En Red Voltaire
(Nota del Editor) Lo que sigue son las posiciones de los representantes de Siria, Rusia y Venezuela en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cuando se debatieron los proyectos de resolución de Francia y España por un lado, y el de Rusia por otro. Si el lector desea leer el debate completo, puede seguir el enlace a la fuente. Las posiciones de los países promotores del terrorismo son difíciles de terminar de leer: asco es lo que se siente ante tanto cinismo, violento cinismo, además de resultar tedioso escuchar tanta retórica ponzoñosa. En cambio, Siria, Rusia y Venezuela hablan con honestidad y verdad. Este debate da una idea de lo vergonzoso que es Occidente, y el peligro que representa para la paz del mundo. Cabe aclarar que la presidencia del CSNU recae en estos momentos en Rusia. Y para nosotros, como latinoamericanos, cabe lamentar especialmente la posición traicionera del vasallo Uruguay, que votó a favor del proyecto de resolución franco-español.
El Presidente, Vitaly Churkin (habla en ruso): De conformidad con el artículo 37 del reglamento provisional del Consejo, invito a los representantes de Andorra, Australia, Austria, Bélgica, Bulgaria, el Canadá, Costa Rica, Croacia, Chipre, la República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Georgia, Alemania, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, México, Mónaco, los Países Bajos, Noruega, Polonia, Qatar, Rumania, San Marino, la Arabia Saudita, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia, la República Árabe Siria, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos a participar en esta sesión.
El Consejo de Seguridad iniciará ahora el examen del tema que figura en el orden del día.
Los miembros del Consejo tienen ante sí los documentos S/2016/846 y S/2016/847, que contienen los textos de dos proyectos de resolución, respectivamente.
Daré ahora la palabra a los miembros del Consejo que deseen formular declaraciones antes de la votación.
(hablan los representates de Francia y España)
El Presidente, Vitaly Churkin (habla en ruso): Hoy somos parte de una de las situaciones más extrañas en la historia del Consejo de Seguridad. Estamos a punto de votar sobre dos proyectos de resolución (S/2016/846 y S/2016/847), y todos somos perfectamente conscientes de que ninguno de los dos será aprobado. Teniendo en cuenta que la crisis en Siria atraviesa una etapa de agonía que exige la mayor cooperación política posible de la comunidad internacional, esta pérdida de tiempo es inaceptable.
Todos conocemos los antecedentes de la crisis en Siria. Después de la destrucción de Libia y considerándola un gran éxito, la troika de los tres miembros permanentes occidentales del Consejo de Seguridad concentró su atención en Siria. Esta vez, de la manera más lamentable, París —que en 2003 se unió a Moscú y otras capitales con una visión clara, en un esfuerzo por disuadir a los Estados Unidos y al Reino Unido de emprender una invasión oportunista del Iraq— se ha convertido en uno de los principales impulsores de una política mal concebida orientada a lograr un cambio de régimen en Damasco.
Nos apena decir que, en todos los años de la crisis en Siria, la delegación francesa ante el Consejo de Seguridad no ha hecho jamás una propuesta constructiva. Sus escasas iniciativas, claramente calculadas con fines de propaganda, han estado condenadas al fracaso. Eso es lo que sucedió en esta ocasión. Nuestros colegas franceses se dirigieron a nosotros hace aproximadamente una semana y nos informaron de que querían que apoyáramos un proyecto de resolución sobre Siria, haciendo hincapié en que París no deseaba un veto ruso. El 6 de octubre, esas afirmaciones en el sentido de que deseaban evitar el veto de Rusia fueron confirmadas a un nivel superior. Sin embargo, 24 horas más tarde, tras solo una ronda de consultas serias, un proyecto de resolución, que estaba condenado a recibir el veto de Rusia y sobre el que habíamos debatido de manera repetida y justificada, fue presentado y sometido a votación.
Debemos señalar que España —país al que Rusia invitó en concreto a formar parte del Grupo Internacional de Apoyo a Siria— nos ha recordado constantemente su coautoría del proyecto de resolución. Los esfuerzos diplomáticos españoles son decepcionantes. En particular, en el proyecto de resolución franco-español se prohíben todos los vuelos militares sobre Alepo, y no solo sobre la parte oriental de la ciudad, sino también la parte occidental, que ha estado constantemente bajo el fuego de los combatientes de la parte oriental. Solamente en septiembre, según datos de las Naciones Unidas, más de 80 civiles resultaron muertos y 170 heridos. Por otra parte, el concepto de prohibición de todos los vuelos militares no se ha pensado en lo absoluto. A la pregunta de si ello también significaba la prohibición de los drones de reconocimiento para rastrear los movimientos de los combatientes, no hubo respuesta. A la pregunta de por qué también se aplica a la parte occidental de la ciudad, que controla el Gobierno, la respuesta fue que era más conveniente. ¿A eso es lo que se le llama un análisis serio?
