por The Saker, en The Vineyard of The Saker. Escrito para The Unz Review. Traducción de Leonardo Del Grosso
Hasta ahora, la mayoría de ustedes ha escuchado las últimas malas noticias de Siria: el 18 de junio un F/A-18E Super Hornet (1999) usó un AIM-120 AMRAAM (1991) para derribar a un Su-22 de la Fuerza Aérea Siria (1970). Dos días más tarde, el 20 de junio, un F-15E Strike Eagle de Estados Unidos derribó un drone iraní IRGC Shahed 129. La excusa usada en cada ocasión fue que había una amenaza a las fuerzas de los EEUU y a las apoyadas por EEUU. La realidad es, por supuesto, que los EE.UU. simplemente están tratando de detener el avance del ejército sirio. Así, esto fue una típica “demostración de fuerza” estadounidense. Excepto que, por supuesto, disparar a un cazabombardero Su-22 de la era soviética de 47 años de antigüedad no es una hazaña impresionante. Tampoco lo es disparar a un avión no tripulado. Hay un patrón aquí, sin embargo, y ese patrón es que todas las acciones de EE.UU. hasta ahora han sido exclusivamente para mostrar: el bombardeo básicamente fallido de la base aérea militar de Siria, el bombardeo de la columna del ejército sirio, el derribo del cazabombardero y del drone iraní – todas estas acciones no tienen ningún valor militar real. Sin embargo, tienen un valor provocativo desde que cada vez que ocurre todos los ojos se dirigen a Rusia para ver si los rusos responderán o no.
Rusia respondió de nuevo esta vez, pero de una manera muy ambigua e incomprendida. Los rusos anunciaron, entre otras medidas, que a partir de ahora “cualquier objeto aéreo, incluidos los aviones y los vehículos no tripulados de la coalición internacional [liderada por Estados Unidos], ubicados al oeste del río Eufrates, serán rastreados por las fuerzas rusas de tierra y defensa aérea como objetivos aéreos”, de lo cual informé como que “el Ministerio de Defensa de Rusia declara que derribará cualquier avión que vuele al oeste del río Eufrates”. Mientras daba la cita exacta rusa, no expliqué por qué parafraseé las palabras rusas de la manera que lo hice. Ahora es un buen momento para explicar esto.
En primer lugar, aquí está exactamente el texto original en ruso:
«В районах выполнения боевых задач российской авиацией в небе Сирии любые воздушные объекты, включая самолёты и беспилотные аппараты международной коалиции, обнаруженные западнее реки Евфрат, будут приниматься на сопровождение российскими наземными и воздушными средствами противовоздушной обороны в качестве воздушных целей»
Una traducción literal sería:
“En las áreas de las misiones de combate de la aviación rusa en el cielo de Siria cualquier objeto aéreo, incluidos los aviones y vehículos aéreos no tripulados de la coalición internacional, descubierto al oeste del río Eufrates, será rastreado por los destacamentos rusos basados en activos aeronáuticos como blancos aéreos”.
¿Qué significa esto exactamente en términos técnico-militares?
Una mirada rápida dentro de una cabina de cazas estadounidenses
Cuando un F/A-18 vuela sobre Siria, los detectores de emisión de a bordo (llamados receptores de radar de alerta o RWR) informan al piloto del tipo de señales de radar que la aeronave está detectando. Sobre Siria eso significa que el piloto vería una gran cantidad de radares de búsqueda mirando en todas direcciones tratando de obtener una imagen completa de lo que está sucediendo en el cielo sirio. El piloto estadounidense será informado de que cierto número de baterías sirias S-300 y rusas S-400 están escaneando los cielos y lo más probable es que lo vean. Hasta aquí todo bien. Si hay zonas de no-conflicto o cualquier tipo de acuerdos bilaterales para advertirse unos a otros acerca de las incursiones planificadas, entonces ese tipo de emisiones de radar no es grande. Del mismo modo radares estadounidenses (tierra, mar o aire) también están escaneando los cielos y “ven” las aeronaves de las Fuerzas Aeroespaciales rusas en sus radares y los rusos lo saben. En esta situación ninguno de los dos lados está tratando a nadie como “objetivo aéreo”. Cuando se toma la decisión de tratar un objeto como un “blanco aéreo” se usa un tipo de señal de radar completamente diferente y se dirige al blanco un haz de energía mucho más estrecho, blanco que ahora puede ser rastreado y acoplado. El piloto es, por supuesto, inmediatamente informado de esto. En este punto el piloto se encuentra en una posición muy incómoda: sabe que está siendo rastreado, pero no tiene manera de saber si un misil ya ha sido lanzado o no contra él. Dependiendo de una serie de factores, un AWACS podría ser capaz de detectar un lanzamiento de misiles, pero esto podría no ser suficiente y también podría ser demasiado tarde.
