariamente, han cortado sus líneas de suministro (incluso de agua y medicamentos), no han reiniciado el pago de pensiones (una clara violación de los términos del A2M) y su retórica política sigue más hostil y belicosa que nunca.
Aún así, no es posible que los élites occidentales puedan aceptar eso. Han invertido todos su capital y credibilidad en una política completamente fracasada, y admitirlo ahora conllevaría una pérdida de prestigio mortal. Así que, igual que la junta ucronazi en Kiev, supongo que los líderes occidentales vayan a ladrar pero no morder, no sea que el oso ruso devuelva el ataque.
The Saker
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