por Hassan Nasralá, secretario general de Hezbolá. En Al Manar en castellano
El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, pronuunció un discurso con motivo del doce aniversario de la victoria del movimiento libanés en la guerra de Julio de 2006 contra el enemigo israelí.
He aquí los prinicipales puntos del discurso:
Conmemoramos hoy el duodécimo aniversario de la victoria divina sobre la guerra israelí contra el Líbano en 2006. Y en unos pocos días, celebraremos el segundo aniversario de nuestra victoria en la guerra contra el Daesh en Hermel. Esta guerra contra el Daesh en Líbano, Siria y otros lugares es la prolongación de la guerra de julio de 2006.
Nuestra persistencia en conmemorar la victoria divina de 2006 sirve para implantar esta victoria en la conciencia popular, en la memoria colectiva de los pueblos de la región, pero también para difundir la esperanza frente a la desesperación que el enemigo busca difundir en nuestra región, para construir una confianza en nosotros mismos y fortalecer nuestra determinación y nuestra fe.
La guerra de Julio de 2006
La guerra de 2006 tuvo varios objetivos dirigidos a poder realizar el proyecto estadounidense de la administración de George W. Bush después de la ocupación de Afganistán. La guerra de 2006 era entonces esencial para la realización de este proyecto, pero la derrota de Israel causó también la derrota de aquel. Ante esta derrota, EEUU buscó un plan B. Este plan se implementó a través de la guerra contra Siria.
En la guerra de 2006, entre los objetivos definidos, estaba el de erradicar a la resistencia militarmente. Nos pidieron que entregáramos nuestras armas como condición para terminar la guerra.
Peor aún, se nos pidió que aceptáramos la presencia de fuerzas multinacionales, y no pertenecientes a la ONU, en la frontera con Israel, pero también en la frontera con Siria y alrededor del Aeropuerto Internacional de Beirut, así como liberar a los dos soldados israelíes. En otras palabras, se nos pidió que autorizáramos una ocupación multinacional del Líbano.
A través de la guerra de 2006, EEUU buscó rodear a Siria, aislar a Irán y desmoralizar a la resistencia palestina y obligarla a resignarse a las condiciones israelíes en cualquier proceso de paz. Sin embargo, nuestra victoria en 2006 no solo impidió el logro de ni uno solo de los objetivos de la guerra de 2006, sino que produjo cambios muy importantes, incluido el fortalecimiento del poder de resistencia no solo en Líbano, sino también en Siria, Iraq …
Esta victoria se debe enteramente a nuestra fe en Dios, a nuestros mártires, al coraje y la determinación de nuestros muyahidín y a la paciencia de nuestro pueblo, y no a la ONU, la Liga Árabe o algún régimen árabe.
Después de esta victoria, se pasó a una nueva etapa con el estallido de nuevas guerras confesionales en la región para provocar la caída de los regímenes desde adentro. El motivo de estas guerras es y sigue siendo la seguridad de Israel y la hegemonía de Israel en la región.
Israel y el Líbano
Desde 2006, Israel ha quedado traumatizado por esta guerra porque no se atreve a aventurarse en el Líbano. Antes de 1982, Israel atacó el Líbano como lo consideró conveniente, bombardeando el país por razones insignificantes. Desde 2006, Israel se está reconstruyendo militarmente, multiplica las maniobras y se reestructura tecnológicamente y surge la pregunta: ¿por qué?
Os pregunto: ¿Dónde está el proyecto sionista en la región hoy? ¿Dónde está el proyecto sionista de EEUU en la región? ¿Y dónde está el eje de la resistencia?
Desde 2006, Israel estima que existe una verdadera fuerza amenazadora en el Líbano y se está escondiendo detrás de los muros de hormigón. En todos sus planes, Israel toma en consideración ahora sus centrales de electricidad, sus colonias, sus estaciones de servicio etc porque sabe muy bien que tiene un enemigo serio frente a él.
Desde 2006, Israel busca recopilar información sobre nuestras armas, nuestros hombres, nuestra experiencia y esto incluso en Siria. Israel está preparando planes de defensa contra el proyecto de liberación del Golán. Hace unos días, un alto oficial israelí afirmó que Hezbolá es el ejército más poderoso de la región después del Ejército israelí.
Por supuesto, yo no comparto su opinión. Yo no pretendo que Hezbolá es más fuerte que los ejércitos árabes de la región, pero llamo la atención sobre lo que piensa de nosotros este enemigo.
Dicho esto, confirmo que la resistencia en el Líbano, con sus armas, su gente, sus capacidades, su experiencia, su experiencia, su fe y su determinación, es más poderosa que nunca.
Pocos días después del final de la guerra de 2006, Israel nos amenazaba todos los días con una guerra de venganza. En los años 2007, 2008, 2009 y hasta el año 2018, Israel nos ha estado amenazando con hacer la guerra en al mismo tiempo que habla sobre las capacidades militares de la resistencia.
