Desmontando clichés populares sobre la guerra moderna
por The Saker, en http://www.unz.com/tsaker/debunking-popular-cliches-about-modern-warfare/. Traducción de Leonardo Del Grosso (@LeonardoDGrosso)
“¿Cómo sería una guerra entre los EEUU y Rusia?”
Esta debe ser la pregunta que me hacen con más frecuencia. Esta es también la pregunta sobre la que escucho las respuestas más extravagantes y mal informadas al respecto. He abordado esta cuestión en el pasado y los interesados en este tema pueden consultar los siguientes artículos:
Recordando las lecciones importantes de la Guerra Fría
Dándole un significado al martillo de miles de millones de dólares de Obama
¿Por qué el equilibrio nuclear entre Estados Unidos y Rusia es tan sólido como siempre?
Breve recordatorio sobre las armas nucleares de Estados Unidos y Rusia
Balance militar convencional entre Estados Unidos y Rusia
No tendría sentido que repita todo eso aquí, así que voy a tratar de abordar el tema desde un ángulo un poco diferente, aunque recomendaría encarecidamente que las personas interesadas se tomaran el tiempo de leer estos artículos que, aunque en su mayoría fueron escritos en 2014 y 2015, siguen siendo básicamente válidos, especialmente en la metodología utilizada para abordar esta cuestión. Todo lo que propongo hacer hoy es para desmontar algunos clichés populares sobre la guerra moderna en general. Mi esperanza es que al desenmascararlos les ofreceré algunas herramientas para atravesar el absurdo que los medios corporativos aman presentarnos como “análisis”.
Cliché nº 1: el ejército de Estados Unidos tiene una enorme ventaja convencional sobre Rusia.
Todo depende de lo que entendemos por “ventaja”. Las fuerzas armadas de los Estados Unidos son mucho más grandes que las rusas, eso es cierto. Pero, a diferencia de las rusas, las estadounidenses están repartidas por todo el planeta. En la guerra lo que importa no es el tamaño de su ejército, sino cuánto de él está realmente disponible para el combate en el teatro de operaciones militares TMO (zona de conflicto). Por ejemplo, si en cualquier TMO dado sólo dispone de 2 aeropuertos, cada uno capaz de sostener las operaciones aéreas de, por ejemplo, 100 aviones, no le representará ningún beneficio tener 1.000 aviones disponibles. Puede ser que haya oído la sentencia “los civiles se centran en la potencia de fuego, los soldados en la logística”. Esto es verdad. Las fuerzas militares modernas son extremadamente “soporte intensivas”, lo que significa que por un tanque, aeronave o pieza de artillería Ud. necesita una línea de apoyo enorme y sofisticada para hacer posible que el tanque, aeronave o pieza de artillería operen de manera normal. En pocas palabras: si el tanque se queda sin combustible o piezas de repuesto, no anda. Por lo tanto, no tiene ningún sentido decir, por ejemplo, que los EE.UU. tienen 13.000 aviones y Rusia sólo 3.000. Esto bien podría ser cierto, pero al mismo tiempo es irrelevante. Lo que importa es sólo cuántos aviones de los EEUU y la OTAN podrían estar listos para participar en el momento de la iniciación de las operaciones de combate y cuál sería su misión. Los israelíes tienen una larga historia de destrucción de las fuerzas aéreas árabes en tierra, en lugar de en el aire, en los ataques por sorpresa, que son la mejor manera de negar una ventaja numérica de un adversario. La realidad es que los EEUU necesitarían muchos meses para ensamblar en Europa Occidental una fuerza que incluso tendría una posibilidad marginal de copar al ejército ruso. Y la realidad también es que nada podría obligar a los rusos a sentarse y observar mientras tal fuerza está siendo ensamblada (el mayor error que Saddam Hussein cometió).
Cliché nº 2: un atacante necesita 3:1 o incluso 4:1 de ventaja sobre el defensor.
