La Verdadera Historia Sobre Iran, EE.UU., Rusia y China

por Pepe Escobar

La verdadera historia es, y seguirá siendo, como Iran, la potencia clave en el Suroeste Asiatico, va a posicionarse en el ininterrumpido ballet entre EE.UU., Rusia y China. este es uno de los vectores clave del Nuevo Gran Juego en Eurasia.

La verdadera historia nunca fue sobre cómo el belicista Primer Ministro Israelí Bibi Netanyahu, un líder extranjero, burdamente usaría el Castillo de Naipes, lo siento, Congreso de los EE.UU., como un pobre pulpito de intimidación para la reelección y así moldear la presidencia de Estados Unidos y la política exterior de Estados Unidos.

Una indicación gráfica es que mientras que “Bombardear Irán” Bibi estaba destilando su arenga de 39 minutos en Washington, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el ministro de Relaciones Exteriores iraní Javad Zarif se reunían en su tercera ronda de negociaciones nucleares en Montreux.

La verdadera historia es también en parte sobre esta perenne ópera de jabón – el expediente nuclear iraní. A finales de este mes será la fecha límite para alcanzar un acuerdo marco, y para junio – siendo optimistas – un acuerdo final integral.

Lo que está en juego al más alto nivel ha sido conocido por todos los grandes jugadores por años. Teherán no se conformará con nada menos que una rápida eliminación del desagradable e ilegal paquete de sanciones. Sin embargo, Washington, bajo la nube de la la administración Obama descrita por el mismo como “No hagas cosas estúpidas”, sigue cambiando los postes de la meta a medida que avanzan las negociaciones.
La última es una demanda por parte de Obama para una suspensión de 10 años de la actividad nuclear iraní. Zarif la catalogó de “ilógica” y “excesiva”.

Bueno, tan ilógica como la paranoia de marca exhibida por el combo habitual de estadounidenses neoconservadores y la extrema derecha. Compárenlo con cómo el líder supremo Ayatolá Jamenei de Irán se refiere a la energía nuclear – con todas sus implicaciones; esto también ha sido registrado por años y cualquiera puede verlo.

China, Rusia y el Plan B

A diferencia del régimen Cheney, el gobierno de Obama parece haber llegado a una conclusión lógica – facilitada por el extenso juego del Pentágono; Washington no puede destruir el programa nuclear de Irán – a menos que use armas nucleares.

A lo largo de la mayor parte de la década pasada, este fue el Plan A. El Plan B es el de las “negociaciones” interminables, que se reduce a la colocación de una serie de restricciones al programa nuclear de Irán a cambio de un aún muy dudoso fin a las sanciones.

Sin embargo, el verdadero objetivo de los Maestros del Universo que controlan el juego de sombras en el eje Washington/Wall Street es la gestión de la decadencia imperial. Eso implica, en el Suroeste de Asia, un empuje al renovado Divide y Vencerás, con Turquía, Irán, Arabia Saudita e Israel.

Algunos jugadores clave en Washington están cada vez más impacientes con la Casa de Saud – la que con su estrategia de bajo precio del petróleo bombardeó la industria Estadounidense del petróleo/gas de esquisto. A otros les preocupa que Turquía – después de acordar el clave Gasoductistan, Turk Stream – se esté desviando hacia Rusia. De allí la opción de en algún modo reintegrar a Irán en una colaboración con Occidente, si no cercana, al menos que brinde negocios rentables para las empresas occidentales.

Mientras tanto, Rusia y China no están paradas sin hacer nada, pues son una parte importante del equipo de negociación P5 + 1 con Irán. Ambas naciones BRICS pueden – y lo hacen – utilizar a Irán como palanca en como negocian con la potencia hegemónica, encontrando siempre la manera de socavar el “pivote hacia Asia” de EUA.

Tan pronto como las relaciones con Irán se normalicen, Teherán será admitida en la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS); actualmente goza de la condición de observador. Washington teme a este movimiento – ya que esto hará avanzar la integración euroasiática de Irán, y consolidará un eje político/comercial Moscú-Teherán-Beijing.

Rusia ya hace muy buenos negocios con Irán – desde plantas nucleares hasta la venta de armas. Ningún acuerdo de Estados Unidos con Irán ocurrirá sin la aprobación tácita de Rusia – y los americanos lo saben. Pekín, por su parte, tiende a aferrarse al status quo – como en no desear que Teherán esté más cerca de Occidente porque eso significaría una potencia hegemónica más libre en su modo “pivotando a Asia”, la cual China, correctamente, identifica como contención.

Más adelante en el camino, Teherán puede utilizar un acercamiento con Occidente para incrementar su poder de negociación con Beijing. Suponiendo que se alcance un acuerdo este verano, Teherán estará en una excelente posición para obtener concesiones – en la economía, la seguridad, la defensa – de sus socios chinos. Pero el nombre del juego sigue siendo la integración euroasiática.

El califato, “nuestros” bastardos

En cuanto al vociferante Bibi, lo único que le quedaba era intentar una vez más venderle a Washington una guerra elegida por israelí contra una Irán demonizada para el olvido. Esto no despegó – por lo tanto los sospechosos habituales, el lobby AIPAC, sin rodeos le ordenó a sus tropas de choque decirle al Castillo de Naipes, perdón, al Congreso de los Estados Unidos, que la guerra es la paz, y que cualquier acuerdo nuclear es un pacto con el diablo. Como sostiene Trita Parsi, la verdadera “amenaza existencial” para Bibi es la paz.

Una vez más, la verdadera historia aquí no es un Irán nuclear; es la posibilidad de una distensión entre EE.UU. e Irán, donde el control de Israel sobre la política exterior de EE.UU. ya no está blindado.

Como era de esperar, Bibi clasificó como fuerzas del mal acechando en su “vecindario” a todo el mundo desde Irán y el “Líbano” (se refería a Hezbolá) hasta la Siria de Assad y Hamas. Pero no a ISIS/ISIL/Daesh. Es decir, que un Irán no nuclear es una amenaza mayor a la civilización que el falso, adicto a la decapitación Califato.

Defendiendo tal visión del mundo Bibi ni siquiera califica como un extra en “Castillo de Naipes” – la de Netflix. Mientras tanto, la verdadera historia de Israel – la ocupación/apartheid ilegal impuesto sobre Palestina – continúa, opacado por la pandilla habitual de sonámbulos en el Castillo de Naipes allanado por Bibi, lo siento, el Congreso de Estados Unidos.

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Publicado el 04 de marzo de 2015 en http://sputniknews.com/

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