Hoy, puedo confirmar que, desde la guerra de 2006, la resistencia en el Líbano es más fuerte que el Ejército israelí y Hezbolá en el Líbano es más poderoso que Israel porque esto no tiene que ver con las capacidades de los equipos militares o el número de los hombres. Tenemos más experiencia, más confianza en nuestras capacidades y más determinación; somos más pacientes y, sobre todo, nuestra fe en Dios se ha reforzado.
Israel y Siria
Durante la guerra de 2006, el enemigo intentó atacar uno de los pilares del eje de la resistencia: Siria. Porque si la resistencia hubiera sido derrotada en 2006, entonces Siria habría quedado rodeada. Pero años después, en 2011, EEUU y sus aliados provocaron una guerra contra Siria para derrocar al gobierno sirio. En este proyecto, Israel jugó un papel central. Sobre el terreno, Israel proporcionó a los grupos terroristas takfiris equipamiento logístico, médico y militar, e incluso los funcionarios israelíes habían predicho la caída del régimen de Assad en cuestión de semanas. Un régimen que sería reemplazado por el Daesh .. Israel depositó grandes esperanzas en la derrota de Siria durante esta guerra. Por ejemplo, se esperaba que el Ejército sirio se quebrara y la oposición siria en el extranjero fuera capaz de tomar el poder y que renunciara al Golán. Estas esperanzas resultaron ser, después de siete años de guerra, solo ilusiones.
Hoy, los servicios de inteligencia, no los funcionarios occidentales, hacen cola frente a la puerta de Assad, porque temen el regreso de estos terroristas a sus hogares, y necesitan la cooperación siria… E incluso Trump está en la cola…
Hoy, el ejército, el pueblo y el régimen sirio se han fortalecido, contrariamente a las esperanzas de Israel. Peor aún, antes de la guerra en Siria solo había Hezbolá, pero hoy hay Siria, Hezbolá e Irán. Hoy, Netanyahu está suplicando a la comunidad internacional que le ayude a sacar a Irán de Siria.
La arrogancia de Israel no tiene límites. Ha sido derrotada, él es el vencdo, y a pesar de eso, ¿se atreve a plantear condiciones sobre Irán y Hezbolá? Pero ¿quién le hace caso?
Israel y Gaza
A pesar del embargo, los asaltos, los asesinatos, la guerra y la hambruna, la Franja de Gaza no se doblega ante Israel. Este último pensó que Gaza aceptaría cualquier acuerdo, pero Gaza no sólo no se hundió sino que, por el contrario, restauró la ecuación de guerra contra guerra, sangre contra sangre. Hoy, Gaza, a la que el mundo ha abandonado, desafía a Israel, que cuenta con el apoyo de los países occidentales y varios más.
Israel enfrenta un gran dilema con el problema de Gaza. Israel no sabe qué hacer con Gaza; intentó todo sin llegar a una solución en su favor; intentó la guerra, el embargo … Algunos funcionarios israelíes incluso han propuesto la paz, pero otros se han negado por temor a que ¡Gaza se transforme a imagen y semejanza de Hezbollah en el Líbano!
Israel y el “acuerdo del siglo”
Trump y Bin Salman escribieron el borrador del acuerdo del siglo: este acuerdo que refleja el sueño de Israel de finalmente acaparar a Al Quds (Jerusalén) como su capital. Durante dos años, trataron de imponer este acuerdo del siglo a los pueblos y los gobiernos de la región. Pero a la luz de los acontecimientos, los expertos creen que este acuerdo está muerto. Personalmente, prefiero decir que este acuerdo del siglo enfrenta problemas reales y desafíos reales y, por lo tanto, es probable que se derrumbe.
Entre las pruebas de esto último podemos citar
- El rechazo de todo el pueblo palestino a este plan.
- Ningún responsable político ni militar palestino está dispuesto a firmar este acuerdo y, así pues, sin una firma palestina simplemente no hay acuerdo.
- La victoria del eje de la resistencia en Iraq y Siria, la resistencia en Yemen y la resistencia en el Líbano.
- Las derrotas estadounidenses en la región, los problemas de la administración actual con sus aliados, incluida Turquía, sus problemas con Rusia y China.
- El debilitamiento del eje saudí en la región. De hecho, este eje perdió en Siria (queda Idleb); este eje falló en Iraq y en Yemen; este eje no logró aislar a Irán.
Aprovecho esta oportunidad para dirigirme directamente al pueblo de Yemen desde este suburbio (de Beirut), para decirles: sepan que los criminales que masacraron a sus esposas e hijos son los mismos que masacraron a nuestros hijos y nuestras mujeres aquí. Ellos usan las mismas armas, los mismos métodos criminales … Son criminales odiosos, inhumanos, bárbaros, sin piedad, sin alma, sanguinarios, sin fe, sin religión …
Además, Arabia está en crisis con los aliados de EEUU, como Canadá, a los que acusan de haberse interferido en sus asuntos internos por su denuncia de que Riad no respeta los derechos humanos. Por otro lado, Arabia no tiene ningún escrúpulo en interferir en los asuntos internos de Yemen o Siria, o en secuestrar a nuestro primer ministro libanés, ¡un representante oficial del Estado libanés!
