Autor: Roberto Scarcia
Es difícil presentar a Fulvio Grimaldi, veterano periodista italiano y referente de la izquierda radical antimperialista transalpina. Basta decir que tiene unos 40 años de experiencia de trabajo periodístico que van desde la cobertura de la masacre de Bloody Sunday del 1972 en Irlanda, hasta la agresión de la OTAN a Serbia y Libia.
Los castellano-hablantes interesados que no tienen miedo a confrontarse con la “hermana lengua italiana” pueden consultar su mítico blog:
MONDOCANE www.fulviogrimaldi.blogspot.com
Aquí, cuatro preguntas a las cuales el camarada Grimaldi ha respondido.
Euskalrus: Como es posible que, hoy día, tan pocos entiendan lo que entendían perfectamente los países no-alineados desde la Conferencia de Bandung, es decir que Rusia (entonces en su precedente encarnación como Unión soviética) es un necesario contrapeso para alcanzar espacios de soberanía política y cultural?
Fulvio Grimaldi: Hay una suposición errónea en la pregunta: es decir que hay pocos que se dan cuenta de que Rusia sea “un necesario contrapeso” para asegurar soberanía y pluralismo. Creo, en cambio que muchos, y puede que todos, se dan cuenta perfectamente, sobre todo ahora en el contexto de la resurrección de la Rusia de Putin y su claro papel de freno al expansionismo “USraeli’” y de la OTAN. Unos lo perciben perfectamente porque lo sufren en su propria piel y son los pueblos y los países victimas y testigos de agresiones imperialistas; y por eso son perfectamente conscientes. La realidad del “contrapeso” la entienden también otros, los que detestan Rusia porque constituye la negación de su pretensa de dominio unipolar absoluto. Y entonces reaccionan promocionando ruso-fobia. De manera parecida para frenar el nacionalismo unitario árabe, vanguardia del movimiento anti-colonial en el Sur del mundo han promocionado el “choque de civilizaciones” y como instrumento el terrorismo islámico. Las contraofensivas rusas, como la intervención militar en defensa de Siria, la oposición al régimen de Kiev y en general la posición en defensa de los derechos de los pueblos, son muy eficaces. Y yo creo que el mensaje esté cuajando. Gestos suicidas para el imperialismo son las sanciones en contra de Rusia que dañan de forma masiva los aliados europeos. Un síntoma de dichos efectos, y no es poca cosa, es la victoria de Trump.
Euskalrus: Qué podría hacer la diplomacia rusa para articular en defensa de sus propios intereses, que son en fondo los de cada nación que quiere ser soberana, las muchas voces amigas pero aisladas en el océano de la red?
Fulvio Grimaldi: A la diplomacia rusa no tengo nada que enseñar. Tienen un excelente ministro, Lavrov, que hace lo que puede frente a un tsunami de falsificaciones y difamaciones. Los rusos han establecido buenos instrumentos de información correcta, y es justamente por eso que en “Occidente” dichos instrumentos se quieren censurar y aniquilar. Tal vez, las organizaciones rusas fuera de Rusia deberían tejer amistades y alianzas con movimientos ciudadanos en contra de la guerra, para la defensa del ambiente, contra los desahucios, etc.
Euskalrus: Uno de nuestros problemas desde el País Vasco es que hay una división entre los que entienden el contexto global en que estamos. Por razones debidas a conflictos históricos con efectos hasta recién sangrientos, a veces no hay confianza entre los camaradas de herencia nacionalista vasca y los españoles. Visto desde fuera, o sea desde la margen como intuyo’ Hobsbawn acerca de Gramsci, qué les puedes decir?
Fulvio Grimaldi: Los vascos tienen todo el derecho de revindicar su propia soberanía, como la tienen los escoceses, los irlandeses y los habitantes del Tirol del sur. No se trata de egoísmos locales como Veneto, Bavaria, Ucrania, Tibet, los uiguros, claros instrumentos de la desestabilizador imperialista.
Sin embargo, yo pienso que fragmentar los Estados nacionales pluri-culturales nacidos de la Revolución francesa y de los “Risorgimentos” (término que define la luchas de unificación nacional en Italia), sea una estrategia y un objetivo del imperialismo globalista. Lo que justifica la unidad de distintas nacionalidades es el proyecto político.
Euskalrus: La “izquierda” anti-siria y anti-rusa en sus proteicas expresiones europeas parece aun mas imperialista que las derechas clásicas; hay que fiarse de dichas derechas a pesar de que tengan pedigree colonialista? Y qué decir de los llamados “rojo-pardos”?
Fulvio Grimaldi: “Rojo-pardo” es como decir “populista” o “anti-política”. La mal llamada izquierda se ha transformado de hecho en derecha y se limita a batallas a propósito de los derechos civiles, justos y perfectamente compatibles con el genocidio económico, social, cultural y militar. Es un hecho que en lo que corresponde a las contradicciones principales – OTAN, guerra, Rusia, soberanía, autodeterminación, capital financiero, trabajo – los que luchan son los llamados populistas. Desde Grillo (Movimiento 5 Estrellas en Italia) y con un salto con las debidas distinciones desde la análisis marxista, hasta Marine Le Pen.
Hay que repetirlo: son las batallas de dichos populistas las cuestiones que marcan la linea entre la vida y la muerte.
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