Por Pepe Escobar
Una fuente diplomática de alto nivel en Europa ha confirmado a Asia Times que el gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, ha abordado enérgicamente a Beijing en un esfuerzo por interrumpir su asociación estratégica en múltiples frentes con Rusia.
Beijing no necesariamente prestará atención a este gesto político de Berlín, pues China está afinando su proyecto pan-Eurasiático de la Nueva Ruta de la Seda, que implica estrechar lazos comerciales y de negocios con Alemania y Rusia.
La táctica alemana revela aún más la presión por parte de los halcones del gobierno de Estados Unidos que tienen la intención de acusar y cercar a Rusia. Por todo lo que se ha dicho sobre la indignación de Merkel por la intervención de sus comunicaciones por parte de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, la canciller camina al paso que camina Washington. La verdadera “Indignación” no significa nada a menos que ella elimine unilateralmente las sanciones contra Rusia. En ausencia de tal respuesta por parte de Merkel, estamos frente a la táctica de negociación del chico bueno y el chico malo.
La conclusión es que Washington no puede tolerar una estrecha relación político/comercial entre Alemania y Rusia, pues esta amenaza directamente su hegemonía en el Imperio del Caos. Por lo tanto, toda la tragedia Ucraniana no tiene absolutamente nada que ver con los derechos humanos o la inviolabilidad de las fronteras. La OTAN le arrancó a Kosovo de Yugoslavia y Serbia sin siquiera molestarse en realizar una votación, como la que tuvo lugar en Crimea.
Mira esos S-500s
Paralelamente, se esta desarrollando otro cambio de táctica fascinante. Algunos sectores de Think Tanklandia en Estados Unidos – con sus amistosos lazos con la CIA – están ahora cubriendo sus apuestas sobre la Guerra Fría 2.0, por temor a haberse equivocado en lo que realmente sucede en el tablero de ajedrez geopolítico.
Acabo de regresar de Moscú, y hay la sensación de que la Oficina Federal de Seguridad y la inteligencia militar rusa se están hartando de las continuas provocaciones de Washington y la OTAN – desde el Báltico a Asia Central, desde Polonia a Rumania, de Azerbaiyán a Turquía.
Este es un extenso aunque parcial resumen de lo que se ve en toda Rusia como una amenaza existencial: la intención de Washington y la OTAN de bloquear el comercio y el desarrollo Eurasiático de Rusia; destruir su perímetro de defensa; y atraerla a una guerra convencional.
Una guerra no es exactamente una idea brillante. El sistema de defensa antimisiles ruso S-500 puede interceptar cualquier misil balístico intercontinental (ICBM por sus siglas en ingés), misil o avión de crucero existente. Los S-500s viajan a 15.480 millas por hora; alcanzar una altitud de 115 millas; viajan horizontalmente hasta 2.174 millas; y puede interceptar hasta diez misiles. Simplemente no pueden ser detenidos por cualquiera de los sistemas antimisiles estadounidenses.
Algunos del lado de Estados Unidos dicen que el sistema S-500 se está desplegando a marcha forzada, como una fuente de inteligencia estadounidense dijo a Asia Times. No ha habido confirmación por parte de Rusia. Oficialmente Moscú dice que el despliegue del sistema esta programado para el 2017. En definitiva, ahora o después: el espacio aéreo ruso será sellado. Es fácil sacar conclusiones.
Eso hace que la “política” de la administración Obama de promover una guerra de histeria, en conjunto con la imposición de sanciones y una guerra en el rublo y el petróleo contra Rusia, parezca el trabajo de un grupo de sub-animales.
Algunas personas adultas en la UE ya están viendo lo que se puede venir (a nivel nuclear). Las defensas convencionales de la OTAN son un chiste. Cualquier escalada militar – como está sucediendo ahora – es también un chiste, ya que estas podrían ser demolidas por las 5.000 armas nucleares tácticas que Moscú tiene a su disposición.
