por Pablo Jofré Leal. En HispanTV
Con el paso de los días, el análisis fino de las declaraciones y acciones de los actores involucrados, queda más claro que la operación de infiltración de un comando sionista en la Franja de Gaza, el día domingo 11 de noviembre, no contó con la autorización del primer ministro del régimen israelí Benjamín Netanyahu.
La operación de asesinato selectivo fue una decisión del ahora renunciado ministro de asuntos militares Avigdor Lieberman, con pretensiones de suceder a Netanyahu y en connivencia con el régimen saudí.Lieberman, colono judío de origen moldavo que llegó a Israel el año 1978 desde la ex república Soviética comenzó poco a poco a escalar en la vida política israelí, a partir de una postura ultranacionalista que lo llevó a comandar uno de los partidos más extremos de la entidad sionista: Israel Nuestra casa (Yisrael Beitenu) que congrega gran parte de los votos de línea dura de la inmigración judía desde la antigua Unión Soviética.
Lieberman: El Modelo Nacionalsionista
Lieberman se caracteriza por sus opiniones racistas y extremas – habita en la colonia judía sionista de Nokdim en la ribera occidental ocupada. Con ideas que implicaron en su momento, el llamado a asesinar al fallecido líder palestino Yaser Arafat, bombardear Teherán, Beirut y aplastar Cisjordania “hasta no dejar piedra sobre piedra, destruir todo. Objetivos civiles einfraestructura”. Lieberman que ocupaba la cartera de Asuntos Militares en el gabinete del premier israelí desde el año 2016 se ha caracterizado por tener una línea extremista respecto a la manera de enfrentar a la resistencia palestina.
Lieberman es partidario de decapitar a aquellos “árabes-israelíes que sean desleales a Israel”. Como también no dejar piedra sobre piedra destruir todo. Bombardear Irán, como también Beirut. Propulsor del llamado Plan Transfer que consiste en trasladar a Jordania u otros países árabes a todo habitantes árabes que vivan en Israel y los territorios ocupados. Un Lieberman con opiniones tales como “Sería mejor ahogar a los palestinos en el Mar Muerto, si fuera posible, puesto que es el punto más bajo del mundo”. Ideas y prácticas similares a las expresadas por los partidarios del nacionalsocialismo hitleriano, que implementó una política de exterminio del pueblo judío, tal como el sionismo lo concreta con el pueblo palestino. Una paradoja cruel que asimila el nacionalsocialismo con el nacionalsionismo.
En octubre del año 2016 a pocos meses de su toma de posesión como Ministro de Asuntos Militares – en una polémica entrevista dada al periódico palestino Al Quds, Lieberman dio claves respecto a su pensamiento al sostener “En Gaza, como en Irán, quieren eliminar el Estado israelí… Si empiezan una nueva guerra contra Israel, será su última guerra. Quisiera enfatizar una vez más: será nuestro último enfrentamiento porque los eliminaremos por completo”, sentenció en aquella oportunidad destacando quienes eran su grandes enemigos al que sumó posteriormente a Hezbolá.
En la agenda política y militar de Lieberman ha estado permanentemente el tema bélico contra Hamas, la República Islámica de Irán y Hezbola. Ha sido su carta de presentación y su punto de encuentro con regímenes como el saudí, que en pos de sus planes regionales contra Irán ha sido capaz de traicionar al pueblo palestino y sus organizaciones políticas y estrechar lazos con la entidad sionista, coordinando encuentros de sus servicios de inteligencia, apoyo a grupos terroristas takfiri y operaciones de desestabilización contra Irán al cual acusan de apoyar a las fuerzas populares en Yemen que se oponen a la agresión saudí. Para Riad y Tel Aviv el eje de la Resistencia, liderado por Irán les quita el sueño, es su gran peligro en sus afanes de agresión en Oriente Medio.