Bueno, esta es una “verdad más o menos”, especialmente a nivel táctico. Hay algo que frecuentemente es usado como regla a primera vista, como regla general, que es que estar en la defensa otorga una ventaja de 3 a 1, significando que si Ud. tiene 1 batallón en la defensa tendría que tener aproximadamente 3 batallones en el ataque para tener posibilidades de una victoria. Pero cuando miramos a un nivel operacional o, incluso más, a un nivel estratégico, esta regla es completamente falsa. ¿Por qué? Porque el lado defensor tiene una gran desventaja: es siempre el atacante quién decide cuándo atacar, dónde y cómo. Para aquellos interesados en este aspecto les recomiendo el libro “Ataque sorpresa: lecciones para la Planificación de Defensa”, de Richard Betts que, aunque relativamente antiguo (1982) y muy centrado en la Guerra Fría, ofrece una muy interesante y completa discusión de las ventajas y riesgos de un ataque sorpresa. Es éste un fascinante tema que no puedo discutir en detalle aquí, pero sólo digamos que el lanzamiento exitoso de un ataque por sorpresa niega casi totalmente la ventaja de los ratios de fuerzas teóricos para el defensor. Déjeme darle un ejemplo sencillo: imagine una línea de 50 km en la que cada 5 km se defienden en ambos lados por una sola división. Así que cada lado tiene 10 divisiones, cada una responsable de la defensa de 5 km de frente. ¿Verdad? ¿De acuerdo con la regla 3:1, la cara A necesita 30 divisiones para superar las 10 divisiones en la defensa? ¿Cierto? ¡Incorrecto! Lo que un lado puede hacer es concentrar 5 de sus divisiones en un frente de 10 km. de ancho y poner las otras cinco en la defensa. En ese frente de 10 km. de ancho el lado atacante ahora tiene 5 divisiones para ataque contra 2 en la defensa, mientras que en el resto del frente el lado A tiene 5 divisiones que defienden contra 8 (potencialmente) atacantes. Tenga en cuenta que ahora el lado B no tiene una relación 3: 1 de ventaja para superar las defensas del lado A (la ratio actual es ahora 8:5). En realidad lo que B va a hacer es precipitar más divisiones para defender el estrecho sector de 10 kilómetros pero que, a su vez, significa que B tiene ahora menos divisiones en la defensa de todo el frente. A partir de aquí se pueden hacer muchas suposiciones: el lado B puede contraatacar en lugar de defender, lado B puede defender en profundidad (en varios “escalones”, 2 o incluso 3), el lado A también podría empezar por falsificar un ataque a un sector del frente y luego atacar en otro lugar, o el lado A puede enviar, por decir, un batallón reforzado a moverse realmente rápido y crear profundo caos en las defensas de B. Mi punto aquí es simplemente que esta regla 3:1 es puramente una regla a golpe de vista táctica y que en la guerra real los ratios de fuerzas teóricos (normas) requieren cálculos mucho más avanzados, incluyendo las consecuencias de un ataque por sorpresa.
Cliché n° 3: la alta tecnología se gana el día
Esta es una afirmación fantásticamente falsa y, sin embargo, este mito es el dogma sagrado entre los civiles, especialmente en los EEUU. En el mundo real, los sistemas de armas de alta tecnología, al mismo tiempo que son muy valorables, vienen con una larga lista de problemas, el primero de los cuales es simplemente el costo.
[Recuadro: cuando estaba estudiando estrategia militar a finales de los ‘90 uno de nuestros maestros (de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos) nos presentó un gráfico que muestra el incremento del costo de un sólo avión de combate de los EEUU desde la década de 1950 hasta la de 1990. A continuación, él proyectó esta tendencia hacia el futuro y bromeando concluyó en que aproximadamente en 2020 (IIRC: “If I Remember Correctly”. Si yo recuerdo correctamente. Nota del Traductor) los EEUU sólo tendrían el dinero para pagar un sólo y muy, muy caro, caza. Esta era una broma, por supuesto, pero encerraba una lección muy seria: los costos de las pistas de aterrizaje pueden resultar en sistemas de armas increíblemente caros que sólo se pueden producir en muy pocos ejemplares y que es muy arriesgado hacer participar.].