Otro aspecto importante es que nunca ha habido un caso en toda la historia del Consejo de Seguridad en el que un miembro permanente se le permitiera aprobar una resolución que predeterminara directa o indirectamente su línea de acción sin previo examen de la cuestión. No creo que veamos cualquiera de esos casos en el futuro —a menos que Francia, habiendo renunciado al derecho de veto, es entonces controlado por una mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad. Sean cuales sean las restricciones, pueden únicamente tenerse en cuenta en el contexto del cumplimiento del alto el fuego, que los terroristas y otros grupos armados ilegales violan de forma sistemática. Otra deficiencia básica en el proyecto de resolución franco-español es que en lugar del mecanismo de supervisión del Grupo Internacional de Apoyo a Siria previsto en la resolución 2268 (2016), se propone un plan duplicativo sacado de la nada. Consideramos que ese es un intento de acabar con la estructura de colaboración vigente. En esas circunstancias, ayer por la tarde adoptamos la inusual medida de redactar un proyecto de resolución con la intención de demostrar que existe una razonable línea de acción colectiva sobre la cual podemos basar todas las cosas positivas que anteriormente hemos elaborado con tanto esfuerzo. En nuestro proyecto se incluye una disposición relativa a los parámetros aún pertinentes del acuerdo ruso-estadounidense de 9 de septiembre, haciendo hincapié en la importancia de garantizar el acceso humanitario inmediato y sin restricciones, específicamente a través de pausas humanitarias de 48 horas semanales. El texto del documento se anexa al proyecto de resolución. En el proyecto de resolución se incluye una disposición sobre la importancia de garantizar que todas las partes en Alepo respeten el alto el fuego y se ratifica la disposición existente en materia de supervisión relacionada con el equipo de tareas sobre el alto el fuego del Grupo Internacional de Apoyo a Siria. Se establece la prioridad fundamental de distinguir entre la oposición moderada y Jabhat al-Nusra y se insta a los miembros del Grupo Internacional de Apoyo a Siria a que exijan a todas las partes que dejen de realizar operaciones de combate conjuntas con los terroristas y se separen de ellos y se adhieran oficialmente a la cesación de las hostilidades. Se señala que con el fin de impulsar las actividades humanitarias, los combatientes deben dejar de bloquear el tránsito en la carretera de Castello, de conformidad con el acuerdo de 9 de septiembre.
En el proyecto de resolución se acoge con beneplácito la iniciativa del Enviado Especial Staffan de Mistura de 6 de octubre que tiene por objeto normalizar la situación en Alepo. Se solicita al Secretario General que presente un plan detallado para su aplicación a la aprobación del Consejo de Seguridad. Por cierto, otra de sus principales deficiencias: en el proyecto de resolución franco-español se hace caso omiso por completo de la iniciativa del Sr. De Mistura. En nuestro proyecto de resolución se hace hincapié en la importancia de lograr el cumplimiento pleno e incondicional de la resolución 2254 (2015) en todos los ámbitos: político, humanitario y de lucha contra el terrorismo. Seguimos considerando que deberíamos trabajar para avanzar en todas esas direcciones simultáneamente, sin intentos de coordinación mutua ni condiciones previas. Se debería reiniciar cuanto antes el proceso político entre los sirios, que la oposición radical, con el contubernio directo de sus patrocinadores extranjeros, ha estado bloqueando desde mayo.
Entendemos que nuestro proyecto de resolución no consiga hoy los votos suficientes. Algunos se dejarán arrastrar por los sentimientos antirrusos, otros por los falsos conceptos de prestigio, y otros simplemente no tienen el valor. Sin embargo, Rusia seguirá trabajando con todos los interesados regionales e internacionales para lograr una solución en Siria. La intensidad de los enfrentamientos en general en el este de Alepo ha venido disminuyendo. Ayer, por ejemplo, casi no volaron misiones de combate. Esperamos que esa tendencia continúe.
Reanudaré ahora mis funciones en calidad de Presidente del Consejo de Seguridad.
Someteré ahora a votación el proyecto de resolución contenido en el documento S/2016/846 presentado por Andorra, Australia, Austria, Bélgica, Bulgaria, el Canadá, Costa Rica, Croacia, Chipre, la República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Georgia, Alemania, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, México, los Países Bajos, Polonia, Qatar, Rumania, la Arabia Saudita, el Senegal, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia, Turquía, Ucrania, los Emiratos Árabes Unidos, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América.
Se procede a votación ordinaria.
Votos a favor: Egipto, Francia, Japón, Malasia, Nueva Zelandia, Senegal, España, Ucrania, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Estados Unidos de América, Uruguay
Votos en contra: Federación de Rusia, Venezuela (República Bolivariana de)
Abstenciones: Angola, China
El Presidente (habla en ruso): Se emitieron 11 votos a favor contra 2 y 2 abstenciones. El proyecto de resolución no ha sido aprobado debido al voto en contra de un miembro permanente del Consejo.
Doy ahora la palabra a los miembros del Consejo que deseen formular una declaración después de la votación.
(hablan los representantes del Reino Unido, Malasia, Estados Unidos y Nueva Zelandia)
El Presidente (habla en ruso): Sabemos que Nueva Zelandia trató de elaborar un proyecto de resolución que habría sido un término medio entre los dos enfoques que hoy tenemos ante nosotros, y lamentamos que algunos miembros influyentes del Consejo no permitieran que ese proyecto avanzara.
