por el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, en Al-Manar en castellano
El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, habló de una gran victoria de Hezbolá frente a los terroristas takfiris del el Frente Al Nusra en el campo de Arsal. Una victoria que se logró en 48 horas.
He aquí los principales puntos de su discurso:
“Antes de pasar a hablar de la batalla de Arsal, me gustaría saludar a los habitantes de Al Quds (Jerusalén) y Cisjordania, que se han movilizado para defender a la Mezquita de Al Aqsa y logrado una victoria al obligar al enemigo a retirar las puertas metálicas instaladas en los alrededores de Al Aqsa.
En segundo lugar, me gustaría agradecer a mi hermano, Sayyed Abdul Malik al Huthi (el líder del movimiento yemení Ansarulá), que dijo que los yemeníes están al lado de la Resistencia en su lucha contra el enemigo sionista en el Líbano, en Palestina y en Siria.
De todos los países árabes fue en Yemen donde han tenido lugar las manifestaciones más grandes de apoyo a la Mezquita de Al Aqsa. Llamo a muchos árabes a revisar su postura hacia Yemen.
Por otro lado, con ocasión del 1º de Agosto, Fiesta del Ejército libanés, me gustaría felicitar a los oficiales y a los soldados del Ejército libanés, nuestros socios en la ecuación Ejército-Resistencia-Pueblo.
Asimismo, me gustaría saludar los sacrificios realizados por el Ejército sirio.
El objetivo de la batalla de Arsal
El objetivo de esta batalla era expulsar a los hombres armados del campo de Arsal y del territorio libanés. El peligro que representan es conocido por todo el mundo. La lucha de los combatientes de Hezbolá está basada en un derecho claro e innegable. Aquellos que dudan de ello pueden preguntar a los habitantes de Hermel, Labwé, Baalbek, Qaa, Arsal, Zahle… y de toda la Bekaa, que han sufrido coches bomba, cohetes y kamikazes.
En lo que se refiere al tiempo de esta batalla, hay que decir que ella fue retrasada desde 2015 cuando nosotros liberamos varias partes del campo de Arsal.
La cuestión que se nos puede plantear es por qué tardamos tanto y no por qué la hemos lanzado ahora. El campo de Arsal se había convertido en una base para el envío de coches bomba y kamikazes después del desmantelamiento de varias células terroristas en diversas partes del país.
No se trata de una decisión iraní o siria, incluso en lo que concierne al campo de Flita (Siria). Hemos pedido la ayuda de Siria para lanzar la batalla en esta región, pero la decisión fue puramente interna. Los preparativos fueron llevados a cabo el pasado invierno y la recogida de información así como los preparativos logísticos y humanos fueron iniciados en la primavera. Preferimos lanzar la batalla después del mes de Ramadán. Esto no tiene nada que ver con las negociaciones sobre Siria en Ginebra ni con los acontecimientos de Al Quds o con el presidente Trump. Este tipo de batalla no se decide unos días antes, sino que requiere una planificación de meses.
Una gran victoria militar
Desde el principio dijimos que los desarrollos sobre el terreno hablarían por sí mismos de esta batalla. Permitidme entrar en ciertos detalles. Habéis todos visto la televisión y la dificultad del terreno: montañas muy altas y valles. El Frente al Nusra ocupaba alrededor de 100 km2 del campo. Los combates en esta zona se encuentran entre los más difíciles.
En estas montañas, hay un enemigo en estado de defensa y bien protegido por túneles y obstáculos colocados en el lugar. No tiene problemas en lo que se refiere a los efectivos y a la ayuda que recibe.
Mientras tanto, nuestros combatientes actuaban al descubierto y sometidos a los disparos del enemigo. Ellos atravesaron a pie todo este terreno. No hubo factor sorpresa porque nosotros habíamos propuesto esta ofensiva desde hacía meses.
Gracias a Dios, a un plan bien estudiado y al conocimiento y experiencia de nuestros comandantes y nuestros combatientes y a la sabiduría de nuestra dirección pudimos conseguir una gran victoria militar sobre el terreno.
Los dos primeros días constituyeron un punto de inflexión en la batalla y esta victoria rápida sorprendió a todo el mundo. Debido a tal rapidez y a avanzar con las menores pérdidas posibles, se trató de una gran victoria.
En el campo de Flita, el combate fue llevado a cabo de forma conjunta con el Ejército sirio. Este sector ha sido ya totalmente liberado.
La localidad de Arsal quedó asegurada gracias al Ejército
Lo que el Ejército libanés ha hecho en los alrededores de Arsal es muy importante para esta victoria. Él ha asegurado la localidad de Arsal impidiendo todo intento de infiltración por parte de los takfiris con los cuales ha intercambiado disparos en numerosas ocasiones desde la pasada semana.