La tecnología es también típicamente frágil y requiere de una muy compleja red de apoyo, mantenimiento y reparación. No tiene sentido tener el mejor tanque en el planeta si se pasa la mayor parte de su tiempo en las reparaciones importantes.
Además, uno de los problemas de un sofisticado equipo de alta tecnología es que su complejidad hace que sea posible atacar de muchas maneras diferentes. Tomemos, por ejemplo, un drone militar. Puede ser derrotado por:
1- disparos que lo derriben (defensa activa)
2- cegamiento u otra manera de inhabilitación de sus sensores (defensa activa)
3- interferencia de sus comunicaciones con el operador (defensa activa)
4- interferencia o incapacitación de su sistema de navegación (defensa activa)
5- camuflaje / engaño (defensa pasiva)
6- dotándolo con falsos blancos (defensa pasiva)
7- la protección de los objetivos, por ejemplo, enterrándolos (defensa pasiva)
8- restantes, móviles y/o descentralizados y/o redundantes (defensa pasiva)
Hay muchas más medidas posibles, todo depende de la amenaza real. La clave aquí es, de nuevo, el costo y practicidad: ¿cuánto es el costo de desarrollar, construir e implementar un sistema de armas avanzadas, frente al costo de una (o varias) contramedidas?
Por último, la Historia ha demostrado una y otra vez que la fuerza de voluntad es mucho más importante que la tecnología. Basta con mirar la derrota absolutamente humillante y total de las Fuerzas de alta tecnología de miles de millones de Defensa de Israel por Hezbolá en 2006. Los israelíes utilizaron toda su fuerza aérea, una buena parte de su marina, su muy grande artillería, sus más nuevos tanques y fueron derrotados, terriblemente derrotados, probablemente por alrededor de menos de 2.000 combatientes de Hezbolá, e incluso aquellos que no eran los que el mejor Hezbolá tenía (Hezbolá mantuvo a los mejores al norte del río Litani). Del mismo modo, la campaña aérea de la OTAN contra el Cuerpo del Ejército Serbio en Kosovo pasará a la Historia como una de las peores derrotas de una gran alianza militar respaldada por las armas de alta tecnología por un pequeño país equipado con sistemas de armas claramente obsoletos.
[Recuadro: en estos dos guerras lo que realmente “salvó el día” para los AngloZionists fue una máquina de propaganda verdaderamente de clase mundial que ocultaba con éxito la magnitud de la derrota de las fuerzas AngloZionist. Pero la información está ahí afuera, y tú puedes examinarla por tí mismo].
Cliché nº 4: grandes presupuestos militares se ganan el día
Esto también es un mito que es especialmente apreciado en los EEUU. ¿Cuántas veces has escuchado algo así como “el B-2 de mil millones de dólares” o el “portaaviones clase Nimitz de 6 mil millones de dólares”? La suposición aquí es que si el B-2 o el Nimitz cuestan mucho dinero es que deben ser verdaderamente formidables. ¿Pero lo son?
Tome el trescientos millones de dólares sobre dólares F-22A “Raptor” y luego busque la subsección “despliegue” en el artículo de Wikipedia sobre el F-22A. ¿Qué tenemos? Intercepta algunos bombarderos rusos Tu-95 (fecha de introducción: 1956) e intercepción de un F-4 Phantom (fecha de introducción: 1960) iraní. Eso, unos pocos bombardeos en Siria y un variado surtido de despliegues en el extranjero por razones de relaciones públicas. ¡Eso es! En el papel el F-22A es un avión impresionante y, en muchos sentidos verdaderamente lo es, pero la realidad de la vida real es que el F-22A fue utilizado solamente en misiones en las cuales un F-16, F-15 y F-18 podrían haberlo hecho más barato e incluso hecho mejor (el F-22A es un bombardero de mierda, aunque sólo sea porque nunca fue diseñado para ser uno).
