por Leonardo Del Grosso. En blog del autor.
En Argentina, conforme la crisis económica va tomando dimensiones catastróficas, con desocupación, caída de la producción, misera e indigencia, etc., el clima político se hace más denso. La paciencia social se va agotando, y a la dirigencia institucionalista, socia de la gobernabilidad neoliberal, cada vez le resulta más dificultoso encorsetar la lucha popular dentro de los plazos electorales, para así ayudar a Macri a terminar su mandato. Hoy Argentina está gobernada por el FMI, que pretende, como siempre, saquearla todo lo posible. Ante esto, como en otros momentos críticos de la Historia, la violencia política, originada en una opresión cada vez más asfixiante, pulsa como respuesta de autodefensa frente a una agresión sin precedentes. Tan es así que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se jactó de que “nunca se hizo un ajuste así sin que caiga el gobierno”. Las sensatas dirigencias opositoras argentinas han aportado de manera categórica para que este funcionario neocolonial esté orgulloso….
Hoy 15 de noviembre, en el primer aniversario de la desaparición, en el Atlántico Sur, del Submarino ARA San Juan con sus 44 tripulantes, desgraciada circunstancia que indudablemente beneficia las ambiciones de la OTAN sobre nuestros territorios nacionales.
Siempre digo que el arte del buen mentir es alterar las proporciones (*). ¿Pero qué tiene que ver esto con el miedo, la violencia, y el Reino Unido de Gran Bretaña? Todo que ver… Alterar las proporciones… “That’s the matter”, Sir.
Resulta que el Reino Unido de Gran Bretaña, nuestro enemigo histórico junto con los Estados Unidos e Israel, el 7 de noviembre lanzó las siguientes advertencias a Argentina: “Es muy probable que los terroristas intenten perpetrar ataques a la Argentina”, agregando que “los ataques podrían ser indiscriminados, incluyendo lugares frecuentados por migrantes o viajeros” (https://www.lanacion.com.ar/2189949-el-reino-unido-alerta-por-posibles-ataques-terroristas-en-la-argentina). Esto está presentado como advertencia, pero es en realidad una amenaza. Como está recontra demostrado a esta altura, la principal fuente del terrorismo en el mundo es el imperio anglosionista, autor de los atentados a las Torres Gemelas en Estados Unidos, masacrador de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, patrocinador de las organizaciones terroristas Al-Qaeda y Estado Islámico (para más detalles de la doctrina militar imperialista, ir al siguiente enlace: https://leonardodelgrosso.blogspot.com/2016/08/el-nucleo-de-su-doctrina-es-terrorismo_14.html ), autores de los atentados a la AMIA y a la embajada de Israel… (para más detalles, ir al siguiente enlace: https://leonardodelgrosso.blogspot.com/2015/02/las-falsas-banderas-de-los-mercaderes.html), por sólo citar algunos ejemplos. ¡Hasta organizaciones “humanitarias” como los Cascos Blancos en Siria son organizaciones terroristas! (para más información leer https://actualidad.rt.com/actualidad/294578-nebenzia-terroristas-cascos-blancos-provocaciones-siria).
En realidad, el Reino Unido lo que está haciendo es amenazar a la Argentina con alguna masacre que, por supuesto, atribuirán a un falso autor. La masacre, si ocurriera, será indudablemente de factura anglosionista, como es su estilo instrínseco. Con esto, “la turbia Albión” pretendería golpear, como en el billar, a varias bandas confluyentes:
- Apretar a Macri: con el clásico procedimiento mafioso de “cobrar protección” (si no pagás, “casualmente”, algo te sucederá), implícitamente le advierte a Macri-cipayo (que usa los mismos procedimientos hacia abajo, en lo que se denomina popularmente “ley del gallinero”) que no coquetee ni con los chinos ni con los rusos (y quien sabe qué otras cosas más exigirá a su monigote). El mensaje a Macri, que Macri entiende perfectamente, es: “vamos a pudrirla y vas a quedar ante el mundo como un inepto si es que no hacés exactamente lo que queremos”. Las declaraciones de la ministra “de seguridad”, Patricia Bullrich, expresan que, eventualmente, existe algún tipo de contradicciones en este sentido (https://www.lanacion.com.ar/2191050-cortocircuitos-con-londres-por-la-seguridad).