En varios comunicados, el Ejército mostró que estaba tomando parte en la confrontación con estos grupos, lo que les hizo comprender que no sólo Hezbolá sino también el Ejército libanés participaba en los combates.
De este modo, la localidad de Arsal ha quedado asegurada gracias al Ejército libanés. Esto ha protegido igualmente a los refugiados sirios y los ha tranquilizado.
La retirada de las Brigadas Ahl al Sham de los combates
Debemos mencionar igualmente el comportamiento responsable del grupo armado Brigadas Ahl al Sham, en el campo de Arsal. Ellos participaron en los combates contra nosotros desde el primer día, pero comprendieron en el segundo día de la batalla que todo estaba perdido y el luchar no tenía sentido. Escucharon nuestros llamamientos y decidieron retirarse de las líneas defensivas hacia los campos de refugiados para proteger a sus familias presentes en el lugar.
Nosotros les garantizamos su retirada y, de este modo, los civiles en Wadi Hamayed no se vieron afectados ni lo serán. Estamos dispuestos, en cooperación con los ejércitos libanés y sirio, a asegurar la evacuación de los combatientes de las Brigadas de Ahl al Sham hacia el territorio sirio.
El Frente al Nusra cogido entre las pinzas de una tenaza
Nosotros no llevamos a cabo esta guerra porque busquemos victorias. Cuando la batalla comenzó y las montañas más altas fueron liberadas por la Resistencia, los takfiris de Al Nusra perdieron la mayoría del campo de Arsal y sufrieron reveses decisivos. El Frente al Nusra está en la actualidad confinado en una pequeña zona. Ha sido cogido entre las pinzas de una tenaza entre el Ejército libanés, nuestros combatientes y los del EI. Estos últimos se han negado a ayudar a Al Nusra y buscan humillarlo. Ellos pusieron a dichos combatientes de Al Qaida como condición para ayudarles la de prestar juramento de obediencia a su califa, Abu Bakr al Bagdadi.
A pesar de la violencia de los combates, la ciudad de Arsal se ha mantenido segura. Hemos velado para que no se cometan errores a este respecto. Esta localidad y su población nunca han sido el objetivo. Algunos han tratado de acusarnos de querer castigar a los habitantes de esta localidad, pero esto es falso y busca provocar divisiones sectarias.
Hezbolá dispuesto a entregar las regiones liberadas al Ejército libanés
Hezbolá aspira a asegurar la estabilidad y la dignidad de la población de Arsal.
Estamos dispuestos a entregar al Ejército libanés todo el terreno y posiciones liberadas al día siguiente del fin de la batalla si nos lo pide. Deseamos que el Ejército libanés retome el control de estos sectores lo antes posible a fin de que los habitantes de Arsal puedan regresar de nuevo a sus tierras.
La página militar de Al Nusra en el Líbano ha quedado definitivamente cerrada
Actualmente, nuestro objetivo es desalojar a los milicianos de Al Nusra. Todavía estamos haciendo progresos sobre el terreno, y me han aconsejado que sigamos progresando lentamente porque los terroristas están tratando de acercarse a los campamentos de refugiados.
Es por esto que los medios militares deben utilizarse con precaución. No queremos que la población civil o los refugiados se vean afectados. Y no tenemos ninguna prisa. Nuestros líderes militares han dado grandes pasos sin grandes pérdidas.
Hoy en día hemos logrado una gran victoria, que se completará, si Dios quiere, ya sea por medios militares o por medio de negociaciones. Y la tierra (el campo de Arsal) volverá a estar en manos de sus propietarios. La página militar del Frente Al Nusra en el Líbano se ha terminado. La amenaza a la seguridad sin duda sigue existiendo, pero no la militar.
Esta victoria pertenece a todos los libaneses y a los pueblos de la región
Nuestros combatientes y nuestros heridos ofrecen esta victoria al pueblo libanés y a los pueblos de la región que han sufrido las atrocidades de este terrorismo takfiri.
En esta batalla contra el terrorismo no esperamos el agradecimiento de nadie. Cumplimos sólo con nuestro deber hacia Dios y nuestro pueblo.
Debemos detenernos aquí para destacar el gran apoyo religioso, político, artístico, mediático y de otro tipo que la población libanesa ha prestado a los combatientes. Agradezco a todos los que han respaldado a la Resistencia con una palabra, una oración…”
Al final, Sheij Nasralá alabó a todos los que llevaron a cabo sacrificios: los mártires, los heridos, los combatientes de Arsal y sus familias. “Veo en todos vosotros a los herederos de estos Imames y en cada mujer veo a Sayyida Zeinab (la nieta del Profeta Muhammad) que dijo después de Kerbala. “No vi allí nada más que lo bello”. En los hombres veo el altruismo de Abbas y el espíritu del Imam Hussein, que cuando fue rodeado por todo un ejército dijo su famosa frase: “Nunca más la humillación”.
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