El tipo de misiles disparados por las baterías S-300/S-400 son extremadamente rápidos, van a más de 4000 millas por hora (cuatro mil millas por hora) lo que significa que un misil lanzado desde una distancia como de 120 millas llegará en 2 minutos o que el misil lanzado desde 30 millas de distancia le llegará en 30 segundos. Y para empeorar las cosas, el S-300 puede utilizar un modo especial de radar llamado “pista trayectoria misil”, donde el radar emite un pulso hacia el objetivo cuya reflexión es recibida no por el radar terrestre, sino por el misil que se aproxima rápidamente, el que luego envía su lectura de nuevo al radar de tierra, que luego, de nuevo, envía correcciones de guía al misil. ¿Por qué es tan malo para el avión? Porque no hay manera de saber, por las emisiones, si un misil ha sido lanzado o no y ya se está acercando a más de 4.000 mph. Los S-300 y S-400 también tienen otros modos, incluyendo el SAGG (Seeker Aided Ground Guidance; Guía de Búsqueda Auxiliada desde Tierra) donde el misil también calcula una solución de guía (no sólo el radar de tierra) y luego los dos se comparan y un modo Home On Jam (HOJ) (alojado en la interferencia. N. del T.) cuando el misil interferido se destina directamente en la fuente de la interferencia (tal como una cápsula de interferencia a bordo). Además, existen otros modos de radar disponibles, tales como el Inercial Auxiliado desde Tierra (GAI) que guía al misil en la proximidad inmediata del blanco, donde el misil modifica a su propio radar justo antes de golpear al objetivo. Por último, hay algunas pruebas bastante buenas de que los rusos han perfeccionado un complejo sistema de enlace de datos que les permite fusionar en una todas las señales que adquieren de sus misiles, aviones (cazas, interceptores o AWACS) y radares terrestres y eso significa que, en teoría, si un avión estadounidense está fuera de la envolvente de vuelo (alcance) de los misiles terrestres, las señales adquiridas por los radares de base en tierra podrían utilizarse para disparar un misil aire-aire a los aviones estadounidenses (sabemos que sus MiG-31 son capaces de tales compromisos, así que no veo por qué no podrían sus mucho más recientes Su-30/Su-35). Esto serviría para complicar aún más la conciencia situacional del piloto si un misil podría estar viniendo de literalmente cualquier dirección. En este punto, la única reacción lógica sería que el piloto estadounidense informara a sus comandantes y saliera, rápido. Seguro, en teoría, podría simplemente continuar su misión, pero eso sería muy difícil, sobre todo si sospecha que los sirios podrían tener otra defensa aérea, móvil, en el camino hacia su objetivo o cerca de él.
Precisamente trata de imaginar esto: estás volando, en total ilegalidad, sobre un territorio hostil y preparándote para atacar un objetivo cuando de repente tu receptor de alerta de radar se prende y te significa que “tienes 30 segundos o menos para decidir si hay o no una ojiva de 300 libras (150 kg.) que viene hacia vos a 4.000 mph (6.400 kmh)”. ¿Cómo te sentirías si estuvieras sentado en esa cabina? ¿Estarías pensando en ejecutar tu planeado ataque?
La estrategia normal de los Estados Unidos es lograr lo que se llama “superioridad/supremacía aérea” al suprimir completamente las defensas aéreas enemigas y tomar el control de los cielos. Si no me equivoco, la última vez que los cazas de Estados Unidos operaron en un espacio aéreo significativamente disputado fue en Vietnam…
Por cierto, estas tecnologías no son únicamente rusas, son bien conocidas en Occidente, por ejemplo, el Patriot SAM estadounidense también usa TVM, pero los rusos los han integrado muy bien dentro de un formidable sistema de defensa aérea.
La conclusión es la siguiente: una vez que el avión estadounidense es “tratado como un objetivo”, no tiene forma de saber si los sirios, o los rusos, están siendo descarados o si tiene sólo segundos para vivir. Dicho de otra manera, “tratar como un objetivo” equivale a que alguien le ponga una pistola en la cabeza y le deje adivinar si/cuando apretará el gatillo.