Es este Lieberman el que aprovechó la visita de Netanyahu a Francia producto de la conmemoración del centenario del fin de la Primera Guerra Mundial, para torpedear los intentos de negociación que se estaban trabajando entre el gobierno de Netanyahu y Hamas, bajo los auspicios de la ONU y Egipto. Este Lieberman junto al sector más belicista del ejército sionista dio paso a la ejecución de una operación militar a concretarse al interior de la Franja de Gaza. Una acción destinada a ejecutar un asesinato selectivo o el secuestro del comandante de las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, el Sheij Nur Baraka. La acción de infiltración fue descubierta y se generó un enfrentamiento que originó el asesinato del líder militar palestino y la estampida del comando israelí.
En el combate posterior a la muerte del Sheij Baraka, las fuerzas de la resistencia abatieron al jefe del Comando Sionista, un Teniente Coronel – identificado por Israel como M – e hirieron a otros tres soldados que tuvieron que ser evacuados en una operación de rescate al Hospital Soroka de Beer Sheva, en las inmediaciones de la Franja de Gaza. Esto, tras un intenso bombardeo aéreo y de artillería israelí, que fue la causante de la muerte de seis palestinos y la reacción de la resistencia de utilizar sus cohetes Qassan y su lanzamiento contra los asentamientos ubicados en la Palestina Histórica. Hechos que demuestran que las fuerzas y organizaciones palestinas no originaron este enfrentamiento, como gran parte de los medios de información occidentales consignaron, repitiendo desvergonzadamente el comunicado del ejército israelí como fue el caso del gobierno estadounidense que leyó integro el parte militar sionista ante los medios estadounidense. Conducta clásica y vergonzosa, que muestra el alineamiento de una prensa genuflexa y dominada por los grandes capitales sionistas.
Sionista que renuncia Sirve para Otra Elección
El fracaso de la operación autorizada por Avigdor Lieberman y los efectos causados generaron la inmediata reacción de Netanyahu quien decidió suspender su visita a Francia y volver a Tel Aviv donde comenzó la labor de convencer a Egipto que retomara el trabajo de negociación y lograr un alto al fuego, en momentos que el régimen israelí es sometido a fuertes críticas internacionales por las muertes de centenares de palestinos desde el 30 de marzo del 2018 hasta hoy en el marco de las Marchas Por el Retorno que ha significado el uso de francotiradores en la valla que separa la Franja de gaza de los territorios ocupados de la Palestina Histórica, responsables del asesinato de 232 palestinos, todos ellos manifestantes cuyas armas han sido sus cuerpos, piedras y neumáticos contra balas, drones, tanques y bombardeos
La decisión del alto al fuego, unido a la tensa relación entre Netanyahu sobrepasado por un Lieberman decidido a bombardear Gaza y generar un combate que implicara la irrupción en el territorio gazetí terminó, este miércoles 14 de noviembre, con la renuncia del colono moldavo de sus labores como Ministro de Asuntos Militares. Decisión refrendad además, tras la filtración que la operación militar fracasada en la Franja de Gaza, había contado con el acuerdo entre Lieberman y Muhamad bin Salman, quien habría solicitado una operación de este tipo para desviar la atención cobre el caso del asesinato del periodista saudí en el consulado de ese país en Estambul, Jamal Jashoggi y que tiene al Príncipe heredero entre las cuerdas.
En principio el acuerdo contemplaba el beneplácito de Netanyahu tras recomendación de un comité de crisis de la monarquía, conformada por funcionarios de la corte, del ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa, además del Istakhbarat – General Intelligence Directorate- Tras convencerse que Netanyahu buscaría un proceso de negociación bajo el auspicio del gobierno egipcio y la ONU, Mohamad bin Salman decidió recabar el apoyo del más extremista de los ministros del régimen de Netanyahu El acuerdo, probablemente implicaba llevar la guerra a la Franja de Gaza y que a la hora de las próximas elecciones Riad apoyaría la candidatura de Avigdor Lieberman.
Según fuentes recabadas por el portal Middle East Eye, el Comité de Crisis recomendó a Bin Salman que una acción militar e incluso una guerra contra el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en la bloqueada Franja de Gaza podría ayudar a desviar la atención y críticas que el Congreso estadounidense ha expresado sobre Arabia saudí y bin Salman en específico, reenfocándose en fortalecer la alianza estratégica que Washington tiene con Riad en materia de los intereses imperialistas en la zona.
