por Stephen Lendman. En Stephen Lendman. Traducción de Comunidad Saker Latinoamérica
Washington y Arabia Saudita están librando una guerra terrorista contra Yemen, civiles indefensos son los más perjudicados de todos, una situación deplorable que recibe escasa atención de los medios occidentales, incluso sobre su devastadora crisis humanitaria.
Las fuerzas especiales estadounidenses están operando encubiertamente en el país, simulando estar combatiendo a ISIS y otros terroristas que Washington apoya, pero haciéndolo contra los combatientes huti, exacerbando las condiciones de crisis.
Reprieve, con sede en el Reino Unido, puso sobre la palestra la guerra de drones de Trump contra el país, donde fue escalado enormemente lo que Bush/Cheney empezaron, y Obama, con su agresión, continuó.
Durante su mandato, Obama llevó a cabo 563 ataques contra Yemen, en su mayoría ataques aéreos con aviones no tripulados, diez veces más que Bush/Cheney, según la Oficina de Periodismo de Investigación.
Desde que asumió hace un año, Trump aumentó los ataques aéreos contra Yemen seis veces durante 2016 -por drones y aviones de guerra, según CENTCOM.
Pretendiendo que están combatiendo el terrorismo, en enero hubo 131 ataques tripulados y no tripulados.
El 1º de febrero 10 más ataques ocurrieron: bombardeos terroristas de drones, cañoneras AC-130 y cazabombarderos. El número de víctimas civiles después de casi tres años de guerra supera con creces los números oficiales.
Solamente considerando los ataques con drones, éstos aumentaron mucho desde que Trump asumió el cargo, en Afganistán, Pakistán, Somalia y Yemen, explicó Reprieve.
Hasta el momento, la guerra de drones de Trump causó más pérdidas de vidas en los países seleccionados que durante el mandato de Obama, informó el grupo, y agregó:
“Bajo Trump, la ilegal guerra de drones de Estados Unidos se ha expandido aún más en todo el mundo”. ¿A qué nuevos países tiene la intención de atacar? ¿Cuánta más muerte y destrucción tienen en mente?
Él “incrementó y amplió los ataques con drones … debilitando sistemáticamente los resguardos contra ellos”, en operaciones sin interrupción, según Reprieve.
“Incluso las personas que no se considera que representan una ‘amenaza continua e inminente’ pueden ser blanco de muerte sin juicio”.
Trump está llevando a cabo un programa secreto de asesinato -asesinato por drones, aviones de combate y operaciones terrestres.
Él “lo aprobó casualmente durante la cena”, dijo Reprieve, ajeno a la devastadora factura humana. Bajo Obama, una “lista de asesinatos” fue compilada.
Obama dirigió una agenda de la administración Asesino, Inc., nombrándose a sí mismo juez, jurado y verdugo, apuntando a cualquier persona en cualquier lugar, los ciudadanos estadounidenses son vulnerables de la misma manera que lo son los ciudadanos extranjeros.
Trump intensificó su agenda de asesinatos. “el blanco a ser asesinado… resultó ser cualquier cosa menos el blanco”, explicó Reprieve, y agregó:
“Los propios documentos filtrados de la CIA admiten que Estados Unidos a menudo no sabe a quién está matando, y que los líderes militantes representan sólo el 2% de las muertes relacionadas con los drones”.
Incontables cantidades de civiles indefensos han sido asesinados a sangre fría, incluidas numerosos mujeres y niños, víctimas de la crueldad de los Estados Unidos.
“En numerosos intentos de matar a un individuo, la CIA mató a 76 niños y 29 adultos, mientras que fallaron totalmente en asesinar a su objetivo. Para esquivar el problema de las bajas civiles, todos en la zona de ataque fueron clasificados como combatientes “, explicó Reprieve.
Cuando Trump asumió su cargo, las cosas se intensificaron dramáticamente -“ejecuciones a escala industrial, enormemente ampliadas tanto en escala como en insensibilidad, llevadas a cabo sin tener en cuenta la vida humana o los derechos humanos”, dijo Reprieve.
Su agenda refleja “brutalidad descabellada”, su guerra de terror que comete interminables y desenfrenadas atrocidades en múltiples teatros de guerra.
Él es el último de una larga lista de presidentes belicistas de EEUU, excediendo al peor de sus predecesores después de un año en el cargo.
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