(hablan los representantes de Ucrania, Senegal y Japón)
Sr. Ramírez Carreño (República Bolivariana de Venezuela): Firme con su compromiso a favor del respeto irrestricto del derecho internacional humanitario, la República Bolivariana de Venezuela condena, independientemente de sus autores, los ataques indiscriminados contra la población civil y los agentes humanitarios, así como los bombardeos contra hospitales e instalaciones sanitarias, tal como hemos denunciado que ha ocurrido en la Franja de Gaza, en los territorios ocupados del Estado de Palestina, el Iraq, Libia, el Yemen, Afganistán y Siria. Sin embargo, nuestro país ha votado en contra del proyecto de resolución sobre la situación en Alepo oriental, por considerar que dicho texto no contribuye al tratamiento adecuado de la problemática humanitaria que impacta severamente a la población civil en esa provincia, a causa de la barbarie terrorista del Frente Al-Nusra y sus entidades asociadas, así como la terrible dinámica de la guerra en el país.
Hemos observado con preocupación que, si bien la situación humanitaria exige respuestas concretas fundamentadas en los principios de imparcialidad, objetividad y no politización, en esta oportunidad se ha desvirtuado el noble fin humanitario para promover agendas políticas particulares de algunos miembros del Consejo de Seguridad en detrimento del pueblo sirio. En este contexto, se pretende utilizar el drama humanitario de la población de Alepo oriental para atribuir responsabilidades a Siria y Rusia por el agravamiento de la situación humanitaria en la zona, cuando en verdad los responsables directos de esta tragedia son los grupos terroristas con apoyo externo que han venido cometiendo crímenes atroces contra el pueblo sirio desde hace cinco años, en su afán y propósito de derrocar a un Gobierno legítimo.
No podemos pasar por alto el hecho de que existen otros actores involucrados en este conflicto dentro del Consejo de Seguridad. Por ello, en este tema los miembros del Consejo tenemos una responsabilidad compartida, pero diferenciada. Estos actores han participado directamente en el conflicto armado desde sus inicios, suministrando armas a actores no estatales violentos que luego devinieron en grupos terroristas, que incluso se han salido de su control. Ahora se pretende desconocer las consecuencias de sus propios actos haciendo un ejercicio de una retórica dramática mientras siguen alimentando la guerra, no solo en Siria, sino también en todo el Oriente Medio.
Consideramos que, si hubiese existido un interés genuino por alcanzar un texto de consenso, el Consejo habría estado en posición de tener un proyecto de resolución que reflejara la unidad de este órgano. Desafortunadamente, primaron las agendas políticas de algunos miembros del Consejo, que afectaron el logro de un resultado positivo, en perjuicio del pueblo de Alepo. La obstinada insistencia en impulsar este proyecto de resolución (S/2016/846) en el Consejo, a sabiendas de su inviabilidad, ha profundizado las divisiones dentro de este cuerpo colegiado, corriéndose ahora el riesgo de comprometer los avances alcanzados, sobre todo entre los Copresidentes del Grupo Internacional de Apoyo a Siria —los Estados Unidos y la Federación de Rusia— y los esfuerzos del Enviado Especial, Sr. Staffan de Mistura.La lucha contra el terrorismo que vienen librando de manera coordinada los Gobiernos de Siria y de Rusia no puede ser vista como una coartada para destruir a la población siria en Alepo, como algunos tratan de promover infundadamente. La amenaza real existe en esa localidad y está representada por miles de combatientes del Frente Al-Nusra y otros grupos terroristas, que mantienen secuestrados a los cientos de miles de civiles que habitan allí y que son utilizados como escudos humanos, en violación del derecho internacional humanitario y del derecho internacional de los derechos humanos. Solo baste recordar que el Gobierno de Siria abrió corredores humanitarios para desalojar la cuidad de Alepo, y los grupos terroristas ejecutaban a quienes intentaban salir de la ciudad.
Visto que el combate del terrorismo es un objetivo compartido por la comunidad internacional, como ha quedado expresado en las distintas resoluciones aprobadas por el Consejo, no entendemos cómo la llamada oposición moderada no se deslinda de una vez por todas del Frente Al-Nusra. Si sus intenciones por la paz y la estabilidad de Siria son sinceras, la oposición moderada debe sumarse a los esfuerzos para eliminar el flagelo del terrorismo y participar de manera decidida en las conversaciones de paz, sin precondiciones. Lo que se impone con urgencia es dejar de prestar apoyo desde el exterior a los grupos armados que devienen en grupos terroristas e implementar con urgencia el cese de hostilidades acordado el 9 de septiembre.
Por otra parte, resulta paradójico que el proyecto de resolución que nos ocupa exija a Siria que limite su derecho legítimo a ejercer plena soberanía sobre su territorio, en particular su espacio aéreo, mediante el cese de vuelos militares sobre Alepo. Esta exigencia contrasta con la flexibilidad o la omisión del Consejo en otros conflictos, como en la Franja de Gaza, Faluya, Bagdad, el Yemen y el Afganistán. Insistimos en que los temas del Consejo no pueden ser tratados con un doble rasero. Consideramos que el ejercicio pleno de su soberanía, expresado en el control del territorio, es garantía de un combate eficaz del flagelo del terrorismo en Siria. Nos preguntamos cómo puede pretender limitarse el derecho de Siria a reafirmar su soberanía cuando la propia Carta de las Naciones Unidas la consagra, al igual que la integridad territorial y la independencia política, como postulados esenciales para la paz y la seguridad internacionales.
