por Paul Craig Roberts. En Instituto para la Economía Política. Traducción de Comunidad Saker Latinoamérica
El asalto del New York Times contra los estadounidenses blancos, sobre lo cual escribí ayer (https://www.paulcraigroberts.org/2020/02/11/the-new-york-times-assault-on-white-americans/), no es exclusivo del New York Times. Los blancos son los objetivos de las Políticas de Identidad, la ideología política del Partido Demócrata. La demonización de los blancos es el foco principal de los “Estudios Negros” en universidades y escuelas. Los anuncios publicitarios de las corporaciones ahora participan en ataques contra etnias blancas, como este anuncio de Scandinavian Airlines: https://youtu.be/ljtFEMAfQ_E.
Para no quedarse fuera de la diversión de golpear a los blancos, Public Broadcasting Service anunció que la película de propaganda, “La larga sombra” (http://thelongshadowfilm.com), se transmitirá 697 veces en 176 estaciones y canales de PBS en el 70% de los Estados Unidos.
“La larga sombre” es una película ignorante o intencionalmente propagandística. La premisa es que el racismo institucional anti-negro impuesto por los blancos, “guiado por la poderosa influencia política del Sur, estable, deliberada y, en ocasiones, secretamente, estableció el privilegio blanco en nuestras instituciones, leyes, cultura y economía”. Esta es una mentira asombrosa. La esclavitud era universal. Los musulmanes tenían millones de esclavos blancos obtenidos de incursiones en ciudades costeras europeas. ¿Fue este “racismo musulmán contra blancos, guiado por la poderosa influencia del Islam”, o fue la apropiación de la mano de obra, como lo fueron las cuotas feudales o el moderno impuesto a los ingresos del trabajo? ¿Cómo es que la esclavitud es solo algo que los blancos hicieron a los negros, y no algo que los musulmanes hicieron a los blancos, o los negros a negros? Como lo asegura el registro histórico, el comercio de esclavos negros se originó en África en la guerra de esclavos del rey negro de Dahomey contra otras tribus negras.
Cuando los blancos tenían a los blancos como esclavos, ¿era este racismo impuesto por los blancos contra blancos, anti-blanco?
Estas preguntas son cuidadosamente evitadas por la película “La larga sombra”, por el Proyecto 1619 del New York Times, por “Estudios Negros” y por las políticas de identidad, de la misma manera que la pregunta: ¿de dónde vinieron los esclavos negros?
La respuesta es que vinieron del reino negro de Dahomey.
¿Significa esto que los negros, “guiados por la poderosa influencia del rey negro, impusieron el racismo anti-negro e institucionalizaron este racismo en las leyes de Dahomey y en la institución africana local de la trata de esclavos negros?”
¿Qué pasa con los traficantes de esclavos judíos? ¿También son responsables de institucionalizar el racismo?
¿Por qué la esclavitud solo arrojó el mal sobre América y no sobre Grecia, Roma, Europa, el mundo musulmán y el África negra? ¿Qué tipo de juego de mierda están jugando PBS, el New York Times, políticas de identidad, Estudios Negtros, distritos escolares y corporaciones?
¿Cómo es que la esclavitud es racismo blanco cuando cada raza ha tenido esclavos?
Según la propaganda de “La larga sombra”, las que hicieron el film son dos “hijas privilegiadas del Sur, que estaban turbadas por el pasado de sus familias esclavistas” e hicieron la película como un acto de exorcismo. La esclavitud en los Estados Unidos terminó hace más de un siglo y medio. ¿Alguien realmente cree que hoy, después de 55 años de preferencias de las minorías en el ingreso a la universidad y el empleo, dos personas en el siglo XXI están arrepentidas por una característica de la sociedad de un antepasado en el siglo XIX? ¿Qué sentido tiene esto?
¿Qué tiene de malo el New York Times, el PBS, las universidades y los demócratas que no pueden comprender que para los Estados Unidos la esclavitud era una institución heredada, no creada por los Padres Fundadores o por los sureños?
La respuesta es que están decididos a no entender nada. La intención es demonizar a los blancos.
Si los judíos son demonizados, es discurso de odio y antisemitismo.
Si los negros son demonizados, es discurso de odio y racismo.
Pero cuando los blancos son demonizados, está bien, pero no está bien que los blancos protesten por su demonización. Entonces, ¿cómo existe el privilegio blanco cuando los blancos son la única raza cuya demonización es alentada y, si los blancos protestan, se considera como prueba de que son supremacistas blancos impenitentes?
La demonización de los blancos está tan fuera de control que hoy en día los blancos estadounidenses y europeos están demonizados peor que los judíos fueron demonizados en la Alemania nacionalsocialista. Nada bueno puede venir de esto. Las mujeres suecas ya están pagando un precio enorme (https://www.paulcraigroberts.org/2020/02/09/swedish-government-aligned-firmly-with-migrant-invader-rapist-murderers-against-swedish-women/).
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