Ya escucho el argumento contrario: el F-22A fue diseñado para una guerra contra la URSS y si tal guerra hubiera ocurrido habría tenido una perfomance excelente. Sí, tal vez, excepto que menos de 200 fueron construidos en total. Excepto que con el fin de mantener una baja sección transversal de radar el F-22 tiene una pequeña bahía de armas. Excepto que los soviéticos desplegaron sistemas infrarrojos de búsqueda y seguimiento en todos sus Mig-29 (un caza de muy no-alta-tecnología) y sus Su-27. Excepto que los soviéticos ya habían comenzado a desarrollar radares “anti-stealth” y que hoy en día el F-22A es básicamente inútil contra los radares rusos modernos. Nada de eso niega que en términos de tecnología el F-22A es un excelente logro y un muy impresionante caza de superioridad aérea. Pero habría sido uno que no habría hecho una significativa diferencia en una verdadera guerra entre EEUU y la Unión Soviética.
Cliché nº 5: grandes alianzas militares ayudan a ganar las guerras
Un mito más sobre las guerras que se apreciaba en Occidente: alianzas ganan guerras. El ejemplo típico es, por supuesto, la Segunda Guerra Mundial: en teoría, Alemania, Italia y Japón formaron las “potencias del Eje”, mientras que 24 naciones (incluyendo Mongolia y México) forman los “aliados”. Como todos sabemos, los aliados derrotaron al Eje. Eso es decir un disparate. La realidad es muy diferente. Las fuerzas de Hitler incluyen alrededor de 2 millones de europeos de 15 países diferentes que agregaron 59 divisiones, 23 brigadas, una serie de regimientos, batallones y legiones independientes a las fuerzas alemanas (fuente: aquí, aquí, aquí y aquí). Por otra parte, el Ejército Rojo acumula no menos del 80% del total de las pérdidas alemanas (en efectivos y equipo) durante la guerra. Todos los demás, incluyendo los EE.UU. y el Reino Unido, compartieron el exiguo 20% o menos y se unieron a la guerra cuando Hitler estaba ya claramente derrotado. Algunos mencionarán los varios movimientos de resistencia los cuales resistieron a los nazis, a menudo heroicamente. Yo no niego su valor y contribución, pero es importante darse cuenta de que ningún movimiento de resistencia en Europa jamás derrotó a un solo Ejército alemán o División SS (10 a 15 mil hombres). En comparación, en Stalingrado sólo los alemanes perdieron 400.000 soldados, los rumanos 200.000, 130.000 los italianos y los húngaros 120.000 para una pérdida total de 850.000 soldados. En la batalla de Kursk los soviéticos derrotaron a 50 divisiones alemanas contando unos 900.000 soldados.
[Recuadro: mientras los movimientos de resistencia fueron típicamente involucrados en sabotajes, diversionismo o ataques sobre objetivos de alto valor, los mismos nunca fueron concebidos para atacar formaciones militares regulares, ni siquiera una compañía (120 hombres o parecido). Las fuerzas alemanas en la URSS eran estructuras en varios “Grupos de Ejército” (Heeresgruppe), cada uno de los cuales contenía 4-5 Ejércitos (cada uno con cerca de 150.000 soldados). Lo que estoy tratando de ilustrar con estas cifras es que la magnitud de las operaciones de combate en el Frente del Este no fue sólo diferente de lo que puede referirse a cualquier movimiento de resistencia, sino también diferente de cualquier otro teatro de operaciones militares durante la Segunda Guerra Mundial, al menos para la guerra terrestre -la guerra naval en el Pacífico también se libró en gran escala].
