por Redacción Misión Verdad. En Misión Verdad
El día de ayer (por el 19 de marzo) en horas del mediodía el presidente de los EEUU, Donald Trump, firmó una nueva orden ejectutiva contra Venezuela. En este caso busca que ninguna persona, grupo o empresa dentro del territorio de los EEUU, sean ciudadanos o extranjeros, pueda utilizar criptodivisas, criptoactivos, tokens o cualquier otra forma de moneda digital emitida por el Gobierno venezolano.
A principios de año la Asamblea Nacional declaró ilegal el Petro, el criptoactivo nacional diseñado para superar el uso de dólares en el comercio internacional y así evadir las múltiples sanciones que el gobierno de EEUU ha implementado contra Venezuela. Aun cuando los actos de esta instancia legislativa no poseen validez y asidero legal por estar en situación de desacato, sigue siendo utilizada como arma propagandística y para hacer expediente de cara a los organismos internacionales que buscan más sanciones contra Venezuela.
Esa ilegalización del Petro no tuvo mayor repercusión a lo interno por ser espúrea, pero es ahora con la orden ejecutiva que toma sentido esa acción, siendo nombrada en el preámbulo como razón principal para que la administración Trump tomara esa decisión.
Esta orden ejecutiva se ampara principalmente en la Ley de Poderes Económicos Internacionales de Emergencia (IEEPA, por sus siglas en inglés), y nombra al Secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, y al Secretario de Estado, Mike Pompeo (aún a la espera de su confirmación por el Senado), como los responsables de hacer cumplir la nueva prohibición. Es un decreto bastante abierto, que admite delegar responsabilidades a otras instituciones, promulgar regulaciones y también deja delegados en Pompeo y Mnuchin los poderes que le confiere la IEEPA al presidente de los EEUU.
Finalizan estableciendo que la orden ejecutiva en cuestión es complementaria a la emitida por Barack Obama el 8 de marzo de 2015, en la que establece que Venezuela es una “amenaza inusual y extraordinaria”. De esta forma queda expuesta a retaliaciones económicas y legales cualquier entidad residenciada en los EEUU que, para el momento de la firma de este decreto, posea vinculación con el Petro, sin importar que se deshaga de ellos inmediatamente mediante alguna operación electrónica.
Los alcances
La elección de los encargados obedece a los dos escenarios en que esta orden ejecutiva pretende accionar, a lo interno de los EEUU el Secretario del Tesoro se encargará de elaborar las normas y a nivel internacional Mike Pompeo tendrá también algunas responsabilidades, siendo él el encargado de las políticas migratorias no sorprendería que hubiesen acciones contra extranjeros que tengan relación con el Petro y deseen entrar a los EEUU o posean bienes en ese país.
Las casas de cambio digital (exchanges) que posean sede o tengan fondos en los EEUU no podrán negociar con Petros o cualquier otro criptoactivo o criptomoneda emitida desde el Estado venezolano en el futuro. Esto puede parecer que es una lesión grave en contra del Petro, pero este tipo de sanciones convencionales son difíciles de llevar a cabo en contra de activos no convencionales como es el caso del Petro.
Aunque se ha visto que algunos gobiernos han ejercido persecuciones en contra de casas de cambio digital que usan criptomonedas y criptoactivos, esto sólo ha sido posible porque dichas casas de cambio poseen una figura legal convencional y en general todas las características de una institución centralizada. Estas casas de cambio están propensas a ser sancionadas por la legislación del Estado donde hacen vida comercial, pero en la actualidad han surgido alternativas descentralizadas que permiten crear casas de cambio que no dispongan de un objetivo sancionable.
Es importante acotar que el mismo Jay Clayton, presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés), se encuentra preocupado por la imposibilidad de ejercer regulaciones eficaces a las Ofertas Iniciales de criptomonedas dentro de los EEUU, dado el contexto de interés público generalizado hacia estas alternativas financieras y asevera que en el último año este mercado movió más de 4 mil millones de dólares.
Las instituciones de los EEUU reconocen no poder regular las Ofertas Iniciales dentro de sus fronteras, queda ver qué tipo de reacomodo técnico puedan lograr en vías de ganar cierto control, pero en el escenario actual todo indica que esta nueva orden ejecutiva es sólo un papel con letras sin capacidad real de poner en peligro al Petro.
