Foto: Oct. 2007: histórico encuentro entre Roh Moo-hyun y Kim Jong-il
Tomado de: http://www.leonardodelgrosso.blogspot.ch/2014/04/operaciones-de-bandera-falsa_9323.html
Lo que sigue es la continuidad de la 1ra. parte de la investigación sobre el “caso Cheonan”, referido a las Operaciones de bandera falsa. Fue publicada el 25 de marzo de 2013 en Periodismo Internacional Alternativo.
Lo oportuno del hundimiento del Cheonan, el 26 de marzo de 2010
Debiendo descartarse la hipótesis de la responsabilidad norcoreana en el hundimiento, la responsabilidad pasa a ser de la parte de Corea del Sur, Estados Unidos y sus aliados. Es aquí donde queda en evidencia que el hundimiento del Cheonan fue un hecho sumamente oportuno para las maniobras políticas de los Estados Unidos y de las fuerzas políticas coreanas y japonesas afines a la estrategia norteamericana.
EL 1º de febrero de 2010 la RPDC, a través del diario oficial Rodong Simun, llamó a la firma de un tratado de paz en el más corto plazo. “El medio más realista de prevenir otra guerra en la península de Corea es reemplazar en el más breve plazo el acuerdo de armisticio, que ya expiró, por un tratado de paz con vistas a establecer un régimen que permita mantener una paz duradera en la península,”, indicó Rodong Simun. “Estados Unidos no tiene excusa alguna -expresaba Rodong Simun- para no acoger la proposición de la RPDC de concluir un tratado de paz. Si Estados Unidos quiere resolver la cuestión de la península de Corea, la conclusión de un tratado de paz no será un problema y el proceso de desnuclearización de la península coreana avanzará rápidamente”.
En Japón, en las elecciones de agosto de 2009, se interrumpían 55 años de gobierno prácticamente ininterrumpido del Partido Liberal Democrático, de centro-derecha, partido francamente afín a los Estados Unidos. El joven Partido Democrático de Japón, de centro-izquierda, ganó abrumadoramente y una de las consignas para la victoria, entre otras tantas de su programa progresista, fue la promesa de que se reformularían las relaciones con los Estados Unidos.
Así lo describe el periodista Carlos Sardiña, en Periodismo Humano: “El principal objetivo del Gobierno de Hatoyama con respecto a Estados Unidos era disminuir la cooperación militar entre ambos países. En enero puso fin a la operación de apoyo logístico a Estados Unidos y sus aliados en la guerra de Afganistán que la marina japonesa llevaba realizando desde hacía ocho años. A cambio, Hatoyama se comprometió a destinar cinco mil millones de dólares de ayuda para la reconstrucción civil de Afganistán. Además, el Gobierno japonés reconoció por primera vez en marzo la existencia de los acuerdos secretos firmados en los años sesenta por los que Japón permitía a Estados Unidos introducir armamento nuclear en el país, unos acuerdos ilegales que los gobiernos del único país del mundo que ha sufrido un bombardeo nuclear habían negado sistemáticamente hasta el momento. Aquella revelación era una clara declaración de intenciones muy clara: empezaba una nueva era en las relaciones entre ambos países”.
Pero el 2 de julio de 2010, el primer ministro, del Partido Democrático, Yukio Hatoyama (que había asumido el 16 de septiembre de 2009), renunció al cargo de primer ministro a causa de su marcada impopularidad, originada fundamentalmente en la traición a la promesa de cerrar la base yanqui de Funtenma, en Okinawa. Así lo explica Sardiña: “tras varios meses de fuertes presiones diplomáticas e incluso amenazas por parte de la administración Obama, el primer ministro Hatoyama se vio obligado a aceptar el ‘acuerdo internacional de Guam’ y la construcción de la base en Henoko (también en la Prefectura de Okinawa, y que reemplazará la base de Funtenma), tras lo cual dimitió de su cargo”.
A su renuncia asume el en ese entonces ministro de economía, Naoto Kan, también del Partido Democrático, el que congeló el programa enarbolado por Hatoyama y retomó las relaciones de estrecha colaboración militar con los EE.UU. y el rearme de las Fuerzas Armadas de Japón.
En Corea del Sur se realizaron elecciones regionales el 02 de junio de 2010, las primeras elecciones que se celebraron simultáneamente en todo el país desde que el conservador Lee Myung-bak asumió la Presidencia, en febrero de 2008. En esas elecciones el resultado favoreció a la oposición, aunque no de manera aplastante.