El registro histórico es que una fuerza militar unificada bajo un sólo comando usualmente se desempeña mucho mejor que grandes alianzas. O, para decirlo de otra manera, cuando se forman grandes alianzas por lo general quien realmente importa es “un gran hombre” y todos los demás son más o menos un decorado (por supuesto, el combatiente individual que es atacado, mutilado y asesinado no lo hace sentir que es un “decorado”, pero eso no cambia el panorama general).
Hablando de la OTAN, la realidad es que no hay OTAN fuera de los EEUU. Los EEUU son el único país en la OTAN que realmente importa. No sólo en términos de número y poder de fuego, sino también en términos de inteligencia, proyección de fuerza, movilidad, logística, etc. Cada uno de los comandantes estadounidenses entiende y conoce esto a la perfección, y mientras serán impecablemente corteses hacia sus compañeros no estadounideneses en Mons o durante cócteles en Bruselas, si la proverbial bosta golpea el ventilador y alguien tiene que ir y enfrentar a los rusos, los norteamericanos contarán sólo consigo mismos y estarán contentos de que el resto de los miembros de la OTAN se hagan a un lado sin demora.
Cliché n ° 6: despliegue avanzado otorga una gran ventaja
Día tras día oímos a los rusos quejarse de que la OTAN se ha movido hacia sus fronteras, que miles de tropas estadounidenses están desplegadas en los países bálticos o Polonia, que los EEUU han desplegado misiles antibalísticos en Rumania y que los buques de la US Navy están abrazando constantemente las costas rusas en el Mar Negro y el Mar Báltico. Y todo eso es cierto y muy deplorable. Pero donde los rusos están siendo un poco insinceros es cuando ellos tratan de presentar todo esto como una amenaza militar a Rusia.
Desde un punto de vista puramente militar la verdad es que desplegar fuerzas estadounidenses en los países bálticos o enviar barcos de la US Navy al Mar Negro son muy malas ideas, en el primer caso porque los tres países bálticos son indefendibles de todas maneras, y en el segundo caso porque el Mar Negro es, para todo propósito práctico, un lago de Rusia donde los militares rusos pueden detectar y destruir cualquier navío dentro de los 30 minutos o menos. Los norteamericanos son muy conscientes de esto y si decidieran atacar a Rusia no lo harían desde buques desplegados adelante sino con armamento protegido de largo alcance tales como los misiles balísticos o de crucero.
[Recuadro: es ridícula la noción de que los rusos podrían querer atacar cualquiera de los estados bálticos o hundir un barco de la Marina estadounidense y yo no estoy sugiriendo de ninguna manera que esto podría suceder. Pero cuando miramos las cuestiones puramente militares nos fijamos en las capacidades, no en las intenciones].
El rango de las armas modernas es tal que en caso de una guerra en Europa probablemente no habrá un verdadero “frente” y una “retaguardia”, y el estar más cerca del enemigo te hace más fácil de detectar y te expone a una más amplia gama de posibles armas. Dicho en pocas palabras: mientras más cerca se esté de la potencia de fuego de Rusia, sistemas de guerra electrónica, redes y personal de reconocimiento, sobre mayor número de amenazas potenciales hay que preocuparse.
Yo no iría tan lejos como para decir que el despliegue avanzado no le da ninguna ventaja, lo hace: sus sistemas de armas pueden llegar más lejos, el tiempo de vuelo de sus misiles (balísticos y de crucero) es más corto, su avión necesita menos combustible para llegar a su zona de la misión, etc. Pero estas ventajas tienen un costo muy real. Actualmente las fuerzas estadounidenses desplegadas hacia adelante son, a lo sumo, una fuerza de disparo-con-un-hilo cuyo objetivo es político: para tratar de demostrar compromiso. Pero ellas no son ninguna amenaza real para Rusia.