El Consejo no tiene facultades para vulnerar la soberanía de los Estados Miembros, ni puede decidir si un Gobierno es legítimo o no; eso solo corresponde a los pueblos. No podemos permitir que se repitan las experiencias desastrosas de las agresiones militares en el Iraq y Libia, entre otras, que tanto perjuicio han causado a sus pueblos al crear las condiciones propicias, luego del desmantelamiento de sus estructuras institucionales y políticas, para la expansión de Al-Qaida y el surgimiento del Estado Islámico en el Iraq y el Levante/Daesh.
Finalmente, rechazamos que se manipule el drama humano del pueblo sirio por una guerra impuesta desde afuera, financiada y sostenida por actores y combatientes extranjeros. Nos mantendremos firmes a pesar de las presiones y manipulaciones mediáticas para tratar este tema sin dobles raseros, defendiendo los principios de la Carta de las Naciones Unidas y trabajando por una solución política y negociada de este terrible conflicto. Nosotros seguiremos trabajando por la paz.
El Presidente (habla en ruso): Los miembros del Consejo tienen ante sí el documento S/2016/847, en el que figura el texto de un proyecto de resolución presentado por la Federación de Rusia.Entiendo que el Consejo está dispuesto a proceder a la votación del proyecto de resolución que tiene ante sí. Someteré ahora a votación el proyecto de resolución.
Se procede a votación ordinaria.
Votos a favor: China, Egipto, Federación de Rusia, Venezuela (República Bolivariana de)
Votos en contra: Francia, Japón, Malasia, Nueva Zelandia, Senegal, España, Ucrania, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Estados Unidos de América
Abstenciones: Angola, Uruguay
El Presidente (habla en ruso): Se han emitido 4 votos a favor, 9 en contra y 2 abstenciones. No se ha aprobado el proyecto de resolución debido a que no se ha obtenido el número de votos necesario.
A continuación daré la palabra a los miembros del Consejo que deseen hacer declaraciones después de la votación.
(hablan los representantes de Egipto, el Reino Unido de Gran Bretaña y Estados Unidos)
Sr. Ramírez Carreño (República Bolivariana de Venezuela): Desafortunadamente, este Consejo ha mostrado el día de hoy su incapacidad para alcanzar un consenso sobre cómo manejar y cómo resolver la terrible tragedia que vive el pueblo sirio desde el inicio de la guerra. La razón fundamental a esta situación de falta de unidad radica en que algunos miembros permanentes de este Consejo están profundamente involucrados en este conflicto y han apoyado el desarrollo de este tipo de guerras asimétricas que se ha impuesto como un nuevo mecanismo absolutamente ilegal para derrocar Gobiernos.
Suscribimos completamente la declaración del representante de Egipto en el sentido de que lamentablemente quienes siguen poniendo cientos de miles de muertos sobre el terreno, pagando las consecuencias de una estrategia desastrosa en el Oriente Medio, es el pueblo sirio. Para nosotros, los miembros no permanentes del Consejo, esta situación es una alerta y debemos hacer una profunda reflexión. Desde el Consejo de Seguridad, se están alentando conflictos, se están alentando situaciones absolutamente violatorias a la Carta de las Naciones Unidas y absolutamente violatorias a todo lo que es el sistema jurídico internacional.
Nosotros, como país soberano que no tenemos ningún tipo de intereses militares ni geopolíticos más allá de nuestras fronteras, nos vemos en la necesidad de levantar nuestra voz para en medio de esta estrategia seguir alertando al mundo de la necesidad de defender los principios que sustentan el funcionamiento de las Naciones Unidas: el respeto a la soberanía, el respeto a la no injerencia en los asuntos internos de los pueblos y el concepto de que la soberanía reside en los habitantes de un país son elementos fundamentales. Nadie en este Consejo de Seguridad puede decidir si el Gobierno de Siria es legítimo o no. Nadie en este Consejo de Seguridad puede abrogarse el derecho de suprimir la soberanía del Gobierno sirio sobre su propio territorio.
Tenemos ya dolorosas experiencias que deben ser analizadas y discutidas profundamente para evaluar si este Consejo de Seguridad está cumpliendo el papel que le fue asignado durante la creación de las Naciones Unidas. Nos vemos entonces en el medio de un conflicto entre países poderosos y nosotros estamos obligados a defender los principios. Existe mucha presión, se genera mucha presión para lograr que los hermanos países, sobre todo los miembros no permanentes se alineen con una u otra posición. Hacemos un llamado a todos a mantener los principios. Hacemos un llamado a respetar estos principios como la única forma de hallar una solución política no solamente al conflicto de Siria, sino al conflicto de la República del Yemen, el conflicto en Palestina, el conflicto en tantos otros territorios.
Hoy se critica el uso del veto por parte de Rusia. Nosotros consideramos que el veto en muchas ocasiones sirve para balancear situaciones que están absolutamente desbalanceadas. Ojalá se hubiera podido vetar la intervención sobre el Iraq. Ojalá se hubiera podido vetar el bombardeo de la OTAN sobre Libia, no estuviéramos lamentando las situaciones que hemos tenido. Pero el Consejo, y sobre todo de cara al público, muchas veces utiliza un doble estándar, un doble rasero para tratar la situación. Algunos miembros involucrados directamente en los conflictos hacen dramáticos relatos sobre el sufrimiento humano —y es muy lamentable el sufrimiento humano— pero guardan un silencio cómplice e inexplicable sobre el sufrimiento, por ejemplo, del pueblo de Palestina durante los terribles ataques de Israel en la Franja de Gaza, o guardan un silencio inexplicable en otros conflictos, como la situación del Yemen.
