Thierry MEYSSAN el 12/04/2022
Apoyo occidental al nazismo (1933-1940)
El masivo apoyo de Estados Unidos y sus aliados a los banderistas ucranianos contra Rusia es comparable al apoyo del mismo bando en los primeros tiempos de la Alemania de Hitler contra la URSS. Recordemos que absolutamente todos los estados occidentales sin excepción creyeron, en un momento u otro, que los nazis eran la solución a la crisis económica de 1929. Sólo ellos parecían ofrecer una alternativa creíble al capitalismo. Por supuesto, casi todos ellos cambiaron de opinión cuando el peligro nazi se volvió contra ellos.
Como ejemplo, recordemos que el ministro francés de Asuntos Exteriores, Georges Bonnet, encantado con la política judía del Reich, propuso a su homólogo alemán, Joachim von Ribbentrop, deportar a los judíos franceses, polacos y alemanes a una colonia lejana, Madagascar [1]. El 6 de diciembre de 1938, el mismo Georges Bonnet firmó con Joachim Ribbentrop, ministro de Asuntos Exteriores del Reich, el Compromiso Franco-Alemán de Colaboración Pacífica.
El primer ministro británico Neuville Chamberlain organizó el Acuerdo de Múnich del 30 de septiembre de 1938, que liquidó Checoslovaquia en beneficio del Reich [2], mientras que el gobernador del Banco de Inglaterra, Montagu Norman, robó 27 toneladas de oro checoslovaco para ayudar a reforzar los ejércitos nazis [3].
O Prescot Bush, el padre del presidente George H. Bush y el abuelo del presidente George W. Bush, invirtió en 1940 en las fábricas del campo de prisioneros de Auschwitz (que sólo se convirtió en campo de exterminio en 1942) [4].
Tras la caída del nazismo, estas personas no fueron llevadas ante la justicia. Por el contrario, se intentó cerrar filas y olvidar estas felonías. ¡Tengamos cuidado de no repetir los mismos errores!
El papel de los ucranianos durante la Guerra Fría
Durante la Segunda Guerra Mundial, el teórico del nazismo Alfred Rosenberg y ministro del Este (Ostminister) encargó al letón Gerhard von Mende que organizara la adhesión de los pueblos de la URSS al Führer Adolf Hitler. Al hacerlo, ideó un modelo de manipulación de las minorías que fue retomado por la CIA tras la caída del Tercer Reich. Con la ayuda del Gran Mufti de Jerusalén, Amin al-Husseini, Von Mende creó escuelas para mulás en Gotinga y Dresde, hizo nombrar un Gran Mufti en Crimea y reclutó regimientos de las SS orientales. También fue el encargado del “nacionalista” ucraniano Stepan Bandera.
En Washington, los presidentes Truman y luego Eisenhower decidieron centrarse en la guerra psicológica contra los soviéticos. La CIA creó AmComLib (Comité Americano para la Liberación de los Pueblos de la URSS), que operaba Radio Liberty desde Munich. Recibió a Gerhard von Mende. Fue él quien propuso la creación de una mezquita en Múnich, que finalmente se confió a Said Ramadan (yerno del fundador de la Hermandad Hassan el-Banna) [5]. También fue él quien resolvió los problemas de Stepan Bandera y lo recicló al MI6 y a la CIA
Yaroslav Stetsko, antiguo adjunto de Stepan Bandera y primer ministro ucraniano impuesto por los nazis, fue, por instrucciones del Tercer Reich, uno de los fundadores del Bloque de Naciones Antibolchevique (ABN) durante la Segunda Guerra Mundial. Continuó con el ABN durante la Guerra Fría, esta vez para los Estados Unidos. Como tal, se convirtió en un pilar de la Liga Mundial Anticomunista (WACL) formada por la CIA [7].
El cuartel general de la ABN estaba en Múnich, desde donde Stepan Bandera y Yaroslav Stetsko realizaban operaciones de sabotaje en la URSS. El presidente de la ABN era el danés Ole Bjørn Kraft, antiguo presidente del Consejo del Atlántico Norte (la autoridad civil que dirigía las fuerzas aliadas). Se planificaron varias operaciones en colaboración con la CIA y el MI6, es decir, bajo la supervisión de Frank Wisner (abuelo de Nicolas Sarkozy por matrimonio) y Kim Philby. Pero este último traicionó a la Corona y pasó la información al KGB, que fracasó [8].
