Fuente: http://thesaker.is/the-battles-of-and-for-idlib/
Por Ghassan Kadi
Si efectivamente hubo alguna vez un levantamiento civil en Siria, habría tenido que ser, por mucho, en Idlib.
Idlib es una región empobrecida de Siria. Se encuentra ubicada en el noroeste, cercano al bastión costero del Ejército Sirio de Latakia, y al sur de Alepo; la segunda ciudad más grande de Siria y centro económico. Siendo predominantemente Sunita y pobre, la combinación hace que sea un lucrativo lugar de reclutamiento para los diversos grupos Takfiris.
El proceso de radicalización de jóvenes ha tenido a Idblih como su base por un largo tiempo, décadas, y mucho antes de iniciada la llamada Revolución Siria, la Guerra Civil y la Primavera Árabe. Después de los acontecimientos de Hama de 1982, el Gobierno sirio no quiso, o de hecho no pudo, detener la radicalización sin cruzar esa delgada línea entre radicalismo e Islam. El gobierno no quería ser visto como que estaba interponiéndose en la enseñanza de la religión en beneficio de esta y los Imames extremistas, así como sus patrocinadores, aprovecharon la oportunidad de usar el velo de la enseñanza religiosa con el fin de esparcir el radicalismo.
Esta situación no fue exclusiva de Idlib. De hecho, es similar a la posición de los gobiernos occidentales que no pueden tocar las mezquitas sin evidencia indiscutible de que allí se está llevando a cabo entrenamiento militar. Incluso entonces, tendrán que tener mucho cuidado a fin de no ofender a todos los musulmanes.
En Siria, todas las zonas sunitas pobres tenían escuelas religiosas, y donde no existían esas escuelas, siempre había las mezquitas y sus “maestros”. En Idlib sin embargo, la demografía religiosa determinaba que, en ausencia de otros grupos y movimientos religiosos, el dominio del radicalismo era inevitable.
Ciertamente, los fondos vinieron del Golfo, y especialmente de Arabia Saudita.
La enseñanza Baathista y los temas del currículo escolar tales como el Nacionalismo Arabe, enseñado a los niños en la escuela primaria, no fueron suficientemente fuertes como para oponerse al tsunami del radicalismo, ni el gobierno intento parecer hacerlo; todo por el miedo a ser visto como anti-religioso, y anti-sunita en particular.
La familia Assad es Alawita, pero los Assad no tienen nada de sectarismo en sus corazones. Esto no impidió a sus enemigos retratarlos como enemigos de los Sunitas. Los Assad, padre e hijo, tenían que tener gran precaución; especialmente después de los eventos de Hama en 1982, que fueron usados por los fundamentalistas para presentarlos como una condena para la familia Assad y un impulso para el reclutamiento Jihadista.
En realidad, Hafez Assad no adoptó del todo una línea dura, ni durante el conflicto ni después. Fue su hermano Rifaat quien cometió la mayoría de los actos de fuerza y brutalidad, incluyendo la masacre de la prisión de Tadmur en la cual quinientos reclusos fueron asesinados por disparos en sus celdas presuntamente por el propio Rifaat.
Después de los acontecimientos de Hama, el Gobierno sirio trató de reprimir el militarismo fundamentalista, pero no quiso ser visto como que estaba entrometiéndose en el trabajo y enseñanza de las escuelas religiosas y las mezquitas.
Ahora, cuatro años y medio inmersa en la guerra, los ataques aéreos rusos y la movilización del Ejército Sirio está poniendo los ojos con especial interés en Idlib.
Es evidente que, a pesar de que los ataques aéreos rusos están golpeando objetivos del ISIS por toda Siria, la estrategia militar es limpiar las regiones occidentales con el fin de no dejar espacios desde los que el Ejército Sirio pueda ser apuñalado por la espalda. Para este efecto, el pez más grande por freír es Alepo. La clave de Alepo sin embargo es Idlib, ya que es el corazón de la oposición siria; si efectivamente existe tal cosa.
Solo en un puñado de ciudades y pueblos sirios es donde los combatientes islamistas obtendrían apoyo popular y protección de los ciudadanos sirios, e Idlib es el primero de esa lista. Conquista Idlib, y habrás conquistado el corazón del fundamentalismo en Siria.
Con el apoyo aéreo que está recibiendo de los rusos, el Ejército Sirio se está moviendo en muchos frentes en la región limitada entre Homs y Aleppo, y Idlib esta justo en el centro de ella.
Los eventos en el terreno se están moviendo muy rápido, y con la caída de posiciones estratégicas y pueblos a manos del Ejército Sirio y sus aliados es bastante difícil seguirle el paso. La caída de Idlib se ha vuelto inevitable, y una vez terminado con Idlib y la vecina Jisr Al-Shougour, la caída, o más bien la liberación, de Alepo puede convertirse en un paseo por el parque.
Estratégicamente hablando, la batalla militar de Idlib tiene ya un resultado predecible, y es cuestión de tiempo para que los terroristas rebeldes pierdan, escapen, o se rindan.
Lo que es más pertinente sin embargo, es cómo ganar la batalla por el corazón y la mente de Idlib.
ISIS no puede ser derrotado únicamente por medios militares. La acción militar puede aplastar su infraestructura, paralizar su base de financiación, diezmar su ejército, pero no derrotará su ideología.
Aquellos que solo ven al ISIS como creación de EU y concluyen que Estados Unidos es la raíz del problema están equivocados.
La raíz del problema es una arcaica tergiversación del Corán que ha existido por siglos; una interpretación que está basada en la conquista y la coerción.
A menos que aquellas mal interpretaciones sean abordadas y desmentidas por los clérigos y líderes Musulmanes, y a menos que tales tergiversaciones dejen de tener popularidad, eventualmente resurgirán cuando las condiciones sean favorables.
El mundo debería combinar esfuerzos para no permitir el resurgimiento del ISIS, y estos esfuerzos no deberían hacerse solo en Siria, sino tristemente en cualquier lugar donde haya centros para la enseñanza Islámica y mesquitas; incluyendo aquellas con base en Occidente.
Sin embargo, la verdad del asunto es que el síndrome del ISIS no se restringe a la organización que tiene ese nombre. Es la falla acumulada de la humanidad, que ha enfrentado religión contra religión, secta contra secta, raza contra raza, nación contra nación y hermano contra hermano.
ISIS podría haber tomado una forma muy dura y brutal, pero la semilla de la mentalidad del ISIS está incrustada en todas partes, en todas las religiones, sectas y naciones. Cuando está cubierta bajo la apariencia de civismo y de derechos humanos y enmascarada por rostros limpios y afeitados, trajes y corbatas con sonrisas radiantes, no es menos peligrosa y devastadora
Así que los líderes mundiales, incluso aquellos con las mejores intenciones, antes de apuntar y considerar al ISIS como la única fuente del mal y decidir erradicarlo, las personas de forma individual y como grupos de diferentes orientaciones, deberían indagar y abordar honestamente que creencias, pensamientos y motivos son los que albergan.
La batalla por los corazones y las mentes de Idlib es un micocosmos de la batalla por la humanidad. La conquista militar es la parte fácil.
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