por Sayyed Hassan Nasralá, secretario general de Hezbolá. Traducción de Yusuf Fernández. En Al Manar en castellano
Hablando en una vídeoconferencia con motivo de la conmemoración de los comandantes martirizados de la Resistencia Islámica, Sayyed Hassan Nasralá calificó la reunión anti-iraní en la capital polaca de “pobre” en comparación con otras conferencias similares anteriores y auguró que ella no tendrá ningún resultado.
He aquí los principales puntos de su discurso:
Cuando recordamos a los comandantes mártires, los tres, hay muchos rasgos comunes, que he evocado en los años precedentes y que afectan a todos los niveles: el moral, el amor a la gente, un comportamiento humano, la compasión por los más desfavorecidos, además del lado relativo a su lucha, su coraje, su fuerza, su perseverancia… Y en el nivel religioso cabe destacar su piedad, su desinterés por las cosas de la vida mundana… En cuanto a sus características personales hay que señalar su sagacidad y su visión de futuro.
Voy a hablar sobre uno de esos rasgos que se encuentran en las personas de la resistencia, así como en el entorno de la resistencia y en sus partidarios.
La fuerza de la esperanza, la esperanza en la victoria
Esta característica es la de esperanza en un futuro mejor y el optimismo. Esto es debido al hecho de que ellos confiaban totalmente en Dios y en Su promesa y recurrían sin cesar a Él.
Las palabras de Dios, recogidas en el Corán, fueron su inspiración y les insuflaron esta esperanza, este optimismo, su gran fuerza de carácter … Fueron inmutables, inquebrantables, firmes … En resumen, es el carácter que los comandantes deben tener para dirigir a la gente.
Con respecto al Sheij de los Mártires, Raguib Harb, hay que decir que él se burlaba del Ejército de ocupación, de las fuerzas multinacionales y las fuerzas estadounidenses y francesas.
Me gustaría que las nuevas generaciones lo sepan comprendiendo el contexto de aquel tiempo, diferente del de hoy en día. En aquel entonces el ejército de ocupación enemigo ocupaba el Líbano y no solo el Sur. Había decenas de miles de soldados israelíes y de otras nacionalidades. Sheij Raguib no tenía armas para combatir, pero tenía el arma del valor, la de aquel que no teme la muerte, ni la presión ni la tortura. En aquellas condiciones se crearon las primeras células de muyahidines. Mucha gente en aquel entonces creía que existía una era israelí a la que era imposible hacer frente.
Sin embargo, Sheij Raguib expresó su convencimiento de que los israelíes serían vencidos y que acabarían por sentir la fuerza de los combatientes.
En cuanto a Sayyed Abbas Musawi, conocéis su valor, su aplomo y su presencia continúa en los campos de entrenamiento. Mientras que las cosas parecían discurrir en otro sentido, él hablaba de victoria y la prometía sin cesar, gracias a su fe. Él hablaba de la derrota inexorable de Israel en el Líbano y creía en ella con total sinceridad. Y aspiraba a la liberación de Al Quds (Jerusalén).
Hayy Imad Mugniyeh tenía la misma aspiración. Él corría de batalla en batalla y ansiaba la liberación de Al Quds incluso en las condiciones más difíciles.
Nuestros comandantes mártires eran inteligentes y disfrutaban de una gran paciencia, una gran firmeza y una gran perseverancia. Todos estos años después de su martirio, ellos han inspirado a nuestra resistencia, sus combatientes, sus bases y sus partidarios.
El poder de la Resistencia
Y aquí radica la fuerza de la Resistencia.
Cuando hablan del aumento del poder de Hezbolá en comparación con el pasado, sí tienen razón. Hezbolá ha crecido en poder desde entonces. Nuestro poder está aumentando, no hay retirada ni debilidad, y el movimiento se ha convertido en lo que es hoy.
Pero este creciente poder no se produjo en un clima favorable … la Resistencia ha sido objeto de asedios, sanciones, asesinatos y guerras. La última la de Julio (de 2006), seguida por la agresión de los takfiris.
Y ello sin mencionar la guerra psicológica.
Todo lo que EEUU y los israelíes pudieron hacer, lo hicieron.