Lo que se ve claramente es que el momento del hundimiento de la Corbeta Cheonan es sumamente oportuno ya que ese hecho es el eje fáctico en la campaña de acción psicológica que persigue la escalada belicista, el hecho central en la maniobra imperialista apunta a romper la tendencia hacia la paz en esa zona de Asia.
El hundimiento del Cheonan se encuentra cronológicamente ubicado poco después de la propuesta de Acuerdo de Paz de Corea del Norte y antes de dos elecciones, una en Corea del Sur (regionales), y otro en Japón (de la Cámara Alta).
En Corea del Sur el impacto de la campaña de acción psicológica parece no haber sido muy provechoso para sus impulsores, ya que salió perdidoso el partido del derechista presidente Lee Myung-bak, que propone mano dura contra Norcorea.
En Japón, en cambio, la maniobra da sus resultados ya que recrudece la presión sobre Yukio Hatoyama, que renuncia el 2 de julio de 2010, pocos días antes del 11 de julio de 2010, cuando se realizaron las elecciones para la Cámara de Consejeros (Cámara Alta), donde el derechista Partido Liberal Democrático recuperó la mayoría que había perdido en 2007 en manos del Partido Democrático de Hatoyama y Kan (Naoto Kan debió renunciar meses después del tsunami del 11 de marzo de 2011, por los desastres nucleares que desencadenó el tsunami y las desastrosas reacciones del gobierno ante ellos).
Las hipótesis de lo que sucedió
El GICM armado por Corea del Sur, Estados Unidos y demás amigos de la OTAN, demostró justamente lo contrario de lo que deseaba: que la primera hipótesis que debe descartarse es la del torpedo norcoreano.
¿Cuáles serían entonces las otras hipótesis?
“Fuego amigo”: el hundimiento del Cheonan habría ocurrido por un episodio de fuego amigo entre yanquis y surcoreanos, en el marco de una confusión entre las dos fuerzas. Aún no está confirmado ni demostrado el hundimiento del submarino nuclear, pero los sucesos en torno de la boya 3 alimentan esta posibilidad.
“Explosión de una magnética colocada por los SEALS yanquis”: el Salvor, un barco civil de salvamento de la Armada yanqui que participó en actividades de colocación de minas por los marines tailandeses en el Golfo de Tailandia en 2006, estuvo presente cerca del momento de la explosión, con un complemento de 12 buzos de aguas profundas, uno de cuyos buzos pudo haber colocado clandestinamente un explosivo en el casco del Cheonan.
“Explosión de una mina”: el Cheonan navegaba en una zona que no había sido totalmente desminada, y una de las minas explotó, dañándolo fatalmente.
“Encallamiento”: el Cheonan navegaba en una zona de baja profundidad y fondo irregular, por lo que puedo haber encallado y se dañó seriamente.
Diferentes investigadores sostienen estas diferentes hipótesis. Lo que une a todas las hipótesis con la sospecha de que el hundimiento del Cheonan no fue un acto sin intención es el momento en que ocurrió ese hecho, crítico desde el punto de vista de la estrategia de la tensión que impulsa el aparato militar-industrial yanqui y de la estrategia militar estadounidense de dominio del Pacífico y de contención de China. Es muy difícil creer que si fue un accidente, haya ocurrido de manera tan oportuna a los fines imperialistas.
Hoy, a poco de cumplirse 3 años de aquel hecho, el sucesor del derechista Gran Partido Nacional, el Partido Saenuri, ganó las últimas elecciones presidenciales en Corea del Sur (realizadas el 19 de diciembre de 2012) y Park Geun-hye, hija del difunto dictador Park Chung-hee, fue ungida presidenta. En Japón, el derechista Partido Liberal Democrático ganó las últimas elecciones generales (realizadas el 26 de diciembre de 2012) y Shinzo Abe, abiertamente pro-yanqui, es el primer ministro.
Estados Unidos ha revertido la tendencia hacia la paz en el Pacífico y ha logrado mantener sus posiciones militares históricas en la periferia de China y Rusia. El plan militarista de Estados Unidos y la OTAN sigue ejecutándose en todo el mundo. Las tambores de la guerra resuenan hoy en la península coreana bajo el impulso del capitalismo occidental. Y las operaciones encubiertas de bandera falsa seguirán ejecutándose en todo suelo en donde tengan presencia los heraldos de la muerte, sea en la Bahía de La Habana o en el Golfo de Tonkín, sea en El Líbano o en el Mar Amarillo, sea en Buenos Aires o en Bagdad. Y también estarán los tontos que, aún ante esta realidad, preferirán creer la sucia propaganda de la OTAN, enemigo histórico de nuestra Argentina y de todos los pueblos del mundo, en vez de pensar con dignidad y justicia.
Leonardo Del Grosso
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