por Sayyed Hassan Nasralá, en Al-Manar, traducido por Yusuf Fernández
El secretario general de Hezbolá ha pedido a las fuerzas políticas libanesas que aprovechen esta nueva era presidencial en el Líbano para formar rápidamente un gobierno de transición, donde estén representadas todas las fuerzas políticas, y para aprobar una nueva electoral que sea más justa y representativa.
En un discurso televisado con motivo del aniversario del nacimiento del Mensajero de Dios, el Profea Muhammad (P), y el nacimiento de Jesús, el Profeta Isa (P), el secretario general de Hezbolá recordó también que desde el año 2011, él pidió a todas las fuerzas políticas libanesas que dejaran de apostar por acontecimientos regionales porque sus sueños se iban a malograr. (Se refiere aquí a las fuerzas libanesas que apostaban por la caída del gobierno sirio para mejorar su posición política en el Líbano. N. del T.)
He aquí los principales puntos de su discurso:
Antes de abordar diferentes puntos del dossier libanés, conviene clarificar ciertas cosas:
Con respecto a Hezbolá, no tenemos “fuentes en el seno de Hezbola” y mucho menos “fuentes cercanas a Hezbolá” que se expresen en nuestro nombre. Ésa no es nuestra política. Somos probablemente uno de los partidos políticos con el mayor número de oradores y cuando queremos expresarnos, lo hacemos directamente. No tenemos portavoz y, de este modo, si algunos medios de comunicación pretenden atribuir alguna supuesta información a fuentes políticas o mediáticas de Hezbolá o a fuentes próximas a Hezbolá estarán afirmando algo que es inexacto.
Otros medios citan “fuentes del 8 de Marzo” o a “líderes del 8 de Marzo”, pero, una vez más, esto es inexacto porque nuestros aliados sólo hablan en su nombre y nosotros nos negamos a que alguien pueda expresarse en el nuestro.
Por otra parte, Hezbolá no suele enviar mensajes indirectos a nadie. Ésa no es nuestra política. Y así, cuando algunos medios de comunicación pretenden que Hezbolá envió un mensaje a través de cierta embajada en particular esto es incorrecto. Creemos que tenemos argumentos suficientes así como la audacia y la sabiduría para discutir con cualquiera.
Está claro, pues, que existe una sola y única sala de operaciones que se encarga de difundir este tipo de rumores con el fin de perturbar nuestras relaciones con nuestros aliados o incluso desestabilizar a nuestros rivales para envenenar la atmósfera política.
1- La relación con el presidente Michel Aoun
Nosotros compartimos con el nuevo presidente de la República una relación excepcional, una relación exenta de disputas, de temores o de desconfianza y todos los rumores que hablan de tales sentimientos con respecto a esta relación son falsos. Nuestra relación es sólida porque está fundada sobre una confianza profunda que fue desarrollándose durante muchos años.
Esamos en contacto permanente con el líder de la Corriente Patriótica Libre (CPL), Gibran Bassil. Cooperamos juntos y coordinamos nuestros esfuerzos. Ciertamente, puede haber diferencia de opiniones en algunas cuestiones, pero esto es un signo de la buena salud de nuestra alianza.
Se ha hablado mucho de una nueva alianza entre la CPL y las Fuerzas Libanesas (lideradas por Samir Geagea). Entre los rumores que se han extendido está el que las FL habrían pedido a la CPL que rompa su alianza con Hezbolá. Otro rumor es que Hezbolá está preocupado por esta posible alianza entre las FL y la CPL e incluso buscaría romperla. Sin embargo, nosotros consideramos que las FL son una fuerza política principal en el Líbano y que está representada en el Parlamento. Sin embargo y sin faltar al respeto a las principales fuerzas políticas de este país, sabéis perfectamente y todos los libaneses saben que estamos interesados en las cuestiones que afectan al futuro de la región.
Permitidme revelar una información. Desde que las reuniones entre las FL y la CPL comenzaron hemos estado al corriente de las mismas y las hemos alentado en la medida en que han facilitado la elección de Michel Aoun como presidente.
Del mismo modo, todas las alegaciones acerca de un bloque dual cristiano enfrentado a un bloque dual shií son puras mentiras. Aquellos que buscan crear batallas imaginarias a fin de sembrar la cizaña corren el riesgo de ahogarse en un mar de fantasías.
También se ha pretendido que Hezbolá teme las relaciones entre el nuevo presidente libanés y Arabia Saudí. Se trata de otra alegación vacía. Ciertamente es un hecho normal y el derecho del presidente de la República el viajar a cualquier país, ya sea Arabia Saudí o Irán o Siria o un país europeo. Estamos en una nueva era que implica nuevas relaciones con todo el mundo, salvo con el enemigo (israelí), que viene definido como tal en la Constitución.