En medio de los conflictos, tormentas, lágrimas y sangre, la Resistencia ha crecido para volverse más influyente dentro del Líbano y en la región. Ella introdujo a la región en la era de las victorias y cerró definitivamente la puerta a la era de las derrotas.
Quienes conspiran contra la Resistencia están en un error. Son los movimientos de resistencia, que se enfrentan a la hegemonía de EEUU, los que hacen historia. Todos los demás son solo secuaces en las guerras estadounidenses.
Piensan que el secreto de la fuerza está en las armas, el dinero, el equipo etc.
Sheij Raguib y Sayed Abbas solo tenían medios muy primitivos y el número de sus seguidores era muy limitado.
Durante las reuniones internas, siempre digo que actualmente tenemos entre 35 y 40 unidades, y hoy en día, cada una de ellas tiene más efectivos y armas de los que tenía toda la resistencia el día antes de la retirada israelí en 2000.
El secreto está en la fe … El secreto está en esta abnegación, en la aceptación de los sacrificios.
La resistencia está también en Palestina, Yemen, Bahrein … Todos tienen este estado de ánimo que no se puede derrotar.
Sí, somos fuertes y nadie puede decir lo contrario. Pero debemos mantener nuestra modestia, especialmente hacia los oprimidos y los que confían en nosotros. Con los opresores, los corruptos y los tiranos, debemos actuar de otra manera.
Las declaraciones de Pompeo sobre la presencia de Hezbolá en Venezuela son una mentira
Cuando el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, dijo hace varios días que Hezbolá es más fuerte ahora que en el pasado, estaba totalmente en lo cierto, bien entendido que él lo dijo para condenarlo. Y a veces él exagera al hablar de esta fuerza.
Yo desmiento formalmente lo que èl dijo sobre nuestra presencia en Venezuela, a la que apoyamos totalmente en contra de las ambiciones de la administración de EEUU, que busca apoderarse de su petróleo y sus riquezas.
Cuando dijo que Hezbolá posee células allí, debemos decir que tales declaraciones no tienen ningún fundamento.
Cuando se dice que hay células de Hezbolá en América Latina, en Brasil o en Argentina o en otra parte, eso no es cierto. Esto podría deleitarnos al ver que se nos concede tanta influencia, poder e importancia. Es una buena reputación. Pero se exagera cuando se intenta presentarnos como una fuerza mundial, como si fuéramos China, Rusia o Irán.
Hace tiempo que no tenemos una presencia en el extranjero -aparte de Siria- y sí, tenemos simpatizantes en todas partes y les hemos dicho siempre que actúen en función de sus propias necesidades y con su propia visión.
Sí, es cierto que nuestra potencia ha crecido frente a Israel y nuestro enemigo lo sabe.
Conocer el poder de la Resistencia va a disuadir a Israel
A veces, los israelíes hacen declaraciones dirigiéndose a mí directamente, diciéndome que saben tanto sobre nosotros que no deberíamos dormir … Me tranquiliza que sepan tanto. Eso los disuadirá. No creáis que eso me molesta.
En la entidad enemiga, hay un debate real sobre el hecho de que no están listos para una guerra contra el Líbano.
Mientras algunos continúan afirmando que quieren ir a la guerra, los antiguos altos oficiales del ejército y los expertos dicen lo contrario. Temen especialmente por las tropas terrestres. No confían en ellas. No están seguros de si su ejército puede entrar en el Sur del Líbano o en la Franja de Gaza.
No confían en su ejército. Por otro lado, están seguros de que nuestros combatientes pueden entrar en Galilea.
Esta es una gran evolución, en comparación con el pasado.
El sur del Líbano no siente temor, pero el norte de Palestina y las colonias tienen miedo.
¿Desde cuándo los israelíes temen ser atacados y que sus hogares sean ocupados?
Después de las derrotas que han sufrido en guerras anteriores, en 2006 en el Líbano y en 2014 en la Franja de Gaza en los informes israelíes se concluyó que sus pérdidas fueron muy importantes durante estas dos guerras y hoy serían mucho mayores.
Hoy, necesitan una nueva movilización después de la derrota en la guerra que libraron a través de los takfiris..