Hemos votado a favor de la segunda resolución (S/2016/847) propuesta por la Federación de Rusia porque nos parece, así como pensábamos de la resolución propuesta por Nueva Zelandia, que tenía elementos que podrían haber llevado al Consejo a expresar su unidad sobre la necesidad de hacer cesar el sufrimiento de los civiles en el este de Alepo y en toda Siria.
Creo que el Consejo, una vez que hemos mostrado al público nuestra falta de unidad a este respecto, debe abocarse a buscar de manera constructiva, más allá de las propias agendas nacionales, una solución política y negociada de este drama. Debe cesar la matanza en Siria, debe cesar el intervencionismo en Siria, debe cesar el suministro de armas a grupos que no son capaces de desligarse de los grupos terroristas. Las Naciones Unidas deben propender a buscar una solución —y el Consejo de Seguridad deberá buscar una solución negociada de este conflicto— o, como lo hemos dicho, el fenómeno del terrorismo seguirá azotando al sufrido pueblo del Oriente Medio.
(Hablan los representantes de Ucrania, China, Nueva Zelandia, Uruguay, Angola y Japón)
El Presidente, Sr. Churkin (habla en ruso): Diré ahora unas palabras a título nacional. Será una intervención breve porque aún queda otro orador.
Los representantes de los Estados Unidos de América y del Reino Unido, como de costumbre, se ciñeron a su retórica de provocación. Estamos acostumbrados a este discurso descomedido, y no reaccionaremos. Los intentos por insultarnos no nos disgustan ni nos distraen de lo que es más importante. Pero hay dos temas a los que desearía referirme.
El representante del Reino Unido hizo un emotivo llamamiento para que se ponga fin a esto inmediatamente. En efecto, ¿por qué no hacerlo? ¿Y si se pusiera fin de inmediato al apoyo a diversos malhechores en todo el mundo: los terroristas, los extremistas y todos los demás aficionados que agravan la situación en uno u otro país? ¿Y si se pusiera fin a la injerencia en los asuntos de otros Estados soberanos? Simplemente abandonar esas costumbres coloniales y dejar al mundo en paz. La situación mejoraría en muchas partes del mundo.
El argumento presentado por los Estados Unidos es que es necesario adoptar más medidas. Estamos plenamente de acuerdo. Nuestro Ministro de Relaciones Exteriores y el Secretario de Estado de los Estados Unidos tardaron varios meses en llegar a un acuerdo, pero los Estados Unidos no pudieron aplicarlo ni hacer la distinción entre la oposición moderada y los terroristas. Ni siquiera pudieron garantizar la retirada de los grupos de la oposición de la carretera de Castello a fin de ofrecer mejores condiciones para brindar ayuda humanitaria a la zona oriental de Alepo. Sí, es necesario adoptar más medidas.
Creo que el representante del Uruguay formuló una observación importante sobre el hecho de que son los terroristas los responsables mientras que son los civiles los que sufren. Quisiera ahondar en ese argumento: son los políticos los responsables, puesto que tratan de hacer realidad sus grandiosos planes en todo el mundo mientras los civiles sufren. Y ni siquiera intentan admitir errores catastróficos, si no crímenes, que se derivan de sus políticas, avivan las llamas del conflicto y fomentan el caos en muchas partes del mundo.
Por último, el representante de Angola expresó su alarma por el hecho de que lo que está sucediendo podría significar la desarticulación del Grupo Internacional de Apoyo a Siria. No estamos de acuerdo. Creemos que podremos preservar tanto los formatos multilaterales como el proyecto de resolución de hoy (S/2016/847), que, como dije, no esperábamos que se aprobara y lo consideramos simplemente como una manifestación política. Su objetivo era preservar esos formatos multilaterales y, por lo tanto, lo que tenían de válido los acuerdos ruso-estadounidenses. Aunque no se han aplicado, consideramos que sí pueden aplicarse. Quisiera asegurar al Consejo que continúa realizándose una compleja labor, a nivel tanto multilateral como bilateral, y que todos esperamos fervientemente que la situación en Siria pueda normalizarse, lo que sin duda mejoraría la situación en la zona oriental de Alepo. Esperamos que suceda tan pronto como sea posible.Reanudo ahora mis funciones como Presidente del Consejo.
Doy la palabra al representante de la República Árabe Siria.
Sr. Ja’afari (República Árabe Siria) (habla en árabe): Evidentemente, la verdad enerva a los representantes de las Potencias coloniales en el Salón. Los hemos visto irse cuando oían decir la verdad. Al comportarse de ese modo, demuestran que tienen intenciones coloniales maliciosas contra mi país y el pueblo de Siria. De la misma manera, demuestran que su diplomacia es una diplomacia del caos, la coerción y el uso de la fuerza, y no se basa en los principios del diálogo y la resolución pacífica de los conflictos. A esos colegas que se fueron del Salón cuando todavía estábamos reunidos (véase S/PV.7777), quisiera darles las gracias porque me confirieron la condición de miembro permanente en lugar de ellos.