¡Así que sí, la declaración rusa fue, definitivamente, una “amenaza de derribar”!
A continuación, una mirada en el lado ruso de la ecuación
Para entender por qué los rusos usaron las palabras “tratar como un objetivo aéreo” en lugar de “derribar”, debes recordar que Rusia sigue siendo la parte más débil aquí. No hay nada peor que no concretar una amenaza. Si los rusos hubieran dicho “vamos a derribar” y luego no lo hubieran hecho, habrían hecho una amenaza vacía. En su lugar, dijeron que “se tratará como un objetivo aéreo” porque eso les deja un “escape” si decidieron no jalar el gatillo. ¡Sin embargo, para el piloto de la Marina o de la Fuerza Aérea de los EE.UU., estas consideraciones son irrelevantes una vez que sus detectores informan que está siendo “pintado” con el haz de un radar de guerra!
Así que lo que los rusos hicieron es en gran medida amilanar a las tripulaciones de EE.UU. sin tener que derribar a nadie. No es una coincidencia que los estadounidenses casi inmediatamente dejan de volar al oeste del río Eufrates, mientras que los australianos decidieron oficialmente salirse de cualquier incursión aérea posterior.
No resulta en demasiado énfasis el insistir en que lo último que Rusia necesita es derribar un avión estadounidense sobre Siria, que es exactamente lo que algunos elementos del Pentágono parecen querer. No sólo Rusia es el lado más débil en este conflicto, sino que los rusos también comprenden las consecuencias políticas más amplias de lo que sucedería si ellos dieran el dramático paso de derribar un avión estadounidense: un sueño hecho realidad para los neoconservadores y un desastre para todos los demás .
Una mirada rápida desde el Neoconistán estadounidense y la búsqueda de una “guerra tibia”
La dinámica en Siria no es fundamentalmente diferente de la dinámica en Ucrania: los neoconservadores saben que no han logrado su objetivo principal: controlar todo el país. También saben que sus diversos ardides financieros relacionados se han derrumbado. Por último, son plenamente conscientes de que deben esta derrota a Rusia y, sobre todo, a Vladimir Putin. Así que cayeron de nuevo en el plan B. El Plan B es casi tan bueno como el Plan A (control total) porque el Plan B tiene consecuencias mucho más amplias. El Plan B también es muy simple: desencadenar una crisis importante con Rusia, pero quedarse corto para una guerra a gran escala. Idealmente, el Plan B debería girar en torno a una “reacción” “firme” frente la “agresión” rusa y a una “defensa” de los “aliados” estadounidenses en la región. En términos prácticos esto simplemente significa: hacer que los rusos envíen fuerzas a Nuevarrusia o que los rusos emprendan acciones militares contra los Estados Unidos o sus aliados en Siria. Una vez que usted comprende esto usted puede ver fácilmente que los ataques más recientes de EE.UU. en Siria tienen un propósito local menor – asustar o retrasar a los sirios – y un propósito global importante – de cebar a los rusos en usar fuerzas contra los EEUU o un aliado. Es necesario repetir aquí que lo que realmente quieren los neoconservadores es lo que yo llamo una guerra “tibia” con Rusia: una escalada de las tensiones a niveles incluso no vistos en la Guerra Fría, pero tampoco una “caliente” III Guerra Mundial en toda la escala. Una guerra tibia finalmente volvería a otorgar a la OTAN al menos algún tipo de propósito (proteger a nuestros “amigos y aliados europeos” de la “amenaza rusa”): los deshuaciados políticos de la Unión Europea, que ya están en estado terminal, podrían ser todos inducidos en un estado aún más avanzado de servilismo, los presupuestos militares incluso se incrementarían más, y Trump podría decir que hizo “América” “grande” otra vez. Y, quién sabe, tal vez el pueblo ruso *finalmente* se levantaría contra Putin, ¡nunca se sabe! (No lo harían, pero los neoconservadores nunca han sido disuadidos de sus torpes teorías por cosas tan insignificantes y totalmente irrelevantes como los hechos o la lógica).
[Nota al margen: esta vez me di cuenta de que cada vez que Estados Unidos intenta cebar a Rusia para algún tipo de áspera reacción y Rusia se niega a tomar el cebo, esto desencadena en el aumento inmediato en el número de comentarios que se quejan vehementemente de que Rusia está actuando como una maricona, que Putin es un falso, que está “en arreglos” con los EE.UU. y/o Israel y que los rusos son débiles o que se han “vendido”. Tengo la sensación de que estamos tratando con agentes PSYOP estadounidenses pagados cuya misión es utilizar los medios de comunicación social para tratar de poner al Kremlin bajo presión con estas infinitas acusaciones de debilidad y traición. Como no tengo ningún interés en recompensar a estas personas de ninguna manera, en su mayoría envío sus recriminaciones donde pertenecen: a la basura].
