El FMI perdona la deuda ucraniana con Rusia

por Michael Hudson especialmente para el blog del Saker

El 8 de diciembre el portavoz jefe del FMI Gerry Rice envió una nota declarando:

“El Comité Ejecutivo del FMI se reunió hoy y acordó cambiar la actual política de no tolerancia de impago a acreedores oficiales. Suministraremos detalles sobre el alcance y las razones para el cambio de esta política en los próximos días.”

Desde 1947, cuando realmente comenzó a operar, el Banco Mundial ha actuado como una rama del Departamento de Defensa de Estados Unidos, desde su primer presidente John J. McCloy pasando por Robert McNamara hasta Robert Zoellick y el neoconservador Paul Wolfowitz. Desde el principio, ha promovido las exportaciones de Estados Unidos – especialmente exportaciones agrícolas – dirigiendo a países del Tercer Mundo a producir plantaciones en lugar de alimentar a sus propias poblaciones. (Estos están para importar grano estadounidense.) Pero se ha visto obligado a tapar su promoción a las exportaciones estadounidenses y su apoyo a la zona del dólar con una retórica ostensiblemente internacionalista, como si lo que es bueno para Estados Unidos es bueno para el mundo.

Ahora el FMI ha sido atraído a la órbita de la Guerra Fría de Estados Unidos. El martes tomó una decisión radical para desmantelar la condición que había integrado el sistema financiero mundial durante el último medio siglo. En el pasado, ha sido capaz de tomar la iniciativa en la organización de paquetes de rescate para los gobiernos consiguiendo que participaran otras naciones acreedoras – encabezadas por los Estados Unidos, Alemania y Japón. El apalancamiento crediticio que el FMI ha utilizado es que si una nación está en mora financiera con cualquier gobierno, no puede calificar para un préstamo del FMI – y por lo tanto, para paquetes que involucren a otros gobiernos.

Este ha sido el sistema por el cual el sistema financiero mundial dolarizado ha trabajado durante medio siglo. Los beneficiarios han sido los acreedores en dólares estadounidenses.

Pero el martes, el FMI se unió a la Nueva Guerra Fría. Este ha estado prestando dinero a Ucrania a pesar de las reglas del Fondo de bloquear préstamos a los países sin posibilidad evidente de pagar (la regla de “No Más Argentinas” de 2001). Con el último préstamo del FMI a Ucrania hecho en primavera la presidenta del FMI Christine Lagarde expresó la esperanza de que habría paz. Pero el presidente Porochenko de inmediato anunció que iba a utilizar los recursos para intensificar la guerra civil de su país con la población de habla rusa en el este – el Donbás.

Esa es la región donde se han realizado la mayoría de las exportaciones del FMI – principalmente a Rusia. Este mercado se ha perdido en el futuro cercano. Puede ser un largo periodo, ya que el país es gobernado por la junta militar respaldada por Estados Unidos puesta a cargo tras el golpe de derecha de invierno de 2014. Ucrania se ha negado a pagar no sólo a los tenedores de bonos del sector privado, sino también al Gobierno ruso.

Esto debería haber bloqueado a Ucrania de recibir más ayuda del FMI. La negativa a pagar por la beligerancia militar ucraniana en su Nueva Guerra Fría contra Rusia habría sido un paso importante para obligar a la paz, y a forzar también una limpieza a la corrupción endémica del país.

En su lugar, el FMI está respaldando la política ucraniana, su cleptocracia y al Sector Derecho quien lideró los ataques que recientemente cortaron la electricidad a Crimea. La única condición en la que insiste el FMI es en continuar con las medidas de austeridad. La moneda de Ucrania, la hryvnia, ha caído en un tercio este año, las pensiones se han reducido (en gran parte como resultado de la inflación), mientras que la corrupción no ha disminuido.

A pesar de esto, el FMI anunció su intención de ampliar los nuevos préstamos para financiar la dependencia de Ucrania y los pagos a los oligarcas que están en control de su parlamento y el departamento de justicia para bloquear cualquier limpieza real de la corrupción.

Durante más de medio año hubo una discusión semi-pública con los asesores del Tesoro estadounidense y partidarios de la Guerra Fría sobre cómo quitarle a Rusia los $ 3 mil millones adeudados por Ucrania al Fondo Soberano de Rusia. Se habló de declararla una “deuda odiosa”, pero se decidió que esta maniobra podría ser contraproducente contra la dictaduras apoyadas por Estados Unidos.

Al final, el FMI simplemente le prestó el dinero a Ucrania.

Al hacerlo, anunció su nueva política: “Nosotros sólo hacemos respetar las deudas en dólares estadounidenses a los aliados de Estados Unidos.” Esto significa que lo que se cocinaba como una Guerra Fría contra Rusia se ha convertido ahora en una división en toda regla del mundo en el Bloque del Dolar (con su satélite el Euro y otras monedas pro-estadounidenses) y los BRICS y otros países que no están en la órbita financiera y militar de Estados Unidos.

¿Qué debería hacer Rusia? ¿En cuanto a los demás, que debería hacer China y los otros países BRICS? El FMI y los neocon estadounidenses han enviado un mensaje al mundo: no tienen que honrar sus deudas a países fuera de la zona del dolar y sus satélites.

Por qué deberían entonces esos países no dolarizados permanecer en el FMI – o el Banco Munidal, para esto. La movida del FMI divide efectivamente el sistema global a la mitad, entre los BRICS y el sistema financiero neoliberalizado estadounidense-europeo.

¿Debería Rusia retirarse del FMI? ¿Deberían hacerlo otros países?

La respuesta equivalente sería que el nuevo Banco Asiático de Desarrollo anuncie que los países que se incorporaron a la zona del rublo-yuan no tengan que pagar la deuda denominada en dólares estadounidenses o euros. A esto es a donde está llevando implícitamente la ruptura del FMI.

Traducción: Sergio Hernández

 

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