El agente gringo Joshua Holt: anatomía de una infiltración

por Redacción de Misión Verdad, en Misión Verdad

(Cuatro datos expresivos de todos los involucrados en la guerra no convencional)

Joshua Holt ha tenido mala suerte, y de pretender cumplir acciones encubiertas en Venezuela, ha pasado a representar un modelo, un ABC de cómo operan cuadros de servicios de inteligencia extranjeros en la Venezuela de hoy en día, desempeñando tareas bastante específicas como se ha venido revelando en las últimas semanas.

Ya Latabla.com, el 15 de julio, venía adelantando lo que poco después confirmaría en detallada rueda de prensa el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz el 20 de julio: el pasado 30 de junio, en el marco de una acción de la OLP (Operación de Liberación y Protección del Pueblo) NF en Ciudad Caribia (terraza B, bloque 11-13, piso 4), fueron capturados el ciudadano estadounidense Joshua Holt y su reciente esposa Thamara Caleño Candelo, de origen ecuatoriano.

Holt y Caleño fueron capturados en un contexto claramente delimitado y específico: en una operación de desmantelamiento de la BCP (Banda Criminal Paramilitarizada) “Los Sindicalistas”, responsables del asesinato del dirigente del PSUV y candidato a diputado Omar Jesús Molina Marín el pasado 12 de abril, además del tráfico de drogas, sicariato, robos y atracos, contextualiza una nota de Misión Verdad.

Como se resume hasta ahora, Joshua Holt (24), proveniente de una familia mormona de clase media alta residente en Riverton (suburbio de Salt Lake City) en el estado de Utah, llegó a Venezuela el 11 de junio con el presunto deseo de casarse con Thamara Caleño, a quien ya había conocido previamente en redes sociales hasta lograr orquestar un encuentro en Santo Domingo, República Dominicana.

agente yanki Joshua Holt, organizador de Bandas Criminales Paramilitares para desestabilizar Venezuela

 

Holt, originario de Pocatello, estado de Idaho (retener este detalle), se enlistó como misionero de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días en 2014, ya en Utah, luego de culminar sus estudios en la secundaria de Pocatello.

Se sabe, también, que Holt ostentaba entusiasmo por el culto a las armas, vinculado a grupos de la misma naturaleza, que el acta matrimonial, realizado en Petare, entre Holt y Caleño presentaba fallas “procedimentales” (en contra del Código Civil), puesto que en el acta suministraron una dirección que no era la suya, en Ciudad Caribia, en el municipio Sucre, parroquia Leoncio Martínez.

Las investigaciones también señalan que bajo la cobertura de misionero, de profesión carpintero, fueron encontrados diversos armamentos de guerra (fusiles de asalto y granadas), municiones, “mapas estratégicos de la ciudad capital y equipos informáticos, que serían empleados para ejecutar acciones terroristas”, detalla la nota de prensa del MRIJP del 20 de julio.

Por otro lado, la familia de Holt se encuentra embarcada en una campaña de captación de fondos para costear la defensa de Joshua, romantizando el relato nupcial de Holt y Caleño, asegurando que se casaba para llevársela para los Estados Unidos.

Omiten los Holt la pesada lista de elementos encontrados en el apartamento, los dotes militaristas y la capacitación en tareas de inteligencia, el certificado de piloto de ala fija, desmienten entonces el dato lógico que suministra de inmediato: ¿no era más fácil casarse entonces en los Estados Unidos? ¿Para qué hacer la operación de relaciones públicas al revés, firmando el acta conyugal en el país que se pretende abandonar?

Revisando la estructura narrativa, y apuntando a los detalles, tanto lo que ya dice en firme la investigación de los organismos de seguridad del Estado como el pretendido relato de blanqueo de la imagen de Holt (control de daños) se describen datos harto expresivos en la mecánica de las operaciones encubiertas, en el marco de acción de la guerra no convencional.

1. Operación blanqueo y negación plausible

La operación de colocar a la familia a reunir dinero en la web para atender y sensibilizar frente a la detención de su familiar (tarea que según La Tabla la llevan las hermanas de Holt), busca los propósitos manifiestos de hacer control de daños (arreglar el desastre), intoxicar y desinformar pretendiendo restarle veracidad a la versión oficial del gobierno de Venezuela, y embaular la situación, luego de intoxicarla, dentro del principio de negación plausible, clásico de la CIA: “No podemos negar ni confirmar esa información”.

2. Orígenes, cooptación (y el dato mormón)

Holt pasó una estancia de dos años (2014-2016) en la ciudad de Washington DC. Dado su perfil sociocultural (blanco, clase media alta, mormón, fanático de las armas) debió llamar la atención de los operadores de los servicios de inteligencia dentro de las redes de la agrupación religiosa, pasando a ser capacitado para realizar tareas de inteligencia bajo la fachada de las misiones.

Las misiones mormonas como operaciones de infiltración en territorio venezolano tienen un precedente en la expulsión de la Misión Nuevas Tribus en 2005 bajo instrucción del Comandante Chávez. Con la excusa de evangelizar y de ofrecer atención social a los pueblos indígenas en el continente (a los Yanomamis particularmente, en Venezuela), también desempeñaban tareas de inteligencia y cartografía de recursos minerales, entre otras acciones.