Quisiera felicitarlo, Sr. Presidente, por presidir la labor del Consejo durante este mes, en un momento en que el mundo entero, y nuestra región en particular, están experimentando grandes y graves dificultades. Esos difíciles desafíos son resultado de las políticas erróneas de algunos Estados, incluidos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Están tratando de aplicar sus propias políticas intervencionistas, que contravienen los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas. Sin embargo, su experiencia y sabiduría, Sr. Presidente, sirven para dirigir la labor del Consejo en este momento crítico.
Permítaseme aprovechar esta oportunidad para condenar el cobarde acto de terrorismo perpetrado por el Frente Al-Nusra contra la Embajada de la Federación de Rusia en Damasco hace unos días. Varios Estados Miembros votaron a favor del proyecto de resolución francés (S/2016/846), pero se opusieron a emitir aunque fuera un comunicado de prensa que condenara el ataque. Asimismo, lamentamos que el Consejo no aprobara el proyecto de resolución (S/2016/847) presentado con miras a lograr la paz y acelerar el proceso político en Siria al diferenciar entre las denominadas fuerzas armadas de la oposición y el grupo terrorista Frente Al-Nusra. Bloquear el proyecto de resolución de Rusia sirve para reafirmar, por enésima vez, la falta de voluntad política por parte de quienes se oponen a este. No tienen una verdadera voluntad política de combatir el terrorismo y ninguna voluntad genuina de alcanzar una solución intersiria a la crisis. Evidentemente, la diferenciación entre terroristas extremistas y los grupos armados moderados es un proceso difícil, parecido a tratar de separar el uranio enriquecido del uranio no enriquecido, si existiera esto último existiera.
No me he molestado en reflexionar sobre el proyecto de resolución francés, ya que es obvio que tenía sus propios objetivos, que no solo yo, sino también el pueblo sirio, vemos claramente. Me recuerda el centenario del infame Acuerdo Sykes-Picot, un acuerdo colonial entre Francia y Gran Bretaña que trajo un constante sufrimiento a nuestro pueblo, creó divisiones en nuestra sociedad y saqueó nuestra riqueza y recursos. Consideramos que el proyecto de resolución francés refleja la nostalgia que Francia siente por su oscuro pasado colonial. Fue bajo la ilusión de que alimentar la crisis siria crearía una oportunidad de oro para revivir su antiguo poder colonial, que no regresará.
Hoy, el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia trató de convertirse en el guardián del pueblo sirio cuando habló acerca de lo que era bueno para él y lo que, en su calidad de Ministro de Relaciones Exteriores, debería hacer para ayudarlo, como si todavía estuviera soñando que representaba a una Potencia colonial que pudiera apropiarse del derecho a hablar en nombre del pueblo sirio en el Consejo. Sin embargo, los políticos franceses deberían avergonzarse de lo que han hecho a Libia y al pueblo libio. Y cuando dirigimos nuestra atención a las masacres de Guernica y de Srebrenica, vemos que esas matanzas fueron el resultado de políticas competitivas europeas de barbarie con las que ni nosotros ni nadie más tenemos ningún tipo de relación. Esas políticas fueron puramente políticas europeas de barbarie.
En cuanto a la matanza ocurrida en Siria hoy, ha sido causada por terroristas extranjeros mercenarios nacidos en Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Noruega, España y Bélgica. Son terroristas que son manipulados por los organismos de inteligencia de los Estados Occidentales, las fetuas sobre la yihad, con financiación de Qatar y la Arabia Saudita y el patrocinio de Turquía para todos estos actos de agresión. Antes de continuar con mi declaración, quisiera recordar al Ministro francés lo que su predecesor dijo una vez:
(continúa en francés) “Los yihadistas franceses están haciendo un buen trabajo en Siria”.
(continúa en árabe) Esta es la política de Francia, expresada en 2012 por el entonces Ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Sr. Laurent Fabius.
Los elementos y las disposiciones del proyecto de resolución de Francia demuestran una vez más que tienen malas intenciones hacia mi país. Desde el principio, los sucesivos Gobiernos franceses han tratado de socavar el Estado sirio en su totalidad, no solo atacando un Gobierno en particular. En el proyecto de resolución, se pide a todas luces que se ponga fin a las operaciones llevadas a cabo por el Ejército sirio y sus aliados para defender al pueblo sirio y combatir el terrorismo, en nombre de todos los miembros del Consejo de Seguridad, el Frente Al-Nusra, el Estado Islámico en el Iraq y el Levante (EIIL) y los grupos terroristas afiliados. Al parecer, cada vez que el Ejército sirio y sus aliados ganan terreno frente a los grupos terroristas, a saber, el Frente Al-Nusra, miembros del Consejo bien conocidos se precipitan a rescatarlos de su inevitable derrota convocando reuniones o presentando proyectos de resolución, en los que se hace total caso omiso del sufrimiento del pueblo sirio. Solo tratan de rescatar a los terroristas, ya sea en Alepo o en otras ciudades y regiones de Siria.
