La criatura venida del inframundo

por Jose Francisco Fernández-Bullón

Foto: NBC News

Con su monopolio de los medios de comunicación que habría provocado la envidia de los grandes déspotas del pasado la élite neo fascista global ha ido creando una realidad alternativa virtual y desvirtuada para la que nos quieren hacer creer que no hay alternativa. Pero la realidad real, que es analógica mayormente, no puede ocultarse indefinidamente y está desbaratando ese montaje realizado con la ayuda de todo tipo de “ilustres” periodistas vendidos al mejor postor que no es otro que Rupert Murdock y CIA. Desde luego las cadenas de televisión grandes y pequeñas están en sus manos manchadas de sangre y no emiten otra cosa que propaganda. Pero lo mismo puede decirse de la prensa escrita, que sigue a pie juntillas las directrices del partido mundialista que nos gobierna a todos y sólo en contadas ocasiones se cuela como por milagro entre sus páginas el trabajo de algún periodista independiente que intenta arrojar un poco de luz en ese teatro de sombras que constituye la imagen distorsionada del mundo que nos transmite la misma. Sólo algunos sitios web como el presente escapan a esta operación de manipulación y maquillaje mayúsculos de los hechos, sitios que no vas a encontrar con una búsqueda aleatoria en buscadores como Google, por ejemplo, en todo caso aparecerán en Gibiru. La triste realidad es que Internet está en sus manos también mayormente, y dentro de poco tendremos que transmitir las noticias fidedignas con el boca a boca o con señales de humo como los indios de Norte América.

El gran ensayo general de transformación de los periodistas en agentes propagandísticos al servicio de una élite minúscula tuvo lugar durante la guerra de Yugoslavia con ocasión de la cual prácticamente todos los periodistas de Occidente salvo honrosas excepciones se convirtieron en voceros de los intereses de la OTAN y el Pentágono. La gran mentira que fue esa guerra sólo recientemente, una vez alcanzados sus objetivos últimos de saqueo y destrucción de dicha república, ha empezado a ser cuestionada en algunos foros tímidamente. La república canalla de Kosovo gobernada por narcotraficantes y traficantes de órganos como Thaçi sigue en pie como una especie de monumento vivo o semi vivo al horror, a la tergiversación y a la perfidia.

A veces uno se pregunta si la camarilla que gobierna Estados Unidos y la Unión Europea de Fondos Buitres no son en realidad más que un puñado de comediantes frustrados sin el menor talento que escenifican diariamente una farsa sangrienta pergeñada por unos cuantos aficionados a escribir malos guiones de película. En eso y en muchas otras cosas se parecen a Hitler que también tenía aficiones artísticas y que canalizó su frustración en el campo de las artes arrasando varios continentes y desencadenando un holocausto de proporciones apocalípticas. Nuestra vida se ha convertido en una ficción enrevesada protagonizada por farsantes que recitan diálogos insulsos ante un auditorio que se despuebla a causa de las granadas y las bombas. Nerón tocaba el arpa mientras Roma se consumía pasto de las llamas, Bush por su parte aterrizaba hace algunos años en un portaaviones antes de acometer la destrucción y el pillaje del Cercano Oriente por medio de los ejércitos de la OTAN y sus brigadas de mercenarios yihadistas como si fuera un vaquero intergaláctico imitando, bastante mal por cierto, a John Wayne que es probablemente uno de sus ídolos (junto con Reagan, a la vez farsante y político y modelo de todos los que le sucedieron en el cargo) y convertido en el protagonista de la última super producción cinematográfica de Hollywood y el Pentágono. El arte ya no imita a la realidad, que no existe, suprimida por los grandes medios de comunicación de masas; ahora el arte imita a otro arte: el arte de la rapiña acometida por los grandes ladrones de guante blanco del mundo de las finanzas. Uno ya no puede escapar a esta realidad opresiva ni refugiándose en un cine donde soló emiten su doble beodo (beodo por los cubatas que se toman entre toma y toma las grandes estrellas de la pantalla grande). ¿Se puede concebir una realidad falsa o pseudo-realidad más horrible? Me consta que los macarras que han protagonizado el golpe de estado neo nazi en Ucrania financiado por la OTAN se entretienen cuando se emborrachan contemplando la última superproducción de Hollywood a la que imitan a su manera sangrienta (es decir, con sangre real y no con ketchup).

Ya sabemos que la CIA supervisa, idea y produce las grandes producciones de Hollywood como Zero Dark Thirty, por ejemplo: esa gran operación de ocultación de la realidad que subyace al mundo del terrorismo “islámico”. La CIA y otras organizaciones afines controlan los medios de comunicación, las manifestaciones artísticas, la investigación y la ciencia, inmersa en la tarea de inventar nuevos insecticidas venenosos como el glisofato, que están exterminando a los seres humanos, a las abejas y otras muchas especies, de crear en los laboratorios enfermedades mortales como el ébola [1] y de entregarse probablemente a sueños delirantes que se convierten en pesadillas siempre, como modificar nuestros genes para convertirnos completamente en zombis u organismos mutantes a su servicio (es decir: a los que no lo son ya gracias a televisión y a la prensa). Si alguien se pregunta qué habría sucedido si los dirigentes del Tercer Reich hubieran ganado la guerra, la respuesta es sencillamente es ésta: nuestro mundo. Somos el sueño de Hitler hecho por fin realidad. O sea una pesadilla que los medios de comunicación pretenden vendernos como el mejor de los mundo posibles. La democracia ya no existe en ninguna parte salvo quizás en Venezuela y Nicaragua: democracias imperfectas frente a la dictadura perfecta que es Europa que ahora se enfrenta a la oposición que representan los chalecos amarillos, la única oposición verdadera al fascismo que reina en el viejo continente. Puede que la mayoría no lo sepa, pero nuestra libertad depende de la libertad del pueblo venezolano que es uno de los pocos frentes donde la democracia lucha su batalla desigual contra las fuerzas del imperio, y estoy contando verdaderamente el guion de la nueva versión de La Guerra de las Galaxias producida por la CIA o por Hollywood, donde los héroes no son otros que los representantes del pueblo venezolano que se muere de hambre gracias a las sanciones practicadas o toleradas por el resto del mundo.