“Se van de Venezuela. Son agentes de una verdadera penetración imperialista. Se llevan información sensible y están explotando a los indios. Así que se van, y me importan un bledo las consecuencias que esto pueda traer”, lanzó en ese momento el Comandante.

Algunas fuentes señalan la amistad que Holt desarrolló con Robby Bentley, miembro “elder” misionero (igual que él) de las redes mormonas, presumiblemente emparentado con Charles Bentley, agregado cultural de la Embajada de los Estados Unidos en Venezuela, experto en redes sociales y ciberactivismo.

Al parecer, por esa misma vía, Holt entra en contacto con los senadores James E. Risch (del estado de Idaho, afiliado al Partido Republicano, vinculado a los lobbys petroleros y energéticos) y el insoportablemente recurrente también senador Marco Rubio (Florida, del mismo partido), quienes se sugieren involucraron a Holt en un programa de la CIA de muy bajo perfil para recibir entrenamiento en insurgencia, contrainsurgencia e inteligencia.

Rubio es protector y auspiciante de María Corina Machado, pero recientemente lo ha venido siendo del diputado de Voluntad Popular, Luis Florido, como uno de los principales productores de su gira por Estados Unidos.

Rubio y Risch no sólo fueron cabilderos duros y activos de la implementación del Decreto Obama, sino que actualmente permanecen como promotores activos de la Carta Democrática y el Referendo Revocatorio.

Rubio y Risch son católicos de derecha, aspirantes a algún día formar parte de la élite ídem dentro de Washington. Históricamente, la élite anglocatólica ha tenido una relación privilegiada con la CIA poco después de su fundación.

La relación Rubio-Holt-Florido y MariCori le da la vinculación política, y por lo tanto, los datos encubiertos de la agenda politiquera que acompaña a la guerra contra Venezuela. Florido ha sido un gran agente de marketing de la marca “crisis humanitaria”.

3. Perspectiva clasista de la CIA

Desde sus orígenes, relata el asesinado ex agente de la CIA Steve Kangas, reclutando entre los “ricos y poderosos” de los distintos circuitos del poder norteamericano, en particular en las universidades donde la élite destinaba la educación de sus principales cuadros (Harvard y Yale), de orígenes protestantes. Poco después, fueron incorporándose de la élite católica que poco a poco fue ocupando espacios de poder, constituyéndose como un grupo con una agenda ideológica específica, pero a la vez generalizada por las élites: antidemocracia, anticomunismo, el gobierno del poder económico sobre el político.

En 1970 evolucionó hasta acoplarse, en 1975, con el poder financiero luego de la instauración del petrodólar como hegemonía. En ese momento, apunta Kangas, la CIA aplicó todo lo aprendido en materia de acciones enmarcadas en la guerra fría por una guerra de clase librada dentro y fuera de su territorio. Esta misma estructura se infiltra, de la mano de los políticos neoconservadores, en la moldura de la política exterior norteamericana, instalando la agenda del poder financiero desde los cuerpos de seguridad.

A lo interno, en los Estados Unidos, existe además un enfrentamiento entre la agenda de la CIA y el Pentágono que en la actualidad se manifiesta de forma “indirecta” en Siria, cuando grupos como el Frente Al-Nusra (financiado por la CIA con la misión de derrocar al gobierno de Al-Assad) se enfrentan y matan contra las Fuerzas de Defensa Sirias (SDF por sus siglas), financiados por el Pentágono para combatir contra el Estado Islámico.

Dentro de ese marco amplio de acciones, y retomando a los aspirantes Rubio y Risch, adelantan la apuesta de su grupo sobre el panorama venezolano, adelantando la agenda de guerra de la CIA, anticipándose al cambio político de gobierno en la Casa Blanca para noviembre de este año. Acciones de guerra no convencional, infiltraciones y proximidad pública con actores de Voluntad Popular y María Corina Machado. La yupicracia contra los adecos.

4. Chapuzas de la infiltración

La caída de un cuadro capacitado y tecnificado como Joshua Holt no sólo evidencia el rostro más brutal y violento de la GNC contra Venezuela y el chavismo en el poder, sino que en sus fallas también se destacan los errores analíticos al procesar la información sobre las acciones y respuestas del pueblo venezolano ante las acciones de laboratorio de la crisis.

La chapuza de encubrirse como un carpintero mormón, catire, que compartía bloque con una BCP con toda la carga simbólica que implica que además sea en Ciudad Caribia, bastión chavista y uno de los proyectos más queridos del Comandante, no sólo arriman el dato de agresión cultural que también es la presencia de Holt, sino que ni un serrucho le encontraron en su vivienda, y sí todo el equipamiento de guerra que tenía, en el mismo territorio que una BCP que azotaba a la comunidad sin que a él le pasara nada. Por poco no ponen que lo de carpintero lo aprendió en un curso en el Inces.

El apuro los embrutece, delatando a lo que según las nuevas guerras por delegación de la era de la administración Obama, también les dan por llamar “ejércitos surrogados“.

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