Otros pretenden que el nuevo presidente corre el riesgo de dejarse arrastrar hacia un cierto eje. Sin embargo, el presidente es un hombre de experiencia que tiene 80 años, principios sólidos y una fuerte voluntad.
Advertimos a todos aquellos que han difundido este tipo de rumores o alegaciones en nuestro nombre que dejen de hacerlo inmediatamente.
En lo que se refieren a las alianzas bipartitas cristianas u otras, los libaneses saben que somos los primeros en defender toda forma de reconciliación y de aproximación entre dos o más fuerzas políticas. No nos sentimos preocupados por una aproximación entre dos fuerzas políticas cristianas, como pueda ser también el caso entre Marada (el partido liderado por Suleiman Franyieh, que pertenece también al bloque del 8 de Marzo) y la CPL. Esto no tiene nada que ver con un bloque dual cristiano. Ambas fuerzas han afrontado juntas numerosos desafíos y se han apoyado la una a la otra durante un largo período.
2- La formación del gobierno
Yo confirmo a todos los libaneses que estamos en contacto permanente con el jefe del Parlamento, Nabih Berri, y con el presidente de la República en relación a la formación del nuevo gobierno. Estamos al corriente hasta de los menores detalles con respecto a este asunto y puedo confirmar que todas las fuerzas políticas libanesas quieren la formación de un gobierno lo más rápidamente posible.
Algunos han pretendido que el primer ministro designado, Saad Hariri, no tiene prisa por formar un nuevo gobierno, pero tal alegación es falsa. Yo confirmo que nadie busca obstaculizar la formación del gobierno, ni por parte de los rivales o de los aliados.
Muchas cosas han sido ya resueltas, como el nombre del nuevo ejecutivo, que será el Gobierno de Unidad Nacional. En la época del primer ministro Mikati pasamos meses para ponernos de acuerdo en el nombre del gobierno. Tampoco hay problemas en el número de ministros. Aquí nadie ha puesto objeciones. En lo que se refiere a las carteras ministeriales, ellas han sido distribuidas, salvo una o dos. Nosotros creemos que en un gobierno de unidad nacional todas las fuerzas políticas deben estar representadas.
La cuestión es simple. Se trata de formar un gobierno de transición a fin de organizar elecciones legislativas en base a una nueva ley electoral y no hay así necesidad de abrir antiguos dossiers o hablar del pasado. La cuestión es saber por qué algunos describen la actual situación como una “guerra civil”. Esto es inexacto e injusto. Hemos conocido períodos de formación de gobierno mucho más arduos y nunca hemos oído emplear la expresión “guerra civil”.
Dicho de otra manera, aquellos que dramatizan la situación y exageran las cosas dañan el futuro el país y esta nueva era presidencial.
3- La ley electoral
Estamos a favor de separar ambos procesos: el de la formación del gobierno y el de la aprobación de una nueva ley electoral.
Hoy en día, nadie puede pretender que el Parlamento no puede reunirse o legislar porque el país dispone ya de un presidente de la República.
Nosotros creemos que la ley de 1960 está definivitamente enterrada.
La construcción de un estado justo y poderoso supone la existencia de un Parlamento elegido, que represente y exprese la voluntad de todos los libaneses. Y para hacerlo, hacen falta unas elecciones parlamentarias justas donde cada libanés tenga el sentimiento de que su voto tiene un valor y de que puede elegir un diputado que le represente verdaderamente. Ha de ser, pues, una ley que otorgue a las fuerzas políticas su verdadera representatividad.
En nuestra opinión, una ley electoral justa debe de ser proporcional, con una circunscripción o dos. Esta ley puede hacer perder a los partidos políticos muchos votos, pero tiene el mérito de garantizar una adecuada representación popular y la llegada al Parlamento de nuevos diputados.
Una última palabra: en los últimos años, desde 2011 hasta hoy, he pedido en repetidas ocasiones a todos que dejaran de apostar por los evoluciones y acontecimientos a nivel regional. Aunque nosotros pertenecemos a un eje y no nos avergonzamos de decirlo alto y claro, hemos ofrecido mártires y estamos presentes en más de un escenario, he hablado de las cuestiones del Líbano sin realizar la más mínima alusión a lo que estaba sucediendo en Siria. Nunca hemos apostado por cambios regionales.
Nuestro destino en tanto que libaneses es único y si queremos construir un estado poderoso y capaz de resolver nuestros problemas, si queremos reforzar la paz civil y asegurar la solidez de nuestro estado, debemos de dialogar y aceptar al otro. Debemos trabajar para suprimir las divergencias entre las fuerzas políticas libanesas. Esta ocasión está disponible ahora, en esta nueva era presidencial. Cooperaremos con el nuevo presidente y con el primer ministro designado, con independencia de nuestra diferencia de opiniones con él, para proteger a nuestro país y arreglar sus problemas.
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