La jugada estaba servida. Los actores en sus puestos, sin embargo, no se contaba con la respuesta de la resistencia palestina que desmoronó esta operación y sobre todo, mostró un grado de respuesta militar que el sionismo no esperaba: la muerte del líder del comando israelí, heridas a tres de los miembros del equipo. La destrucción de un bus militar y sobre todo la eficacia del 755 de los 450 cohetes Qassan lanzados sobre objetivos israelíes. A Netanyahu no le quedó más que aceptar una tregua que dio pié al segundo plan de instalación de Avigdor Lieberman como próximo candidato a Primer Ministro en las elecciones del próximo año. Un Netanyahu con bajos índices de aprobación que ha significado, según encuestas efectuadas estos días, que un 74 % de la población desaprueba el manejo que ha hecho de la situación en Gaza, cifras que pretenden ser capitalizadas por Lieberman.
Efectivamente. Lieberman tras declarase la tregua señaló que renunciaba su cargo por “diferencias irreconciliables” con Netanyahu en virtud que el alto al fuego alcanzado con las organizaciones palestinas. Considerada por Lieberman “como una sumisión al terror. Una capitulación ante el terrorismo. Estamos comprando tranquilidad a corto plazo al precio de graves daños a largo plazo para la seguridad nacional”. Al mismo tiempo que renunciaba daba a conocer su carta bajo la manga al señalar que era necesario convocar a elecciones anticipadas – recordemos que las legislativas están señaladas para noviembre del año 2019 – Con la salida de Lieberman del gabinete, el régimen de Netanyahu reduce su mayoría a sólo un parlamentario y además, según se señaló desde su administración al medio Times of Israel “se haría cargo de la cartera de asuntos Militares sin necesidad de celebrar elecciones en momentos en que no hay problemas de seguridad”. Una salida que según medios israelíes se venía tejiendo desde marzo de este año al inicio de las Marchas Por El retorno de los habitantes de Gaza.
El panorama político israelí se presenta complicado para el actual Primer Ministro toda vez que a las acusaciones de haber aceptado sobornos, haber ejecutado fraudes desde su cargo y abusos de confianza tendrá un duro contendiente en el renunciado Lieberman que pretende aglutinar a los extremos de los partidos religiosos y movimientos ultranacionalistas israelíes, que no ven con buenos ojos las negociaciones con Palestina y cuya expresión más visible fueron las barricadas levantadas por colonos sionistas en oposición al cese del fuego, exigiendo operaciones militares más intensas contra territorio gazetí. Lieberman aprovechará este punto, catalizara el descontento con Netanyahu y fortalecerá un clima de temor, apoyado en esto por las propias acciones de desestabilización regional llevada a cabo por el régimen saudí. El contubernio está tejiendo sus redes Pero también deberá contender con los propios críticos dentro de los líderes de los colonos que lo consideran también un político blando”Lieberman es el peor ministro de asuntos militares defensa que Israel ha tenido”, tuiteó Bezalel Smotrich, del partido Habayit Hayehudi, uno de los líderes más efectivos del movimiento de colonos. Qué ironía consignó el diario israelí Haarezt.
Avigdor Lieberman, aquel viejo portero de una discoteca en Chisinau, la capital de Moldavia, el trabajador hidráulico devenido en colono tras emigrar a tierras palestinas ocupadas el año 1978 y político de partidos extremos, busca hoy el cetro del sionismo. Un objetivo que no augura nada bueno para el pueblo palestino, que en el caso específico de la Franja de Gaza podría verse enfrentado – en caso de triunfo de este colono extremista en una contienda electoral para primer ministro – a una agresión aún más criminal que aquella del año 2014 que generó 2.500 muertos, 10 mil heridos y al destrucción de gran parte de su infraestructura. Lieberman pretende ser el verdugo de Gaza, el que de la solución final a los deseos sionistas de exterminar al pueblo palestino. En este juego de tronos la víctima evidente es la sociedad palestina y sus deseos de autodeterminación.
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