Además, Arabia está perdiendo a sus aliados musulmanes. En Malasia, el líder gobernante era pro-saudí, pero perdió las elecciones y terminó entre rejas. Y así, el nuevo gobierno de Malasia tiene diferentes posiciones sobre el problema palestino, la resistencia, etc. Del mismo modo, en Pakistán, el antiguo primer ministro pro-saudí está también en prisión y se ha formado un nuevo gobierno nacional con una nueva política.
En cuanto a la imagen de Arabia en el mundo, este reino está relacionado con el terrorismo takfiri y es acusado de crímenes atroces, violaciones contra los derechos humanos etc.
En este contexto, el eje saudí se da cuenta de que apoyar el acuerdo del siglo ahora es un suicidio.
Israel e Irán
En el interior, Israel tiene que enfrentar la corrupción política, la inseguridad y la crisis de la identidad hasta el punto de proponer la ley del estado-nación. Enfrente, Israel se enfrenta a una intifada creativa, decidida, valiente, joven, combativa.
¿Qué le queda a Israel para llevar a cabo su proyecto? ¿Guerras? Esto ha demostrado ser ineficaz. De todos modos, estamos listos para la guerra si Israel lo quiere.
La opción de la guerra se pospone. La otra opción son las sanciones.
Irán es la principal potencia del eje de la resistencia: Irán ha estado al lado de Iraq o Siria en contra de los grupos terroristas takfiris. Irán está al lado de Palestina, de las facciones de la resistencia palestina y, por lo tanto, Irán es el blanco de Israel y EEUU.
Estos últimos no pueden hacer la guerra a Irán y optan por sanciones a gran escala para provocar tensiones sociales y económicas internas o graves problemas monetarios. Ellos han pensado en imponer también sanciones contra Hezbolá y creen que así crearán tensiones en Irán y el Líbano.
Aprovecho esta oportunidad para enfatizar que cualquiera que escriba en las redes sociales contra Hezbolá no necesariamente tiene buenas intenciones, especialmente si busca provocar a Hezbolá acusándolo de ser responsable de los problemas económicos.
Según mi información, Trump se crea ilusiones confiando en un cambio o una reversión del orden islámico en Irán a través de las tensiones sociales o económicas.
Os recuerdo los eventos del 79, cuando el Imam Jomeini predijo la caída del régimen de Shah y prometió que la Revolución Islámica ganaría. Luego, en la guerra provocada por Saddam Hussein contra Irán, el mundo predijo la caída del gobierno islámico. Desde el año 79, Irán se enfrenta a embargos y sanciones. Sin embargo, el país, desde el advenimiento de la Revolución, se ha reforzado a todos los niveles. Hoy, Irán es más poderoso que en cualquier otro momento de su historia y es la potencia más importante de la región.
Es cierto que las sanciones causan perjuicios, pero nunca pueden tener un impacto en nuestra determinación porque tenemos las capacidades y las infraestructuras necesarias para superar sus sanciones.
Doce años después de la guerra de 2006, la resistencia es más fuerte y nadie puede afectar a nuestra estrategia, ni EEUU ni Israel. Ellos tampoco pueden desencadenar guerras como en el pasado.
El Líbano
Con respecto a la formación del gobierno, apoyamos el diálogo e insistimos en la preservación de la seguridad en el país.
Dicho esto, si algunas personas apuestan por los cambios regionales antes de decidir formar un gobierno, en la creencia de que estos cambios pueden dar a luz a un gobierno como ellos desean, se están engañando a sí mismos.
Y si eso resulta cierto, revisaremos nuestras posiciones y plantearemos otras demandas, como parte victoriosa, sabiendo que esta lentitud en la formación de un gobierno no sirve al país.
Aconsejo a los políticos de la oposición que no se involucren en posiciones antisirias o de otro tipo porque tendrán que revisar sus posiciones más adelante; les aconsejo que esperen y se tomen su tiempo antes de hablar.
La lucha contra la corrupción es un proyecto serio, pero su hora de inicio solo comenzará con la formación de un nuevo gobierno. Entonces podremos proponer leyes anticorrupción, etc. Estamos trabajando en este tema de acuerdo con una visión propia, con una estrategia y tácticas bien definidas. Sabed que no queremos vengarnos de nadie, la lucha contra la corrupción es una lucha nacional y, por lo tanto, que nadie venga a decirnos lo que tenemos que hacer.
Con Amal, hemos acordado trabajar juntos en todos los detalles de las cuestiones de desarrollo, y quien haga llamamientos en favor de y defienda el desarrollo debe alabar la cooperación entre Amal y Hezbolá.
Y les digo a todos aquellos que esperan ver a Amal y Hezbollah separarse el uno del otro que ¡nunca lo verán!
La Alianza entre Amal y Hezbollah es orgánica y estratégica. Ella quedó probada durante la guerra de 2006. Nadie puede negar el papel de Nabih Berri en esta victoria divina de 2006 que conmemoramos hoy. Quien quiera el desarrollo debe abogar por la cooperación en lugar de lanzar acusaciones.
Be First to Comment