En caso de duda, intimida
Por supuesto que se necesita tiempo para convertir la actual mentalidad de Guerra Fría 2.0 que está en el ambiente, pero hay indicios de que los Amos del Universo están escuchando – como lo demuestra este artículo. Digamos que es la primera grieta (publica) en el hielo.
Asumamos que Rusia decide movilizar a cinco millones de tropas, y cambia su industria a producción militar. “Occidente” retrocedería tratando instantáneamente de establecer un entendimiento cordial. Y supongamos que Moscú decide confiscar lo que queda de la riqueza oligárquica mal habida. La tasa de aprobación de Vladimir Putin – que no está exactamente en mal estado – se elevaría al menos al 98%. Putin ha estado bastante limitado hasta ahora. Y aun así la demonización infantilmente histérica de su persona persiste.
Este es un escenario de escalada ininterrumpida. Revoluciones de color. El golpe del Maidan. Las sanciones; el “malvado” Hitler/Putin; Ucrania entra en la OTAN; bases de la OTAN por todos lados. Y ya en la realidad – como en el contra golpe de Crimea, y las victorias en el campo de batalla por los ejércitos de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk – se han descarrilado los planes más elaborados del Departamento de Estado de EE.UU. y la OTAN. Por encima de esto Merkel y el francés Francois Hollande se vieron obligados a entrar en un entendimiento cordial con Rusia – en Minsk 2 – porque sabían que sería la única forma de detener una mayor militarización de Kiev por parte de Washington.
Putin esta comprometido en esencia con a un muy complejo proceso de conservación y florecimiento de la historia y cultura de Rusia, con visos de paneslavismo y Eurasianismo. Compararlo con Hitler ni siquiera califica como una broma de jardín de infancia.
Sin embargo, no esperen que los neoconservadores en Washington entiendan la historia o la cultura rusa. La mayoría de ellos ni siquiera sobreviviría a un cuestionario sobre sus amados héroes Leo Strauss y Carl Schmitt. Además, su anti-intelectualismo y arrogancia excepcionalista crea sólo un espacio privilegiado para la intimidación descarada.
Un académico estadounidense, una de mis fuentes, envió una carta a Nancy Pelosi copiada a un conocido neo-con, el marido de Victoria, la reina de Nulandistan. Aquí está la respuesta del neo-con, a través de su correo electrónico de Brookings Institution: “¿Por qué no te vas (palabrota eliminada) tu?”. Otro caso gráfico de marido y mujer que se merece entre sí.
Por lo menos parece que hay cerebros conocidos en Beltway impulsando el combate contra la célula neoconservadora en el Departamento de Estado, las páginas editoriales infestadas de neoconservadores del Wall Street Journal y el Washington Post, un grupo de think tanks, y por supuesto a la OTAN, cuyo actual jefe militar, el general Breedodio (Breedlove), está trabajando duro en su imitación postmoderna del Dr. Strangelove.
La “agresión” rusa es un mito. La estrategia de Moscú, hasta ahora, ha sido puramente autodefensiva. Moscú avanzaría firmemente de forma instantánea hacia la cooperación estratégica con Occidente si Occidente entendiera los intereses de seguridad de Rusia. Pero si los viola – como en la provocación al oso – el oso va a responder. Un conocimiento mínimo de la historia revela que el oso sabe una o dos cosas sobre soportar el sufrimiento. Simplemente no se derrumba – o desaparece.
Mientras tanto, otro mito también se ha desmentido: Estas sanciones hirieron gravemente las exportaciones y los superávits comerciales de Rusia. Por supuesto que fueron heridas, pero son soportables. Rusia goza de una gran cantidad de materias primas y capacidad de producción interna en masa – lo suficiente como para satisfacer la mayor parte de la demanda interna.
Así que regresamos a la Unión Europea, Rusia y China, y todo lo que entre ellos está, en conjunto formarían el mayor emporio comercial en la historia a través de toda Eurasia. Eso es lo que Putin propuso en Alemania hace unos años, y eso es lo que los chinos ya están haciendo. ¿Y qué proponen los neoconservadores? Una guerra nuclear en suelo europeo.
Publicado el 6 de abril de 2015 en http://atimes.com
Be First to Comment