La última farsa sangrante producida por la CIA o el M16, que es lo mismo, que se despliega ante nuestros ojos atónitos no es otra que la vida y milagros de Aimen Dean, ese fabuloso “Con artist” o artista del timo que quizás soñó alguna vez con figurar en el reparto de una de las entregas de la saga del Agente 007, imagino que en el papel de villano porque en las películas, especialmente en las películas de ese tipo, ya no hay héroes, sólo hay monstruos como en la vida misma.

Con una candidez o una astucia digna de figurar en el Libro Guinness de los Récords se ha paseado por las televisiones de medio mundo contándonos la película que es su vida. Una vida ficticia que es la única que podemos vivir últimamente, sólo que en su caso aderezada con algunos episodios bastantes truculentos que constituyen los únicos ingredientes “auténticos” de la película.

Según sus propias declaraciones abandonó la organización terrorista Al Qaeda para trabajar como agente secreto para el M16 a las órdenes del gobierno británico. ¿Es consciente Aimen Dean de que siempre trabajó para el gobierno británico o el gobierno de Estados Unidos, que es el mismo? ¿Nadie le ha dicho que Al Qaeda, que quiere decir en árabe base de datos, la creó la CIA para luchar contra los gobiernos que consideraba hostiles y para sabotear la democracia o lo poco que queda de ella en Europa y donde se presente? Es indudable que gran número de terroristas de Al Qaeda (sobre todo los que se inmolan en ataques suicidas en nombre, sin que ellos lo sepan, de una mentira) ignoran que trabajan para los gobiernos neo fascistas de Occidente, pero dudo mucho de que Aimen Dean sea uno de ellos. Su relato delirante e inconexo lleno de incongruencias incluye perlas como el que sufriera una crisis de conciencia y se replanteara su pertenencia a Al Qaeda a raíz del ataque terrorista de 1998 contra dos embajadas estadounidenses en África del Este; las decapitaciones salvajes practicadas por la brigada de muyahidines bosnia, a la que perteneció, tras la batalla de Vozuca y de las que fue testigo y no sé si participe (eso no lo confiesa pero sí confiesa haber presenciado como un amigo le cortaba la cabeza a un prisionero, probablemente serbio, con un cuchillo en forma de sierra) no le produjeron ningún trauma ni desencadenaron ningún conflicto a su delicada conciencia. La crisis se produjo simplemente en el momento en que a la CIA o el M16 para el que ha trabajado siempre le pareció oportuno.

Tras colaborar durante varios años con el MI6 como agente secreto o como topo, (¿secreto para quién, me pregunto: para los televidentes engatusados y acostumbrados a que le den gato por liebre de Occidente, para la madre Teresa de Calcuta, para Pippi Calzaslargas?) fue contratado nada más y nada menos que por el banco HSBC y para trabajar en su departamento de Crimen Financiero y Fraude para más inri, (es decir en el departamento encargado de practicar toda clase de crímenes y de fraudes a través del mundo de las finanzas) ¿Llegó a enterarse Aimen Dean de que el banco para el que trabajaba estaba implicado en uno de los mayores escándalos de lavado de dinero sucio (que es prácticamente el único que queda gracias a la labor de los bancos centrales de medio mundo) procedente del tráfico de drogas y fraudes fiscales y de todo tipo de los tiempos recientes, o es que ese día no estaba viendo la tele que por extraño que parezca se hizo eco del escándalo en uno de esos raros ejemplos de profesionalidad de que hicieron gala los periodistas oficiales del Imperio?

También trabajó para una serie de empresas imagino que pantalla como “Five Dimensions” radicada en Dubai y que realiza según los términos que emplea la propia compañía en inglés “terror financing research”, frase que sólo se me ocurre traducir como investigaciones financiera terroríficas; o sea que es una empresa especializada en hacer negocios por medio de la práctica del terrorismo.

Aparte de dar entrevistas ante periodistas sin el menor sentido de la ética profesional y con el único objetivo de desinformar y escamotearle la verdad al público, Aimen Dean trabaja al parecer hoy en día según su perfil de linkedin para una empresa tan fantasmagórica como Amal Global Risk Management que se dedica aparente o ficticiamente a las “finanzas contra terroristas” y al “anti money laundering” que no sé si traducir como el anti lavado de dinero o el lavado de dinero anti, depende de donde se ponga el énfasis. O sea que se dedica probablemente a lo contrario de lo que afirma. Aimen Dean, por lo visto, ya no trabaja para el Agente 007, ahora trabaja para el hombre lobo o para el conde Drácula o para la criatura venida de otro mundo (es decir, el tétrico inframundo que lleva las riendas de nuestro mundo, o mejor dicho el suyo) que no es otra que John Bolton, o si lo prefieren, Elliott Abrams.

[1]

http://www.trueactivist.com/evidence-mounts-ebola-made-in-the-usa-by-big-pharma-dept-of-defense/

Jose Francisco Fernández-Bullón.

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