- Sabotear la Cumbre: la Cumbre del G-20 pudiera ser una oportunidad para que Putin y Trump tengan una cumbre extensa que aporte algo a moderar la temeridad con la que se está “conduciendo” el gobierno de Trump respecto de la relación entre las dos máximas superpotencias nucleares. Los anglosionistas más desesperados, que están infiltrados en las estructuras de diferentes estados en el mundo, están empujando a una escalada que es muy peligrosa para la humanidad, ya que nos acerca a la posibilidad de que se detone una guerra de gran escala, que puede ascender todavía más, por error o por decisión, a una dimensión nuclear. Estos anglosionistas son los que pretenden volver a montar otro ataque químico de bandera falsa en Siria, para culpar a Bachar Al-Assad. Son los que armaron la operación que provocó el derribo del avión ruso de guerra electrónica en Siria (http://sakerlatam.xyz/anglosionismo-fascismos-1porcien/el-saker-rusia-culpa-a-israel-por-el-derribo-de-su-avion-ew-actualizado-2-veces/ y http://sakerlatam.xyz/mundo-arabe-y-musulman/putin-se-mantiene-sereno-y-evita-la-tercera-guerra-mundial-dado-que-el-juego-israeli-frances-en-siria-contraataca-espectacularmente/). Son los que orquestaron el caso Skripal contra Rusia (http://sakerlatam.xyz/anglosionismo-fascismos-1porcien/la-opwc-estampa-su-sello-de-goma-a-los-hallazgos-britanicos-del-incidente-de-skripal/). Son los que derribaron el MH17 sobre Ucrania (http://sakerlatam.xyz/anglosionismo-fascismos-1porcien/la-evidencia-ya-no-es-mas-un-valor-en-occidente/)… Son los que hicieron el atentado contra las Torres Gemelas (http://www.voltairenet.org/article162097.html). Etc., etc., etc. (Para informarse sobe operaciones de bandera falsa, estos enlaces: http://leonardodelgrosso.blogspot.com.ar/2014/04/operaciones-de-bandera-falsa.html; http://leonardodelgrosso.blogspot.com.ar/2014/04/operaciones-de-bandera-falsa_20.html; http://leonardodelgrosso.blogspot.com.ar/2014/04/operaciones-de-bandera-falsa_9323.html) Además, en esta cumbre, siendo que está emergiendo cada vez más el mundo multipolar liderado principalmente por Rusia y China, puede quedar en evidencia la nueva correlación de fuerzas cada vez más adversa a los anglosionistas. Entonces, siguiendo el esquema “todo lo que no puedo controlar lo destruyo”, embarrar la cancha, pero no con disturbios callejeros, que no ponen en verdadero riesgo ninguna Cumbre, sino con algo pesado-pesado, que les permita agriar la cumbre y obstaculizar la importante reunión de Putin con Trump.
- Generar confusión respecto de la violencia política: esto es, encerrrar aún más al ultrapacifismo dentro de las propias fronteras de su miedo. Es el mismo esquema utilizado por el gobierno para aislar a los que tienen la osadía de tirar piedras, en las manifestaciones, cuando expresan así su indignación contra este genocidio económico que el FMI está operando en Argentina. Entonces, de la misma manera que metiendo algunos policías infiltrados en una marcha logran que muchos reformistas, conjuntamente con la prensa mercenaria, griten en un coro histérico ¡”todos los que tiran piedras son polícías infiltrados”!, cosa que es una mentira evidente y, más aún todavía, de la misma manera que logran que el “trabajo” que se propone hacer la policía de Macri lo hagan por ella reformistas de toda laya (se autodenominen éstos “trotskistas”, o se autodenominen “peronistas”, para el caso es lo mismo) desde adentro de las manifestaciones (actuando, ellos sí, como verdaderos polícías); de la misma forma, con una masacre intentarían lograr que, por ejemplo, un atentado como el que ocurrió contra el mausoleo del represor Ramón L. Falcón o contra el “juez” Bonadío, sea homologable a “los ataques indiscriminados” -en las propias palabras del Foreign Office- que los aparatos verdaderamente terroristas de los anglosionistas ejecutarían, de concretar sus amenazas. Para éstos, mientras más inocentes mueran, mejor para su maniobra diabólica, porque más horror producirán para impactar y manipular a las masas. Si sucediera, serían indudablemente los anglosionistas pero se lo endilgarán a otros, a través de los montajes judiciales y de las mentiras de la prensa mercenaria. Los resultados que pretenden lograr serán: indignar, a las personas desinformadas y desprevenidas, contra los falsos autores con los que etiquetarán su masacre (como sucede con la masacre de la AMIA, donde falsamente ellos acusan a Irán o Siria), y la operación mental de “toda violencia política es indiscriminada”, pura maldad, cosa que es otra gran mentira. De esta manera, agitando el cuco de la violencia (con masacres convenientemente escenificadas) el reformismo asustado que grita histéricamente contra el fascismo le ata las manos -colaborando con la policía fascista- a todo aquél que pretenda enfrentarse activamente al… fascismo (aquí está la maniobra más fina de acción sicológica que explica, en parte, la construcción de consenso fascista en las masas: humillar a los dirigentes reformistas, escupirles la cara todos los días y mandar implícitamente el siguiente mensaje al pueblo, a través de la maquinaria de propaganda imperial: “ven, estos dirigentes son pura cáscara, son guapos sólo de palabra, pero se dejan humillar sin reaccionar” -y sin dejar que nadie reaccione… se podría agregar). La Historia -como inevitable consecuencia de la división de la sociedad en clases- es un monólogo de violencia política, pero no por eso el General San Martín fue un masacrador, como sí lo fueron los mitristas genocidas, agentes de la corona británica. No todos los que tienen contacto directo con la violencia política son malignos (si así se pensara, entonces la Historia Nacional no tendría próceres). Los atentados que se realizaron ayer contra Falcón y contra la casa del “juez” Bonadío (más allá de cualquier opinión que hubiera a favor o en contra de estos hechos) no fueron indiscriminados, y no fueron contra bienes al margen del conflicto dado. Los atentados que hacen los anglosionistas siempre buscan afectar a no combatientes, luego culpar a otros, y luego sostener que toda violencia política es masacradora y diabólica…, también la que es en defensa propia y proporcionada (proporcionada porque el que se defiende no es la fuente de la violencia, sino la reacción activa a la misma). Es el mal, absoluto, buscando ensuciar al Bien (recordemos que, jurídicamente, en los códigos de todo el mundo, la violencia en defensa propia no es delito; el mismo Perón mismo había dicho, yendo más adelante aún, que “la violencia en manos del pueblo no es violencia, es justicia”).