Uno de los colaboradores de Yaroslav Stetsko, Lev Dobriansky, llegó a ser embajador de Estados Unidos en las Bahamas, mientras que su hija Paula Dobriansky fue subsecretaria de Estado para la Democracia (sic) en la administración de George W. Bush. Fue la señora Dobriansky quien financió durante diez años estudios históricos destinados a hacer olvidar que el Holodomor, la gran hambruna que asoló Ucrania en 1932-33, también devastó Rusia y Kazajistán, y a hacer creer que fue decidido por Stalin para eliminar al pueblo ucraniano. Este mito es manipulado por los banderistas para hacer creer que los rusos odian a los ucranianos desde hace siglos. El Parlamento Europeo lo respaldó en 2008 [9]. Posteriormente, Paula Dobriansky ocupó altos cargos en la agencia Reuters y ahora trabaja en el Atlantic Council. Fue vicepresidenta de la NED durante el golpe de estado de Maidan.
El presidente Ronald Reagan y el vicepresidente George H. Bush recibieron a los banderistas, incluido Yaroslav Stetsko, en 1983 en la Casa Blanca [10].
Bandera fue asesinado por el KGB en 1955. Stetsko murió en 1986. Ambos están enterrados en el cementerio alemán de Walffriedhof.
El apoyo anglosajón a los yihadistas
En 1979, el presidente estadounidense Jimmy Carter autorizó la “Operación Huracán”. La idea era enviar a los yihadistas árabes, miembros de la Hermandad Musulmana, a Afganistán para luchar contra el gobierno comunista. Fue entonces cuando esta pequeña organización terrorista se convirtió en un verdadero ejército [11]. Una cosa llevó a la otra, de las guerras de Afganistán a las de Yugoslavia y Chechenia, y finalmente a Daesh en Irak y Siria [12].
Durante cuarenta años, todos los Estados miembros de la OTAN han sido invitados a proporcionar “asilo político” a los yihadistas “perseguidos” por las dictaduras árabes. Al menos 17 Estados aliados participaron en la “Operación Timber Sycamore”, suministrando armas por valor de miles de millones de dólares a los yihadistas [13] hasta que éstos amenazaron a Occidente. ¡Tengamos cuidado de no repetir los mismos errores!
Apoyo occidental a los banderistas ucranianos, la Ustasa croata y los neonazis bálticos
Durante la Guerra Fría, antiguos especialistas en represión nazi fueron integrados por Estados Unidos en su aparato antisoviético. Se recuerda, por ejemplo, al “Carnicero de Lyon”, Klaus Barbie, que se convirtió en jefe de la represión en Bolivia, o a Alois Bruner, que se convirtió en asesor especial del presidente sirio (antes del Baas) después de haber exterminado judíos en Austria, Grecia y Francia. Sin embargo, esto parece haber cesado con la disolución de la URSS.
Sin embargo, las milicias banderistas, ustachas y nazis surgieron en el espacio público con la disolución del Pacto de Varsovia y la independencia de los antiguos estados soviéticos. Obtuvieron el apoyo de los anglosajones en nombre de la colaboración de sus padres durante la Guerra Fría. Como ejemplos recordamos:
En Bulgaria, desde hace unos 15 años se celebra en Sofía un acto anual en memoria del general Hristo Lukov [14].
En Estonia, comenzó en 2009 con la devolución de las cenizas del coronel de las SS Alfons Rebane (el “Rommel estonio”), seguida de la colocación de una placa conmemorativa [15], cada vez con el firme apoyo del presidente Toomas Hendrik Ilves (él mismo funcionario estadounidense). El ministro de Defensa, Urmas Reinsalu, visitó la isla de Saaremaa en 2012 para participar en una ceremonia de la “Alianza de Combatientes por la Libertad de Estonia” (colaboradores nazis) y felicitar a los antiguos hombres de las SS por “liberar la patria”[16].
