por Stratediplo
El 5 de septiembre de 2014, el grupo de contacto trilateral sobre Ucrania (OSCE, Rusia y Ucrania) firmó un Protócolo para “establecer el plano de paz del presidente Poroshenko y la iniciativa del presidente Putín”; luego el 19 de septiembre el mismo grupo de contacto firmó un Memorandum, supuestamente para precisar su aplicación práctica, pero en realidad para corregirlo y hacerlo viable y útil. Después del fracaso de la ofensiva militar general lanzada por el gobierno ucranio en enero, el presidente Hollande, el presidente Putín y la cancillera Merkel llamaron a que el grupo de contacto prepare un nuevo documento, el Paquete “de medidas a propósito de la aplicación de los acuerdos de Minsk”, publicado el 12 de febrero de 2015. Como los precedentes, este documento fue entonces presentado a dos altos comandantes de las repúblicas de facto de Donetsk y Lugansk (entretanto elegidos jefes de gobierno), que reconocieron haberlo leído firmando después del grupo de contacto trilateral, solo con sus nombres propios ya que nadie les pidió aclarar su mandato público o comprometer a cualquiera comunidad.
A continuación se comenta las 13 cláusulas del Paquete.
1. Cese-el-fuego inmediato y total.
Esta cláusula apenas repite la primera cláusula del Protócolo y la primera cláusula del Memorandum e ignora la tercera clásula del Memorandum, enterrando la distinción entre fuego ofensivo, especialmente en contra de la población civil, y fuego defensivo de contra-batería, apuntando a callar cualquier bombardeo de la población. Durante meses la OSCE pudo identificar y reportar qué parte bombardeaba a la población (incluso después del Protócolo y del Memorandum de Minsk) y qué parte se limitaba a contra-batería defensiva, pero el grupo de contacto trilateral no quiere más distinguir las operaciones ofensivas y criminalizar el ofensor, en caso de que se repita el mismo escenario anti-ciudades.
2. Retiro de las armas pesadas para crear una zona de seguridad.
Esta es el mayor retroceso respeto a los textos de septiembre, destruyendo la cláusula más importante del Memorandum, la única que hubiera realmente podido aliviar la situación de la población civil poniendo trabas a la estrategia anti-ciudades gubernamental. La cuarta cláusula del Memorandum detallaba nueve distintas distancias de retiro (remoción fuera del alcance máximo), desde 8 km (morteros y cañones de 100 mm) hasta 120 km (SS-21 y lanza-cohetes múltiples Tornado-S). El Paquete llama a un retiro recíproco de las armas pesadas por igual distancia “afines de crear entre ellas una zona de seguridad de un ancho de”, con solamente tres anchos de 50, 70 y 140 km. Por ejemplo, la zona de seguridad considerada para los Tochka (misiles balísticos SS-21) es de 140 km, o sea un retiro recíproco de 70 km a partir de la línea de contacto, por lo que dicha línea de contacto (y la millonaria ciudad de Donetsk) quedará dentro del alcance (120 km) de este sistema de armas, igual que para los lanza-cohetes múltiples Uragán y Tornado.
3. Control del cese-el-fuego y del retiro de armas por la OSCE.
Esta cláusula confirma la intención general de la segunda clásula del Protócolo (control por la OSCE) pero omite repetir la modalidad práctica de la octava cláusula del Memorandum (observación desde dentro de la misma zona de seguridad).
4. Diálogo inmediato para preparar elecciones locales bajo la ley ucraniana sobre el estatuto regional temporario.
Esta cláusula, recordando la novena cláusula del Protócolo (no repetida en el Memorandum que no contenía ninguna medida política), no toma en cuenta que la ley sobre el estatudo regional temporario, introducidad por el presidente Poroshenko, fue rápidamente rehusada y revocada por el parlamento ucraniano.
5. Ley de amnistia de las personas relacionadas con los eventos en algunas áreas de Donetsk y Lugansk.
Esta sexta cláusula del Protócolo, extraída del ultimatum de Poroshenko el 20 de junio, podía entonces interpretarse como una garantía para la resistencia del sureste. Pero después de la comisión masiva de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad por las fuerzas gubernamentales y especialmente por las milicias paramilitares gubernamentales, registradas por la OSCE luego de la tregua del 20 de septiembre, esta cláusula se parece a una garantía de impunedad. Hoy en día, la comunidad internacional no sólo insiste en castigar los criminales de guerra como un primer paso hacia la reconciliación, pero también creó un tribunal internacional permanente para ser competente e intervenir cuando un gobierno se niega a juzgar sus criminales.