La casa de cambio digital descentralizada
Muchas veces se ha dicho que la Cadena de Bloques (Blockchain) es descentralizada, que no existe un ente equivalente al banco y que cada persona es la dueña y custodia de los valores que posee. La última frontera para terminar de descentralizar la Cadena de Bloques completamente está en las casas de cambio, ya que actualmente en su mayoría tienden a funcionar como bancos, donde el cliente deposita, intercambia y luego hace retiros.
Cuando se hace un depósito en criptomonedas se hace un acto de fe plena en la institución donde se depositan, no existe ninguna garantía más que el compromiso adquirido por el ente en sus estatutos, pero en realidad nada los obliga a mantener esas criptomonedas resguardadas sin tocarlas. Por comportarse como bancos es que estos entes centralizados son los principales objetivos de ataques cibernéticos, como también son receptáculos de sanciones y persecuciones legales por parte de Estados.
Recientemente se ha creado un nuevo mecanismo para comprar e intercambiar criptoactivos y criptomonedas sin que tengan que ser delegadas a un tercero, mucho menos a un tercero centralizado. Es decir, sitios web donde el intercambio se hace directamente entre personas sin intermediación alguna y usando un contrato inteligente se puede dejar alguna comisión al equipo de desarrolladores que dan mantenimiento a dicho sitio online.
Si entre los convenios realizados por el Estado venezolano y las diferentes empresas que colaborarán en la creación del ecosistema del Petro llegase a figurar el desarrollo de una casa de cambio digital descentralizada, cualquier orden ejecutiva o sanción que prohíba la compra y la tenencia de Petros a empresas y ciudadanos relacionados con los EEUU queda completamente inutilizada por vías técnicas.
La ley y la Cadena de Bloques
La Cadena de Bloques es un desarrollo difícil de legislar cuando se trata de establecer controles, en el caso de Venezuela ha sido un movimiento sencillo porque la legislación se ha hecho en favor de fortalecer las capacidades económicas de la población amparándose en el uso de la Cadena de Bloques, pero desde los EEUU están intentado restringir actividades que ni siquiera se pueden rastrear, que en su mayoría no pasan por entes centralizados que puedan ser auditados por ellos y además se pueden realizar desde cualquier equipo conectado a Internet en cualquier parte del planeta.
Esta transformación incipiente del orden financiero internacional subordinado a EEUU y su sistema financiero, el cual incluye a actores geopolíticos de peso como Rusia e Irán, comienza a mostrar que las criptomonedas van quedando por fuera de las fronteras punitivas de las potencias occidentales. El Petro sirve de medida para visualizar estas limitaciones, pues debilitan las sanciones financieras como instrumentos de coerción política contra naciones soberanas que han decidido emplear las criptodivisas para defenderse.
A un día del comienzo de la Oferta Inicial del Petro, etapa donde finalmente se ejecutará la venta real del criptoactivo, este ataque político y económico representa una lesión para los ciudadanos y empresas de los EEUU que comprometieron sus fondos al Estado venezolano durante la Preventa. Toda persona, natural o jurídica, que haya hecho su compromiso de compra de Petros utilizando una cuenta bancaria de los EEUU estará incapacitada para honrar el contrato de la Preventa, pero allí tampoco termina la historia o se acaba el mundo.
Si con esos mismos fondos compran Bitcoins o Ether, ya estarían en plena capacidad de comprar los Petros que deseen sin necesidad de usar el sistema bancario tradicional de su país. Una muestra de que con un paso sencillo en el mercado global de criptomonedas cualquier ciudadano o empresa estadounidenses puede eludir las sanciones de su gobierno y acceder al Petro.
Esta orden ejecutiva quizás merme un poco la cifra que se había anunciado con anterioridad sobre el dinero comprometido en la Preventa, pero en ningún caso deja sin validez al Petro, y mucho menos consiste en un cerco que vaya a eliminar las capacidades que tiene el criptoactivo de sortear las sanciones comerciales que los EEUU han impuesto a Venezuela.
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