¡Alguien que le consiga un pañuelo a la OTAN!
por Pepe Escobar
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El doble frente de ataque –guerra en el precio del petróleo/ataque al rublo– dirigido a destruir la economía rusa y convertirla en un vasallaje de recursos naturales occidental ha fracasado.
Los recursos naturales también fueron la razón esencial para tratar de reducir a Irán a un vasallaje occidental. Nunca tuvo nada que ver con que Teherán desarrollara un arma nuclear, la cual fue prohibida por el Líder de la Revolución Islámica, el Ayatolá Jomeini, y el Líder Supremo Ayatolá Jamenei.
El “Nuevo Gran Juego” en Eurasia siempre se trató del control de las tierras eurasiáticas. Contratiempos menores en el proyecto de la élite estadounidense no tienen porque significar que el juego vaya a limitarse a una simple “guerra de desgaste“. Más bien lo contrario.
Todo es acerca del AGI
En Ucrania, el Kremlin ha sido más que explícito en que hay dos líneas rojas definitivas. Ucrania no se unirá a la OTAN. Y Moscú no permitirá que las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk sean aplastadas.
Nos estamos acercando a un momento potencialmente explosivo –en junio, cuando la sanciones de la UE expiran. Una UE en crisis, pero todavía esclavizada a la OTAN (vean el patético convoy “Marcha de los Dragones” desde el Báltico a Polonia o el fanfarrón ejercicio “Resolución Atlántica” de la OTAN) puede decidir ampliarlas, e incluso tratar de excluir a Rusia del SWIFT.
Sólo los tontos creen que Washington va a arriesgar vidas estadounidenses en Ucrania o incluso Polonia. Sin embargo, vamos a hacer un ejercicio de imaginación. Si alguna vez ocurre lo impensable –una guerra entre la OTAN y Rusia en Ucrania– los círculos de defensa rusos están seguros de su superioridad convencional y nuclear en mar y tierra. Y el Pentágono lo sabe. Rusia haría pedazos a las fuerzas de la OTAN en cuestión de horas. Y luego vendría una dura elección para Washington: aceptar la ignominiosa derrota o escalar el conflicto utilizando armas nucleares tácticas.
El Pentágono sabe que Rusia tiene las capacidades de defensa aéreas y de misiles para contrarrestar cualquier cosa que incluya el Ataque Global Inmediato (AGI) Estadounidense. Al mismo tiempo, sin embargo, Moscú está diciendo que preferiría no utilizar estas capacidades.
El Mayor General Kirill Makarov, jefe adjunto de la Fuerza de Defensa Aeroespacial de Rusia, ha sido muy claro sobre la amenaza del AGI. La nueva doctrina militar de Moscú de diciembre de 2014 califica al AGI, así como a la actual escalada militar de la OTAN como las dos principales amenazas a la seguridad de Rusia.
A diferencia de la ininterrumpida jactancia/demonización por parte del Pentágono y la OTAN, lo que los círculos de defensa rusos no necesitan anunciar es que en este momento están dos generaciones por delante de los EE.UU. en su armamento avanzado.
La conclusión es que mientras el Pentágono estaba empantanado en Afganistán e Irak, se perdió completamente el salto tecnológico de Rusia. Lo mismo aplica para la capacidad de China para atacar los satélites estadounidenses y así pulverizar los sistemas guía de los ICBM (Misil Balístico Intercontinental, por sus siglas en inglés).
El escenario privilegiado para este momento es el de Rusia haciendo tiempo hasta haber cerrado completamente su espcio aéreo a los ICBM estadounidenses, aviones furtivos y misiles de crucero –a través del sistema S-500.
Esto no ha escapado a la atención del Comité Conjunto de Inteligencia Británico (JIC por sus siglas en ingés) –pues este ya previó hace un tiempo si Washington podría lanzar un primer ataque contra Russia. De acuerdo al JIC en algún momento, Washington podría adelantarse si: “a) un gobierno extremista tomara el poder en Estados Unidos, b) y hubiera una creciente falta de confianza por parte de Estados Unidos en algunos, si no todos sus aliados occidentales, debido a los acontecimientos políticos en sus países, c) y hubiera algún avance repentino en los EE.UU. en la esfera del armamento, etc., ante lo cual los consejos impacientes puedan imponerse”.
La idea del “Think Tanklandia” estadounidense de que los planificadores del ejército ruso deberían tomar ventaja de su superioridad para lanzar un primer ataque nuclear contra Estados Unidos es falsa; la doctrina rusa es eminentemente defensiva.
Sin embargo, eso no excluye que Washington haga lo impensable la próxima vez que el Pentágono piense que está en la posición en la que se encuentra ahora Rusia.
El cambio del SWIFT
Todo el juego solía ser sobre quien gobernaba las olas -el don geopolítico de los EE.UU. heredado de Gran Bretaña. El control de los mares significó para EE.UU. heredar cinco imperios; Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, los Países Bajos. Todo ese enorme grupo de tareas de apoyo estadounidense patrullando los océanos para garantizar “el libre comercio” -como lo hace la maquinaria hegemónica de propaganda- podría volverse contra China en un instante. Es un mecanismo similar al de la cuidadosamente coreografiada operación financiera “liderada desde atrás” para de forma simultanea aplastar el rublo y lanzar una guerra en los precios del petróleo y por lo tanto subyugar a Rusia.
El plan maestro de Washington sigue siendo aparentemente simple; “neutralizar” a China mediante Japón, y a Rusia mediante Alemania, con los EE.UU. respaldando a sus dos anclas, Alemania y Japón. Rusia es de facto el único país BRICS que está bloqueando el plan maestro.
Esto era así hasta que Pekín lanzó la(s) Nueva(s) Ruta(s) de la Seda, que esencialmente significa conectar a toda Eurasia en una relación “ganar/ganar” de tráfico y comercio trayendo bonanza mediante un tren de alta velocidad, y en el proceso desviando toneladas de carga por tierra y alejada de los mares.
Así que la ininterrumpida demonización de Rusia por parte de la OTAN es, de hecho pintoresca. Piensen en la OTAN buscando pelea contra la compleja y continuamente en evolución asociación estratégica de Rusia y China. Y en un futuro no tan lejano, como he indicado aquí, Alemania, Rusia y China tendrán lo que se necesita para ser los pilares esenciales de una Eurasia totalmente integrada.
Tal como está, el juego de sombras clave es Moscú y Pekín preparando silenciosamente su propio sistema SWIFT mientras que Rusia se prepara para sellar su espacio aéreo con los S-500s. El oeste de Ucrania está condenado; dejado a la devastada austeridad de la UE – que, por cierto, no lo quiere. Y todo esto mientras la misma UE intenta perjudicar comercialmente a los EE.UU. con un euro amañado que le sigue impidiendo penetrar más en los mercados estadounidenses.
En cuanto a la irrelevante OTAN, lo único que puede hacer es llorar, llorar, llorar.
[…] Extraído de: Comunidad Saker Latinoamérica […]