Esperábamos que estos esfuerzos sin precedente e infatigables por parte de Francia para impulsar la aprobación de su resolución, de manera similar al proyecto de resolución presentado por Rusia, hubiesen tenido por objetivo encontrar una solución política a la crisis en Siria, dirigida por los sirios sin intervención extranjera alguna ni condiciones previas. Esperábamos que, en lugar de presentar un proyecto de resolución para imponer una zona de prohibición de vuelos en nuestro propio espacio aéreo, Francia y sus aliados hubiesen impuesto una moratoria del apoyo que sus Gobiernos prestan al terrorismo, que luego exportan a Siria. Esperábamos que el Gobierno de Francia estuviera en condiciones de responder a la pregunta que el pueblo sirio sigue formulando, es decir, si el dinero proveniente del acuerdo petrolero total, el acuerdo sobre el gas qatarí y los acuerdos de adquisición de armas de la Arabia Saudita valían la sangre que el pueblo sirio ha derramado.Desde hace más de seis años, los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña han pedido con persistencia una reunión tras otra. Han patrocinado proyectos de resolución, declaraciones de la Presidencia y declaraciones de prensa en el Consejo con un solo propósito, a saber, engañar al público haciéndole creer que están tratando de resolver la crisis en mi país. Entretanto, han puesto en marcha campañas mediáticas, diplomáticas para promover falsamente ciertas ideas, entre otras, que la situación que tiene lugar en Siria es un enfrentamiento entre la llamada oposición armada moderada y las fuerzas gubernamentales, a las que acusan de cometer crímenes de guerra. Soslayan por completo el hecho de que sus políticas han puesto en peligro la vida de cientos de miles de civiles inocentes en Siria debido a su apoyo constante a los grupos terroristas armados que han utilizado a civiles como escudos humanos.En respuesta a las observaciones de algunos colegas que hablaron sobre los ataques perpetrados contra los hospitales, lo cierto es que los terroristas que operan en el este de Alepo han convertido el hospital oftalmológico más grande e importante del Oriente Medio en base para sus operaciones militares.
Quisiera recordar a los miembros que, desde el inicio de la crisis en Siria, el Consejo de Seguridad ha celebrado 75 reuniones oficiales, 97 consultas y 8 reuniones con arreglo a la Fórmula Arria. También ha aprobado 17 resoluciones, además de publicar varias declaraciones de la Presidencia y de prensa sobre la situación en Siria. No obstante, estos esfuerzos no han impedido que la diáspora terrorista mundial destruya mi país, Siria. Quisiera recordar al Consejo que los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia han utilizado su poder de veto 77, 33 y 19 veces, respectivamente. Los representantes de esos países no tienen vergüenza. Cuando bloquean los proyectos de resolución, sencillamente impiden que se ponga fin a la ocupación israelí de nuestras tierras y justicia para el pueblo palestino.
Es evidente que los programas de apoyo con que cuentan los “grupos armados moderados”, proporcionados por los Estados Unidos así como por algunos países árabes y de la región vinculados a los proveedores de fondos de la región, siguen llegando a manos del EIIL y el Frente Al-Nusra. Estos grupos, junto con sus afiliados, son grupos terroristas. El pueblo sirio tiene derechos, y estos países afirman que tratan de lograr sus intereses. Deberían analizar la lógica y los mecanismos que sustentan su enfoque con respecto a Siria. Los Estados Unidos han establecido un programa para entrenar a combatientes que han predeterminado como moderados: según funcionarios, los Estados Unidos han gastado 500 millones de dólares para entrenar a 49 combatientes. De ellos, 44 tomaron las armas proporcionadas por los Estados Unidos y, tan pronto llegaron a territorio sirio, se sumaron a las filas del grupo terrorista Frente Al-Nusra. Quedan cinco, y no tenemos idea alguna de su paradero.Los Estados Unidos, la Arabia Saudita y Qatar han suministrado armas y dinero a la Brigada de los Mártires de Yarmuk en la región meridional de Siria y el Golán ocupado. Esta Brigada ha anunciado su lealtad al EIIL. Esos países han insistido en que Harakat Nur al-Din al-Zanki era una organización moderada, a pesar ser una organización terrorista que cuenta con el apoyo de Turquía y asumió la responsabilidad de los crímenes perpetrados en Alepo. De hecho, ahora se ha sumado con carácter oficial al Frente Al-Nusra. Por tanto, todos esos grupos armados “moderados” ahora están afiliados al EIIL. El incidente más reciente guarda relación con la Brigada Suqour Jabal al-Zawiya, que, con el apoyo de los Estados Unidos, ha anunciado su lealtad al Ejército Fateh al-Sham, nuevo nombre del grupo terrorista Frente Al-Nusra.
En este contexto, quisiera mencionar los 1.800 mensajes electrónicos suprimidos de la bandeja de entrada de la ex Secretaria de Estado de los Estados Unidos. Esos mensajes contenían detalles sobre los envíos de armas que fueron transferidos a los grupos terroristas armados en Siria desde Libia a través de Turquía, por decisión del Gobierno estadounidense.
Al aplicar estas políticas destructivas, estos países se han basado en una campaña mediática y política engañosa para convencer a la opinión pública mundial de que están luchando contra el terrorismo y que los terroristas que financian, apoyan, acogen y transfieren en Siria procedentes de más de 100 Estados son o bien miembros de la oposición “moderada” o de los “equipos de respuesta inicial”. Recientemente, se ha utilizado el término “Cascos Blancos” para referirse a ellos, e incluso han sido propuestos para el Premio Nobel de la Paz. Obran en mi poder fotografías que muestran a estos miembros “moderados” de la oposición, los Cascos Blancos, uno de ellos disparando granadas autopropulsadas contra aeronaves. Por cierto, se trata de un médico. Si algún miembro del Consejo desea echar un vistazo, tenemos decenas de imágenes similares. Asimismo, quisiera señalar que el fundador de estos malvados Cascos Blancos es, de hecho, James Le Mesurier, oficial de inteligencia de Gran Bretaña.