¿Funciona la estrategia rusa?
Para responder a esto, no mire lo que los rusos hacen o no hacen inmediatamente después de una provocación estadounidense. Eche un mirada de nivel superior y sólo vea lo que sucede en el mediano y largo plazo. Al igual que en un juego de ajedrez, tomar el Gambito no siempre es la estrategia correcta.
Sostengo que para evaluar si las políticas de Putin son efectivas o no, para ver si se ha “vendido” o “cedido” es necesario, por ejemplo, mirar la situación en Siria (o en Ucrania, para este caso) como era hace 2 años atrás y luego comparar con lo que es hoy. O, alternativamente, mirar la situación tal como es hoy y volver para verla en 6 meses.
Una enorme diferencia entre la cultura occidental y la forma en que los rusos (o los chinos para el caso) miran a la geoestrategia es que los occidentales siempre ven todo a corto plazo y nivel táctico. Esta es básicamente la principal razón por la que tanto Napoleón como Hitler perdieron sus guerras contra Rusia: un enfoque casi exclusivo a corto plazo y táctico. Por el contrario, los rusos son los maestros indiscutibles del arte operacional (en un sentido puramente militar) y, al igual que los chinos, tienden a mantener siempre los ojos en el horizonte a largo plazo. Basta con echar un vistazo al derribo por los turcos de un Su-24 ruso: todos lamentaron la falta de reacción “contundente” de Moscú. Y luego, seis meses después – ¿qué tenemos? Exactamente.
La cultura occidental moderna se centra en varias formas de gratificación instantánea, y eso también es cierto para la geopolítica. Si el otro tipo hace algo, los líderes occidentales siempre ofrecen una respuesta “firme”. Les gusta “enviar mensajes” y creen firmemente que hacer algo, por más simbólico que sea, es mejor que incluso la *apariencia* de no hacer nada. En cuanto a la apariencia de no hacer nada, es universalmente interpretado como un signo de debilidad. Los rusos no piensan de esa manera. No les importa la gratificación instantánea, sólo les importa una cosa: la victoria. Y si eso significa parecer débil, está bien. Desde una perspectiva rusa, el envío de “mensajes” o la adopción de acciones simbólicas (como los cuatro recientes ataques estadounidenses en Siria) no son signos de fuerza, sino signos de debilidad. En general, a los rusos no les gusta usar la fuerza que consideran intrínsecamente peligrosa. Pero cuando lo hacen, nunca amenazan o advierten, toman una acción inmediata y pragmática (no simbólica) que los acerca a un objetivo específico.
Conclusión
La reacción rusa al último ataque estadounidense contra Siria no fue diseñada para maximizar la aprobación de los muchos estrategas de sillón de Internet. Fue diseñada para maximizar la incomodidad de la “coalición” liderada por los EE.UU. en Siria al mismo tiempo que minimizar los riesgos para Rusia. Precisamente mediante la utilización de un lenguaje ambiguo que los civiles interpretarían en un sentido y el personal militar en otro, los rusos introdujeron un elemento muy perturbador de impredecibilidad en la planificación de las operaciones aéreas estadounidenses en Siria.
Los rusos no están exentos de sus propias faltas y malos hábitos y cometen equivocaciones (el reconocimiento de la junta ukronazi en Kiev después del golpe fue probablemente un error), pero es importante diferenciar entre sus verdaderas debilidades y errores y sus estrategias muy cuidadosamente diseñadas. El hecho de que no actúen de la forma en que desean sus supuestos “partidarios” en Occidente no significa que han “cedido”, “parpadearon primero” o cualquier otra tontería semejante. El primer paso para comprender cómo funcionan los rusos es dejar de esperar que actuarían como lo harían los estadounidenses.
El Saker
PD: Por cierto, el piloto sirio derribado salvó su vida. Aquí está una foto de él después de su rescate por las fuerzas especiales sirias:
ACTUALIZACIÓN: Estoy recibiendo varios mensajes diciéndome que el piloto no ha sido rescatado por las fuerzas gubernamentales, sino que está siendo detenido por las “Fuerzas Democráticas Sirias”. Caveat emptor, como siempre.
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