- Profundizar el carácter represivo del régimen político: Más allá de las contradicciones menores que puede haber entre Macri y sus amos (a las que aludí antes), lo concreto es que el anglosionismo domina hoy al gobierno argentino. En este sentido, esta amenaza del Reino Unido, y si eventualmente hicieran algo concreto, serviría para cooptar el proceso de profundización del carácter represivo del régimen, tal como lo necesita el imperio para ejecutar su plan de saqueo. La frase “el ajuste no cierra sin represión” ya es un lugar común en la política argentina. El problema para el cipayaje es inventar un enemigo político suficientemente “creíble como cuco” que le de respaldo social a la vuelta de tuerca represiva que pretende para sostenerse en el poder. Una masacre atribuida a un falso autor, serviría para criminalizar a todos los “autores” parecidos, para teñir con ese crimen a todo aquél que se oponga activamente, sin métodos odiosos (un ataque “indiscriminado”, una masacre, es odiosa desde cualquier punto de vista), a la desvastación del saqueo.
Conclusión
Por más que las amenazas británicas vienen de donde viene, de los despreciables anglosionistas, por más que sean de la traicionera “turbia Albión”, los patriotas, los nacionalistas, los luchadores por los derechos de los trabajadores, debemos tomar en serio las mismas. Recordemos que al cobarde hay que tomarlo en serio justamente por cobarde, por el daño que es capaz de producir con sus maniobras por la espalda, porque ésto es lo que sabe hacer. La forma de desactivarlos es tratar de pensar sin prejuicios, debatiendo, tratando de ver la realidad con claridad, sin reaccionar como reaccionan los reformistas asustados. Recordemos que lo que logremos entender, es imposible temerlo. Entender que el Reino Unido de Gran Bretaña y toda la lógica anglosionista es la única fuente fundamental de la violencia terrorista en el mundo nos va a llevar a poder posicionarnos mejor como ciudadanos y como pueblo, colaborando así a la Unidad que se necesita para desactivar estas manipulaciones malévolas. Lo contrario es proceder como aquellos que terminan actuando de la mano de los fascistas a los que dicen pretender enfrentar, como he visto que ocurrió en algunas manifestaciones populares en los últimos tiempos contra cualquiera que pretendiera tirar una piedra. Ante este penoso espectáculo de vigilanteo, las clases dominantes se burlan del campo popular argentino, el mismo al que humillan todos los días -“jueces” como Bonadío mediante-. Y se burlan por el portento de haber logrado que una parte de los basureados considere “provocación” lo que son manifestaciones de la diversidad de una misma Resistencia al régimen. La frutilla del postre es la jactancia de Dujovne, manifestando gozoso que nunca “se hizo un ajuste así sin que caiga el gobierno”. ¿Tendrá alguna responsabilidad la sensata dirigencia opositora como para que un Dujovne pueda decir eso? ¿O será, también, culpa de los tirapiedras? Ojalá que los que prometen, solemnes, que Argentina no es Brasil y que, si meten presa a Cristina “que kilombo se va a armar”, tengan toda la razón. Ojalá…
(*) En realidad el arte de los burgueses y el éxtasis de su sistema es adulterar todo, bien orwellianamente, de tal forma que la esquizofrenia resultante al final, termine por “entender”, categóricamente, sin proporciones de ninguna índole: lo blanco es negro, el día es noche, la guerra es paz, el cobarde es valiente, la masacre es humanismo, la mentira es la verdad, y así sucesivamente, de manera psicótica. El mundo burgués es así: un mundo careta donde las apariencias son lo más importante, y el engaño, el modus vivendi. El cobarde burgués tendrá un periodista mercenario, pago, que dirá a través de la cadena nacional de los medios del burgués que paga sus palabras: “¡qué valiente que sos!”. El mentiroso burgués, de doble vida, aparecerá como el virtuoso padre de familia, con foto y todo, mientras al mismo tiempo mantendrá a sus amantes pagas a escondidas. Todo en el burgués es una mentira, porque su arte es la manipulación, la instrumentación egoísta de las relaciones sociales. Él mismo es el más perfecto resultado y la más alta eminencia del egoísmo en las relaciones sociales.
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