Cliché n.º 7: EEUU y la OTAN están protegiendo a los países de Europa del Este
En el papel y en la propaganda oficial de la OTAN, toda Europa y los EE.UU. están dispuestos, si es necesario, a iniciar la Tercera Guerra Mundial para defender a Estonia de las revanchistas hordas rusas. Si juzgamos por cómo los diminutos estados bálticos y Polonia constantemente “ladran” a Rusia y participan en una aparentemente interminable corriente de provocaciones infantiles, pero no obstante arrogantes, la gente en el Este de Europa aparentemente cree eso. Ellos piensan que son parte de la OTAN, que forma parte de la UE, que forman parte del “Occidente civilizado” y que sus patrones AngloZionist los protegerán de estos rusos espantosos. Esa creencia demuestra lo estúpidos que son.
He escrito anteriormente que los EEUU son la única fuerza militar real en la OTAN y que todos los líderes militares y políticos los saben. Y están en lo cierto. Sacando a EEUU, las capacidades de la OTAN son una broma. ¿Qué crees que son en el mundo en realidad, digamos, las fuerzas armadas de Bélgica o Polonia? Así es – tanto un chiste como un objetivo. ¿Qué hay de los gloriosos e invencibles portugueses y eslovenos? El mismo trato. La realidad es que de la OTAN las fuerzas armadas no estadounidenses son sólo hojas de parra que ocultan el hecho de que Europa es una colonia de Estados Unidos – unas hojas de parra son más grandes, otras son más pequeñas. Pero incluso las más grandes hojas de parra (Alemania y Francia) siguen siendo sólo eso – un utensilio desechable al servicio de los verdaderos amos del Imperio. En caso de tener que enfrentar una guerra real en Europa a todos estos pequeños pomposos estados europeos se les dirá que salgan del camino y dejar a los grandes ocuparse de los negocios. Tanto los norteamericanos como los rusos saben esto, pero por razones políticas nunca lo admitirán públicamente.
Aquí tengo que admitir que no puedo probar esto. Todo lo que puedo hacer es ofrecer un testimonio personal. Mientras yo estaba trabajando en mi Maestría en Estudios Estratégicos en Washington DC tuve la oportunidad de conocer y pasar tiempo con una gran cantidad de personal militar de los Estados Unidos, que va desde los oficiales de Caballería Acorazada desplegada en la Brecha de Fulda hasta un Presidente del Estado Mayor Conjunto. Lo primero que voy a decir de ellos es que todos ellos eran patriotas y, creo, excelentes oficiales. Todos eran muy capaces de distinguir sin sentido político (como la noción de despliegue avanzado de portadores estdounidenses para atacar la península de Kola) cómo los EEUU deberían luchar realmente. Un oficial de alto rango del Pentágono adscrito a la Oficina de Evaluación de Redes fue muy contundente al respecto y manifestó a nuestra clase que “ningún presidente de Estados Unidos jamás sacrificará Chicago para proteger Múnich”. En otras palabras, sí, los EEUU combatirían a los soviéticos para proteger a Europa, pero los EEUU nunca escalarán esa pelea hasta el punto donde el territorio de Estados Unidos podría verse amenazado por las armas nucleares soviéticas.
La falla obvia aquí es que esto supone que la escalada puede ser planificada y controlada. Pues bien, la escalada se está planificando en numerosas oficinas, agencias y departamentos, pero todos estos modelos por lo general muestran que es muy difícil de controlar. En cuanto a la distensión, no sé de ningún buen modelo que la describa (pero mi exposición personal a ese tipo de cosas es ahora muy antigua, tal vez las cosas han cambiado desde finales de los ’90). Tenga en cuenta que tanto los EEUU como Rusia tienen el uso de armas nucleares para evitar una derrota en la guerra convencional incluída en sus doctrinas militares. Así que, si creemos, como yo, que los EEUU no están dispuestos a usar armas nucleares para, por ejemplo, salvar Polonia, entonces esto significa básicamente que los EEUU no están incluso dispuestos a defender a Polonia por medios convencionales o, al menos, no defenderla muy mucho.