La conferencia de Varsovia
En lo que respecta a la conferencia de Varsovia, comenzaremos con unas comparaciones. En 2011, cuando se inició la guerra contra Siria, que ha sido un proyecto norteamericano por excelencia, EEUU logró reunir en una conferencia a 140 estados, incluyendo presidentes, ministros de Exteriores y de Defensa.
Antes de eso, en 1996, hubo un encuentro contra los movimientos de resistencia: Hezbolá, Hamas y el Yihad Islámico. Ellos reunieron al mundo entero en Sharm al Sheij, con la presencia de Bill Clinton, Boris Yeltsin, el presidente chino y la mayor parte de países árabes, con la excepción de una minoría. El mundo se reunió en una cumbre contra tres movimientos de resistencia, para apoyar a Shimon Peres, lo que no impidió que cayera algunos peses después tras las operaciones de martirio en Palestina y el fracaso de la operación contra el Líbano Uvas de la Ira en 1996.
Hoy, intentaron hacer lo mismo para beneficio de Netanyahu. Hubo entre 60 y 70 estados participantes. La mayor parte de ellos no tienen ninguna estatura ni peso internacional. Algunos países no enviaron más que delegados de bajo nivel y tampoco pudieron publicar un comunicado final. Frustrado, EEUU criticó públicamente a los europeos, que se negaron a tomar parte en la conferencia.
Nosotros, que pertenecemos a la escuela de Sheij Raguib Harb y Sayyed Abbas Musawi, no damos importancia a la conferencia de Varsovia al igual que hicimos con la de Sharm al Sheij.
No habrá guerra contra Irán
Sí, Palestina fue la gran ausente. Ni una palabra para Palestina, ni para los palestinos, ni para los detenidos, ni para los heridos, ni para la Franja de Gaza, ni para la violación de los lugares sagrados. Nadie habló sobre los crímenes israelíes. La conferencia solo dirigió su atención a Irán y los movimientos de resistencia.
Con respecto a las relaciones de los países del Golfo Pérsico con Israel, no hay nada nuevo. Ellas se han hecho públicas ya desde hace algún tiempo. El caso más reciente es el de Arabia Saudí.
La conferencia buscaba impulsar las cosas hacia la normalización (entre los estados árabes e Israel) y no hizo mención a Palestina. Trató de movilizar al mundo contra Irán, pero no tendrá ningún resultado.
Hoy, Irán es más fuerte que nunca, como dijimos hace unos días … Y es demasiado fuerte para ser atacado.
Con motivo de los 40 años de la Revolución Islámica, el mundo ha visto con sus propios ojos a decenas de millones de iraníes que se han manifestado en mil ciudades y 10.000 localidades bajo la lluvia y la nieve para apoyar a su gobierno. y esto a pesar de los años de sanciones, asedios y presiones.
Los medios de comunicación financiados por los países del Golfo Pérsico se han abstenido de cubrir estas grandes marchas, mientras que hicieron lo contrario cuando hubo manifestaciones por motivos económicos en los últimos meses y las estuvieron celebrando como si fueran la antesala de un cambio de régimen en Irán.
Ellos son mediocres e ignorantes. Viven en medio de espejismos e ilusiones. Evitaron cubrir estas grandes manifestaciones para no avergonzarse ante su opinión pública y aparecer como mentirosos.
Netanyahu deslizó en su cuenta una palabra que rápidamente eliminó. Se jactó de querer arrastrar al mundo a una guerra contra Irán. Cree que manipula al mundo mientras que no es más que un peón de los estadounidenses. ¿Quieren estos últimos hacer la guerra a Irán? Esa es la pregunta. No, no quieren la guerra. Es por eso que confían en todas las demás formas de guerra: económica, psicológica y mediática.
Irán ha enviado un claro mensaje a EEUU y sus enemigos de que perseverará de generación en generación y que sus jóvenes están dispuestos a sacrificarse para preservar la Revolución del Imam Jomeini. También es un mensaje para todo el eje de la resistencia y para todos sus amigos en el sentido de que el país posee una fortaleza y firmeza que dependen de Dios, tiene el apoyo de su gente y está realizando un gran progreso en todas las áreas, mientras lucha contra la hegemonía de EEUU e Israel.
La batalla contra la normalización es una prioridad esencial
Tenemos el derecho de preocuparnos por Palestina, de ahí la necesidad de recordar que la batalla contra la normalización debe continuar.