6. Liberación de los rehenes y de las personas ilegalmente detenidas en base al principio de “todos por todos”.
Esta es la quinta cláusula del Protócolo, también extraída del ultimatum de Proshenko de junio, e ignorando la propuesta de Putín, en septiembre, de un intercambio de prisioneros, más en conformidad con la existencia de un conflicto armado. Visto desde Kiev, cualquier persona capturada por los dichos “terroristas” es un rehén, y cualquier persona capturada por el gobierno es legalmente detenida. Visto desde Donetsk y Lugansk, igual como desde las convenciones internacionales (Giniebra notablemente), cualquier persona capturada combatiendo en uniforme con signos distintivos de un ejército constituído es un prisionero de guerra y tiene que ser protegido durante la guerra y liberado luego de ella, y cualquier presona capturada saqueando, violando o matando en prendas no identificables puede ser condenada en juicio, o trás el proceso adhoc expeditivo reservado para crímenes de mano armada en una zona de operaciones de combate. De todo modo, esta cláusula omite condenar la práctica gubernamental de torturar y matar a prisioneros de guerra, y luego capturar a civiles innocentes para intercambiarles por soldados gubernamentales capturados.
7. Mecanismo internacional para garantizar el acceso, la entrega, el almacenamiento y la distribución de ayuda humanitaria.
Esta cláusula es la única que marca un progreso respeto al Protócolo, donde la ayuda humanitaria era sencillamente confiada al gobierno que había provocado la catástrofe humanitaria para forzar el desplazamiento de población… de la cual un cuarto ya se fue.
8. Preparación del restablecimiento de relaciones financieras especialmente para el pago de beneficios sociales.
Esta cláusula es una simple declaración de intención, obviamente dictada por políticos occidentales pretendiendo que algunas dificultades administrativas o técnicas puedan haber causado más daño que la destrucción sistemática de la infraestructura vital o el uso pasivo de armas prohibidas.
9. Restablecimiento del control gubernamental ucraniano sobre la frontera internacional después de las elecciones.
Esta clausula es sólo una concesión hacia el gobierno ucraniano, el cual deniega los informes de control fronterizo de la OSCE y pretende que Rusia invade Ucrania trás la frontera.
10. Retiro de las unidades, los combatientes y las armas extranjeros, y desarmamiento de los grupos ilegales.
El retiro de la unidades, los combatiente y las armas extrajeros era mencionado en la octava cláusula del Memorandum, pero el criteria de grupos ilegales fue extraído de la décima cláusula del Protócolo, probablemente induciendo que cualquier grupo no gubernamental es ilegal.
11. Nueva constitución ucraniana decentralizada y ley definitiva sobre el estatuto regional para fines de 2015.
Está cláusula apunta a reducir el genocidio y la campaña de deportación a una disputa política.
12. Preparación conjunta de elecciones locales que serán controladas por la OSCE.
Esta cláusula elimina las elecciones presidenciales y parlamentarias que tuvieron lugar en Donetsk y Lugansk el 2 de noviembre, que la OSCE y sus estados miembros habían sido invitados a controlar.
13. Intensificación y multiplicación de la actividad del grupo de contacto trilateral.
Sin comentario.
Cabe mencionar que el Paquete no recuerda más la sexta cláusula del Memorandum prohibiendo minas, lo que es sorprendente luego de la destrucción de un autobus, el 13 de enero cerca de Volnovakha, por una mina antipersonal de efecto dirigido MOH instalada por las tropas gubernamentales. El documento ni siquiera condena o menciona el uso de armas prohibidas como fósforo blanco, bombas de racimo y subminiciones, lanza-cohetes múltiples…
Como ya he explicado, el Protócolo de Minsk era esencialmente el plano de Poroshenko del 20 de junio, un ultimatum a que la resistencia se rinda, apenas mejorado por algunas consideraciones políticas afirmando la inserción de las regiones del sureste dentro del marco institucional ucranianio post-22 de febrero de 2014.
El Memorandum corrigió el Protócolo irrealisable, y lo reemplazó por un acuerdo de cese-el-fuego pragmático reconociendo la línea de contacto real, que, de ser respetado por el gobierno ucraniano, hubiera podido traer una verdadera tregua. El Memorandum era un acuerdo de cese-el-fuego serio preparado luego de un estudio militar, el Paquete es un dictato político de espectáculo que niega los hechos tácticos y técnicos. El Paquete deshace el Memorandum, incorpora Donetsk y Lugansk en instituciones ucranianas futuras (por ende considerando una capitulación total de las repúblicas de facto), y anula la cláusula más importante del Memorandum reduciendo el retiro de las armas pesadas a un re-despliegue que dejaría las mayores ciudades dentro de su alcance.
El gobierno ucraniano ya anunció que no respetaría este documento, pero parece que fue escrito de modo de hacerlo inaceptable por la población de Novorusia.
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