Una vez más, la idea de que Rusia atacaría a alguien en Europa es más que ridícula, incluso ningún líder de Rusia desearía jamás un plan tan estúpido, inútil, contraproducente y autodestructivo, aunque sólo sea porque Rusia no tiene necesidad de ningún territorio. Si Putin le dijo a Poroshenko que él no quería tomar el control del Donbass ¿qué tan probable es que los rusos están soñando ocupar Lituania o Rumania?! Yo desafío a cualquiera a llegar a cualquier motivo racional por el que los rusos quieran atacar a cualquier país de Occidente (o en otra parte, para el caso), incluso si ese país no tiene fuerzas armadas y no fue miembro de ninguna alianza militar. De hecho, Rusia podría haber invadido “fácilmente” a Georgia en la guerra del 08/08/08 pero no lo hizo. ¿Y cuándo fue la última vez que escuchó de Mongolia o Kazajstán temiendo una invasión rusa (o china)?
Así que la simple verdad es que para todos los grandes reclamos gesticulantes y vociferantes sobre defender a los europeos frente a la “amenaza rusa” no existe tal amenaza de Rusia al igual que los EEUU nunca van a iniciar deliberadamente una pelea nuclear con Rusia para defender Chisináu o incluso Estocolmo.
Conclusión
Así que, si todo lo anterior son sólo clichés sin ninguna relación con la realidad, ¿por qué es que los grandes medios de comunicación occidentales están repletos con este disparate? Principalmente por dos razones: los periodistas son en su mayoría “aprendiz de todo, maestro de nada” y prefieren más transmitir propaganda enlatada y luego hacer el esfuerzo de tratar de entender algo. En cuanto a las cabezas parlantes en la televisión, los varios generales que hablan como “expertos” de la CNN y el resto, ellos son también simples propagandistas. Los verdaderos profesionales están ocupados trabajando para los diversos organismos gubernamentales y no van a la televisión en vivo para hablar de la “amenaza rusa”. Pero la razón más importante para esta propaganda sin sentido es que pretendiendo constantemente discutir un asunto militar el propagandista AngloZionist está escondiendo así la verdadera naturaleza del muy real conflicto entre Rusia y los EEUU sobre Europa: una lucha política por el futuro de Europa: si Rusia no tiene intención de invadir a nadie, ella seguro que sí que tiene gran interés en tratar de desvincular a Europa de su actual estado de colonia/protectorado de los EEUU. Los rusos tienen plena conciencia de que mientras que las actuales élites europeas son maníacas rusófobicas, la mayoría de los europeos (con la posible excepción de los estados bálticos y Polonia) no lo son. En este sentido la reciente votación de Eurovisión, donde el voto popular fue anulado por los así-llamados “expertos”, es muy simbólico.
El primer secretario general de la OTAN explicó muy abiertamente su propósito real “de mantener a los rusos afuera, los norteamericanos adentro, y los alemanes abajo”. Los rusos quieren esto exactamente al revés: los rusos adentro (económicamente, no militarmente, por supuesto), los estadounidenses afuera y los alemanes hacia arriba (de nuevo, económicamente). Esta es la verdadera razón detrás de todas las tensiones en Europa: EE.UU. quiere desesperadamente una Guerra Fría v.2, mientras que Rusia está tratando fuertemente de evitar esto.
Por lo tanto ¿cómo sería una guerra entre Rusia y los EEUU? Para ser honesto, no lo sé. Todo depende de muchos factores diferentes que es casi imposible predecir. Eso no quiere decir que no pueden, o no quieren, suceder. Hay numerosos muy malos signos de que el Imperio está actuando de manera irresponsable. Uno de los peores es que el Consejo OTAN-Rusia (NRC. NATO-Russian Council) ha cesado de funcionar casi por completo.