Uno de los aspectos positivos de la conferencia de Varsovia fue, sin duda, que permitió ver las cosas como son en realidad. Vimos al ministro de Exteriores de Abed Rabbo Mansur Hadi sentado al lado de Netanyahu. Esto debería ayudar a comprender las causas reales de la guerra contra Yemen y no como dijo el imam de la Mezquita de Al Haram de Meca de que esta era una guerra de sunníes contra shiíes.
No, es la guerra de EEUU e Israel, ejecutada por Arabia Saudí y Abed Rabbo Mansur Hadi.
Esto debería permitir despertar las conciencias.
Lo mismo ocurre con Bahrein y en todas partes, básicamente. Estas batallas tienen como objetivo eliminar a los que están en contra de Israel.
Hacer frente a la normalización debe ser una prioridad para todo el mundo árabe. Millones en el mundo árabe deberían expresar su enojo. Es lo menos que deberían hacer … El pueblo palestino está perdiendo mártires y hay personas heridas y mutiladas todas las semanas en la Franja de Gaza y en Cisjordania. El pueblo palestino se niega a capitular. Los pueblos árabes e islámicos deben adoptar una posición que rechace la normalización.
¿Visteis cuando Adel al Yubeir (ministro saudí) y el ministro de Bahrein salían de la reunión (de Varsovia) y vieron a los periodistas que corrían hacia ellos? Tenían una cara pálida.
Es porque saben que la normalización es rechazada por nuestra nación.
EEUU, que creó el Daesh, quiere arrogarse la victoria contra él
En relación a la situación regional y el fin del Daesh en Siria hay dos informaciones: una que dice que Daesh terminó en Babuz y otra que afirma que todavía está asediado en una pequeña bolsa.
Esto significa que la presencia de Daesh en Siria ha terminado. Antes se produjo el fin del Daesh en Iraq. Y en el Líbano se terminó hace mucho tiempo.
Por desgracia, algunos afirman que Hezbolá fracasó en derrotar al Daesh en Arsal. ¡Qué estupidez! Hezbolá ha sido una parte integral de la batalla contra el Daesh tanto en el Líbano como en Siria.
En resumen, el Daesh ya no tendrá presencia militar en estos tres países, a pesar de las pocas bolsas que le puedan quedar.
Y ¿quién va a anunciar la victoria sobre el Daesh? ¡Donald Trump! ¡Qué hipocresía!
En el Líbano, EEUU hizo todo lo posible para impedir la guerra contra el Daesh.
En Iraq, fue EEUU quien fabricó al Daesh, algo que el propio Donald Trump y otros altos responsables norteamericanos reconocieron en su día. Para ellos, no es que EEUU se aprovechara del ascenso del Daesh. Ellos dijeron que fue EEUU el que sacó a los dirigentes del Daesh de las prisiones y pidió a los países árabes que los financiaran y a Turquía que les abriera las fronteras. Su plan era que el Daesh controlara Iraq para justificar su ocupación de ese país durante largos años y en Siria para hacer que combatiera al Ejército sirio. Y lo mismo en el Líbano.
Y ahora EEUU quiere celebrar la victoria contra el Daesh, cuando fue ese país el que ralentizó intencionadamente la lucha contra el Daesh para hacer que la guerra durara lo más posible, 10 o 15 años.
Pero la voluntad de Iraq hizo fracasar sus planes.
En Siria, los que liberaron el desierto sirio del Daesh, una superficie de 50.000 km2, fueron el Ejército sirio, las Fuerzas de Defensa Nacional, sus aliados iraníes e iraquíes y nuestros combatientes de Hezbolá. Por supuesto, con la ayuda del aliado ruso desde el aire.
Y eso mientras EEUU se empleaba a fondo para sabotear y obstaculizar los avances frente al Daesh.
Cuando el Daesh se atrincheró al Este del Éufrates, las fuerzas sirias y sus aliados querían seguir luchando y acabar con él, pero EEUU se lo impidió. Eso fue en septiembre de 2017. Retrasaron la liberación de esta región 15 meses.
Este hipócrita va a anunciar el fin de Daesh como lo hicieron los estadounidenses antes con Al Qaida y con Saddam Hussein a los que habían financiado y armado, sin olvidar la entrega a Saddam de armas químicas que utilizó contra los kurdos.