En Letonia, la presidenta Vaira Vīķe-Freiberga (1999-2007) afirma que los “SS fueron héroes de la lucha antisoviética”. Hizo cambiar los libros de texto de historia de las escuelas y autorizó actos de conmemoración de estos “héroes”. Letonia, donde una cuarta parte de la población es rusa, ha prohibido el uso del ruso en las escuelas secundarias. Además, junto con Estonia, construyó un muro en su frontera con Rusia en 2018[17].
En Bolivia, el MI6 se apoyó en la comunidad Ustasha croata para derrocar al presidente Evo Morales, en 2019[18].
El 18 de noviembre de 2020, la 3ª Comisión de la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución sobre “La lucha contra la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen a alimentar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia” (UN A/C.3/75/L.49). Todos los miembros de la ONU votaron “a favor”, sólo Estados Unidos y Ucrania votaron “en contra”. Todos los miembros de la OTAN y la Unión Europea se abstuvieron.
El agente de la OTAN que se queda atrás, Dmitryo Yarosh.
Las mismas causas producen los mismos efectos
El 8 de mayo de 2007, en Ternopol (Ucrania occidental), grupos nazis e islamistas crearon un “Frente Antiimperialista” para luchar juntos contra Rusia. Participaron organizaciones de Lituania, Polonia, Ucrania y Rusia, incluidos separatistas islamistas de Crimea, Adiguesia, Daguestán, Ingushetia, Kabardino-Balkaria, Karachaevo-Cherkessia, Osetia y Chechenia. Dokka Umarov, emir de Chechenia, considerado por las Naciones Unidas como miembro de Al Qaeda, no pudo asistir debido a las sanciones internacionales. El Frente está presidido por Dmytro Yarosh, que fue a luchar a Chechenia. Junto con Andriy Biletsky, el “Führer Blanco”, creó el Sector Derecho, que lideró la revolución de EuroMaidan, y más tarde el Batallón Azov. Desde el 2 de noviembre de 2021, es asesor del comandante en jefe del ejército ucraniano, el general Valerii Zaluzhnyi.
El 7 de abril de 2022, el Presidente Zelensky habló ante el Parlamento griego. Durante su discurso reprodujo un breve vídeo. Un ucraniano de origen griego se presentó como miembro del regimiento Azov y elogió la lucha de su facción contra los rusos.
Desde la disolución de la URSS, Ucrania ha revivido sus viejos demonios. Se han cambiado los libros de texto de historia de las escuelas. Desde hace treinta años, a los niños se les enseña en la escuela que su país sólo fue independiente gracias a los nazis y que no tienen genes en común con los rusos, esa raza inferior. Cada año, decenas de miles de niños y adolescentes asisten a los “campamentos de verano” de los banderistas, al igual que las Juventudes Hitlerianas. Cantan su lema: “Gloria a Ucrania”. Estos jóvenes, chicos y chicas, encuentran hoy asilo en la Unión Europea. Mañana, al igual que sus aliados de la Hermandad Musulmana, algunos de ellos cometerán atentados allí.
Los Bandéristes ya están reclutando cadetes en Canadá, Francia, Alemania, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos, y ahora oficiales en las academias militares de estos países. Para ello, han creado, en 2019, una orden secreta, Centuria, que difunde su ideología. Esta orden se opone a los procedimientos democráticos y al sufragio universal. Sus miembros recitan la “Oración de los nacionalistas ucranianos”, escrita por Josef Mashchak en el periodo de entreguerras. Exhiben la Cruz del Sol danesa y multiplican las referencias a la Orden de Thule, a la que pertenecían muy altos dignatarios nazis. Los ejércitos occidentales no se tomaron en serio esta amenaza. Esta ideología, al igual que la de los Hermanos Musulmanes en Oriente Medio, se extiende como un reguero de pólvora.
La bestia inmunda ya está aquí, entre nosotros.
¿Cómo podemos estar tan ciegos?
Thierry MEYSSAN
Asesor Político, Presidente-fundador de la Red Voltaire.
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