La principal razón para la creación del NRC era asegurarse de que las líneas de comunicaciones seguras estaban abiertas, especialmente en una situación de crisis o tensión. Desgraciadamente, como una manera de mostrar su descontento con Rusia por Ucrania, la OTAN ahora ha cerrado casi completamente el NRC a pesar de que el NRC fue creado precisamente para ese propósito.
Por otra parte, el despliegue avanzado, además de ser a menudo militarmente inútil, también es potencialmente peligroso en tanto que un incidente local entre las dos partes puede escalar rápidamente en algo muy serio. Especialmente cuando las líneas importantes de comunicaciones han sido eliminadas. La buena noticia, hablando en términos relativos, es que los EEUU y Rusia mantienen todavía comunicaciones de emergencia entre el Kremlin y la Casa Blanca y que las fuerzas armadas rusas y estadounidenses también tienen capacidades de comunicación de emergencia directas. Pero, al final del día, el problema no es uno tecnológico, sino uno psicológico: aparentemente los norteamericanos simplemente no pueden o no quieren negociar nada en absoluto. De alguna manera, los neoconservadores han impuesto su visión del mundo en el estado profundo de Estados Unidos, y esa visión del mundo es que cualquier dinámica entre Rusia y los EEUU es una suma cero, que no hay nada que negociar y que forzar a Rusia a cumplir y someterse al Imperio por medios de aislamiento y contención es el único enfoque pensable. Esto, por supuesto, no funciona. La pregunta es si los neoconservadores tienen la capacidad intelectual para entenderlo o, alternativamente, si los viejos patriotas anglo estadounidenses pueden finalmente expulsar a los “locos en el sótano” (como usa Bush padre para referirse a los neoconservadores) fuera de la Casa Blanca.
Pero si Hillary entra en la Casa Blanca en noviembre, entonces las cosas se pondrán realmente espantosas. ¿Recuerda lo que dije que ningún presidente de EEUU nunca sacrificaría una ciudad de EEUU por defender una europea? Bueno, eso supone un Presidente patriótico, uno que ama a su país. No creo que a los neoconservadores les importe un bledo Norteamérica o el pueblo estadounidense, y estos locos bien podrían pensar que sacrificar una (o muchas) ciudades de Estados Unidos bien vale la pena el precio si eso les permite largar un arma nuclear en Moscú.
Cualquier teoría de la disuasión asume un “actor racional”, no una conspiración psicopática y llena de odio de “locos en un sótano”.
Durante los últimos años de la Guerra Fría ya era mucho más temeroso de los gerontócratas en el Kremlin que de los oficiales y funcionarios Anglos en la Casa Blanca o el Pentágono. Ahora me temo que la (relativamente) nueva generación de “cagones míseros besa-culos” oficiales à la Petraeus, o maníacos como el general Breedlove, que han reemplazado a los Fríos Guerreros al “viejo estilo” (como los Almirantes Elmo Zumwalt, William Crowe o Mike Mullen) que al menos sabían que una guerra con Rusia debe ser evitada a toda costa. Para mi es francamente aterrador darme cuenta que el Imperio está ahora dirigido por hombres no profesionales, incompetentes, antipatriotas y deshonrosos que están motivados por las ideologías de odio o cuyo único objetivo en la vida es complacer a sus jefes políticos.
El ejemplo de Ehud Olmert, Amir Peretz y Dan Halutz yendo a la guerra contra Hezbolá en el 2006 o el intento de Saakashvili de hacer la limpieza étnica de Osetia del Sur en 2008 han demostrado al mundo que líderes ideologizados pueden comenzar guerras absolutamente imposibles de ganar, especialmente si creen en su propia propaganda sobre su invencibilidad. Vamos a tener la esperanza y rezar para que este tipo de demencia no agarre a los actuales líderes de EEUU. La mejor cosa que podría suceder para el futuro de la humanidad sería si los verdaderos patriotas volvieran al poder en los Estados Unidos. Entonces la humanidad por fin podría dar un gran suspiro de alivio.
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