Quien ha liberado a la región de ese grupo cruel y salvaje es el eje de la resistencia y no este hipócrita estadounidense. Los responsables norteamericanos deberían ser juzgados internacionalmente por crear el Daesh y por los crímenes que cometió.
Diálogo entre los partidos
En el Líbano, el gobierno ha obtenido la confianza del Parlamento libanés. Quiero confirmar nuestra predisposición al diálogo, a la colaboración entre los distintos partidos libaneses y nuestra disposición a discutir todos los temas y a evitar polémicas y divergencias.
Nosotros vamos a presentar nuestras propuestas y nuestra visión sin pretender imponerlas a nadie.
La crisis de electricidad
Cuando hablé de la crisis eléctrica que afecta a todos los libaneses y es un problema que los une, dije que alguien podría ayudarnos, como por ejemplo Irán, a través de un préstamo con facilidades.
Hubo un plan preparado en 2006 por el ministro de energía que era Mohammad Fneich en ese momento, y luego se lo propusimos a los iraníes que nos dijeron que era una cosa fácil … Pero el primer ministro en ese momento y todos saben quién era (Fuad Siniora), se negó porque venía de Irán y porque EEUU y Arabia Saudita se negaron.
Quizás también porque el que resuelva este problema será saludado por todas las categorías de la población libanesa, porque es un problema que afecta a todos.
Si hubiera aceptado, podríamos haber tenido electricidad desde 2006. Pero la crisis continúa hasta 2019 debido a la política infantil y la política de sumisión.
Sin mencionar las deudas adicionales que se han acumulado en el Líbano. Por año, la gente debe soportar una suma de 1.800 millones de dólares.
Hoy sucede lo mismo. Hemos hecho una propuesta de parte de nuestros amigos. Presentad la vuestra de parte de vuestros amigos, de EEUU, los europeos… Haced algo.
La batalla contra la corrupción y la malversación: la batalla de todos
En estos últimos días, los libaneses han escuchado que el país está al borde de la bancarrota. Ya sea esa evaluación exagerada o no, hace falta saber que hacemos frente a un desafío que afecta a todas las regiones y comunidades del Líbano. Hacemos frente a la verdadera batalla, la lucha contra la corrupción y la malversación del dinero público.
Habéis visto durante las sesiones parlamentarias que los primeros pasos se han dado y, a través de los diputados, incluyendo Hassan Fadlalá, han salido a la palestra dos casos: el de 11.000 millones que se han evaporado sin que los libaneses sepan dónde se desperdiciaron y el de las negociaciones con instituciones internacionales para un préstamo de 400 millones, destinado a ser gastado en cosas que son inútiles.
Ayer, un ministerio nos informó que se les ofreció dinero, aparentemente obtenido de este préstamo, y lo rechazó diciendo que no lo necesitaba.
Estamos luchando para preservar el dinero público: las personas que son sus garantes deben estar a la altura. Debemos pedirles cuentas. Debemos evitar que los ladrones, los corruptos y los malversadores lo roben. Algunos en el Líbano nunca están satisfechos … Actúan sin escrúpulos para acumular fondos.
Esta no es la batalla de un partido o una bloque. Todo el pueblo libanés debe ser parte de esta batalla y estamos listos para ser sus fieles soldados. Queremos que el dinero robado sea devuelto y el que está disponible no lo sea. La prioridad será para los casos grandes que afectan a millones de dólares … También se debe saber el destino de los miles de millones que recibimos son préstamos y que los libaneses tendrán que pagar con intereses. Hay que saber cómo se gastaron.
Acudiremos a la Justicia para cerrar las puertas a la corrupción y la malversación. Esto permitiría erradicar el 90% del problema.
La corrupción administrativa debe ser regulada por la ley y el servicio público.
En el caso de que la Justicia muestre desidia o no actúe, recurriremos a otros medios y descenderemos a la calle.
Con el mismo valor, la misma pureza y la misma dedicación de nuestros mártires, el comandante Sheij Raguib Harb, Abbas Muwawi y Hayy Imad Mugniyeh, asumiremos todas nuestras responsabilidades.
En su memoria, nos comprometemos a continuar el camino que ellos han trazado y por el cual se sacrificaron.
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