por Redacción de Agencia Central de Noticias de Corea
Pyongyang, 23 de diciembre (ACNC) – La Sociedad de Medidas de DDHH en el Sur de Corea de la República Popular Democrática de Corea hizo público el día 23 el informe de investigación sobre la violación de DDHH en 2016 en el Sur de Corea para denunciar 10 de un sinnúmero de los crímenes de ese tipo, cometidos por la horda traidora de Park Geun-hye en el año en curso.
Ante todo, el documento reveló el abominable secuestro colectivo.
El 5 de abril pasado, más de 10 ciudadanas norcoreanas, quienes trabajaban en el extranjero, fueron raptadas y llevadas en contra de su voluntad al suelo surcoreano, recuerda el informe y prosigue:
Para colmo, las autoridades títeres surcoreanas libraron una brutal “operación de sumisión” contra las secuestradas.
Por otra parte, las tentativas de despliegue de THAAD están acabando con la cuna de vida del pueblo surcoreano.
El THAAD, arma mortífera de guerra nuclear del imperio norteamericano, emite fuertes ondas electromagnéticas y ruido ensordecedor del motor que hacen tremendo daño a la vida del ser humano y al ambiente ecológico. Por esta razón, hasta el círculo militar norteamericano lo evalúa como “sistema con defectos fatales”.
Los crímenes anti-DDHH llevaron a la quiebra la vida poblacional.
Este año, debido a los actos corruptos y la impotencia de la camarilla de Park, la economía surcoreana cayó en el estado moribundo y la vida del pueblo llegó al nivel deplorable.
La “deuda estatal” llegó a un billón 170 mil millones de US$, cifra récord de la historia, y el número de las grandes empresas surcoreanas a punto de bancarrota se incrementó 37% en comparación con el año 2012.
Más de 2 mil empresas pequeñas y medianas, que se dedican a la producción de mercancías exportables, se colapsaron en colectivo produciendo el efecto dominó en la industria manufacturera en general donde ya se dieron a la quiebra más de 90 mil entidades.
El número de desempleados llegó a más de 4 millones 500 mil, 23. 3% más en comparación con 2013.
En el Sur de Corea hay nada menos que 10 millones de subempleados y la tasa de desempleados jóvenes marcó 34.2%, récord de la historia.
La medida de la camarilla de Park que cerró brusca y totalmente la Zona Industrial de Kaesong violó flagrantemente el derecho a subsistencia de muchos empresarios y obreros.
El asesinato del campesino Paek Nam Gi fue producto de la represión violenta y fascista.
Se ha desatado el pánico a la muerte en el Sur de Corea debido al incidente de esterilizante humidificador.
Bajo el pretexto de exterminar las bacterias existentes en el aire de la habitación, una empresa multinacional extranjera y los consorcios surcoreanos vendieron gran cantidad de esterilizantes que contienen sustancias químicas tóxicas.
Desde enero hasta finales de agosto de este año, el número de víctimas directas y muertos por el incidente se incrementó a 3 mil 204 y 693, respectivamente. A esa cifra, se añaden las víctimas potenciales que llegarían a 290 mil por lo menos y a 2 millones 270 mil al máximo.
El 12 de octubre pasado, el periódico surcoreano Hankook Ilbo dio a la publicidad que Chongwadae ha elaborado la “lista negra” de las figuras del círculo de literatura y arte y la remitió al Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo y a los órganos adscritos.
En esa lista estaban incluidos 9 mil 473 nombres de los literatos y artistas, quienes suscribieron la declaración en demanda de la abolición del “proyecto de ejecución” del gobierno referente a la ley especial de la tragedia del ferry Sewol o apoyaron la declaración sobre la situación referente al mismo incidente, y de los otros que votaron a favor de los candidatos de la oposición e independientes durante las pasadas elecciones presidenciales y las del alcalde de Seúl.
En suelo surcoreano se reportan sin parar los maltratos a la población infantil y los actos violadores de DDHH en el ejército títere.
Al hacer nulo el crimen de esclavitud sexual para el viejo ejército japonés, la banda traidora de Park hirió doblemente a las víctimas y manchó la dignidad y orgullo nacionales.
Este delito jamás tolerable es comparable con los crímenes cometidos por “5 traidores de Ulsa” que vendieron el país a los agresores japoneses.
Al fabricar la abominable “ley de DDHH del Norte”, cuya aprobación había sido suspendida en los años anteriores, los partidarios de Park tratan de manchar la imagen de la RPDC.
Pero, esa ley repugnante no da otro resultado que revelar los crímenes anti-DDHH de ellos mismos.
El expediente criminal anti-DDHH de este año de los títeres surcoreanos será registrado en la historia como la vergüenza más grande.
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