Como informó hace poco el Ron Paul Institute for Peace and Prosperity, con sede en los Estados Unidos, el Pentágono pagó 540 millones de dólares a la empresa de relaciones públicas británica Bell Pottinger, que normalmente presta servicios a Chile y la Arabia Saudita, para que idease una agresiva campaña de propaganda contra el Gobierno sirio. La empresa montó vídeos de YouTube, fotografías, videoclips, etc.
Los Estados Unidos de América formaron una coalición internacional con la excusa de luchar contra el EIIL y otras organizaciones terroristas, entre ellas, las organizaciones cuya propagación llevan facilitando desde 2003. Sin embargo, los hechos sobre el terreno han demostrado que, desde que se creó la denominada coalición, el EIIL se ha expandido y ha ganado terreno, ya que dicha coalición no ha luchado seriamente contra el terrorismo, al contrario. Las fuerzas aéreas de la coalición han matado a cientos de civiles sirios y a personal militar sirio, han destruido la infraestructura y las instalaciones económicas y han lanzado desde el aire armas y suministros militares a organizaciones terroristas para propagar aún más el caos y causar estragos en mi país. Sin embargo, según la coalición, todo eso fue simplemente un error. Es decir, las fuerzas aéreas de la coalición han matado a civiles, han destruido la infraestructura y han ayudado a terroristas armados, y luego han justificado esos delitos calificándolos simplemente de errores que deben ser perdonados. Días más tarde repiten los mismos errores.
Sinceramente, uno tiene que descifrar la estrategia actual de la coalición encabezada por los Estados Unidos sobre la base de un código de errores reiterados. Esos delitos parecen estar regidos por una política sistemática e intencional, como ocurrió cuando sus aviones atacaron las posiciones del ejército sirio en Deir Ezzor. A causa de ese ataque, decenas de civiles quedaron expuestos a la amenaza del EIIL. Incluso tuvieron la audacia de solicitar que se abrieran corredores humanitarios protegidos para que los terroristas pudiesen mantener su dignidad. ¿Abrieron los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia corredores humanitarios para proteger a los terroristas moderados de Al-Qaida en el Afganistán, o a los autores de las masacres de Charlie Hebdo o la sala Bataclan, o en Niza, California, Boston, Chicago, Nueva York o Londres? ¿Por qué no han abierto corredores humanitarios protegidos en Europa y los Estados Unidos para que los terroristas escapen?
El representante de los Estados Unidos ha dicho que debemos aprender de las lecciones del pasado. Y yo quisiera decirle: espero que los Estados Unidos puedan hacerlo. Espero que los Estados Unidos puedan aprender de sus errores en Viet Nam, Camboya, Corea, Cuba, Nicaragua, Yugoslavia, el Iraq, Libia y África. Espero que recuerden lo que hicieron a iraquíes inocentes, a los 408 civiles que mataron el 13 de febrero de 1991 en el albergue Amiriyah de Bagdad, y pidan perdón por ello.
Mi Gobierno reitera que seguirá cooperando con las Naciones Unidas y sus organismos especializados para aplicar el plan de respuesta humanitario mensual. Hemos aprobado el plan de respuesta de octubre y si no hemos podido aplicarlo plenamente es debido a las prácticas de los grupos terroristas armados y sus aliados, que siguen obstaculizando el acceso de la ayuda humanitaria. Esos grupos siguen atacando los convoyes y el personal de asistencia humanitaria y saqueando la asistencia. El último ataque fue el 19 de septiembre, contra el convoy de asistencia humanitaria que se dirigía a Oram al-Kubra, en la zona rural de Alepo, el cual provocó la muerte de varios ciudadanos sirios y de voluntarios de la Media Luna Roja Árabe Siria. Saquearon los suministros y quemaron los camiones. Los grupos armados “moderados” han denegado el acceso al personal de la Media Luna Roja Árabe Siria para prestar asistencia a varias zonas. Los trabajadores de los organismos de las Naciones Unidas en Siria lo saben perfectamente. Hemos iniciado una investigación sobre el ataque contra el convoy de las Naciones Unidas y la Media Luna Roja Árabe Siria en Oram al-Kubra y entregaremos sus conclusiones al Consejo cuando esta termine.
Si hoy estamos sentados en este Salón celebrando esta sesión para examinar la situación en la zona oriental de Alepo, mientras algunos derraman lágrimas de cocodrilo, se debe a que los Estados Unidos están eludiendo el acuerdo que alcanzaron con la Federación de Rusia el 9 de septiembre. Dicho acuerdo debía distinguir entre los grupos armados moderados y el Frente Al-Nusra. El Gobierno de la República Árabe Siria ha respaldado el acuerdo del cese de las hostilidades y ha adoptado medidas para aplicar sus disposiciones y suministrar asistencia a Alepo. No obstante, lo cierto es que los Estados Unidos no han cumplido con sus obligaciones. Los grupos terroristas, apoyados por los Estados Unidos y sus aliados, siguen infringiendo el acuerdo y se están reagrupando para lanzar nuevos ataques, todo lo cual ha provocado el fin del acuerdo de cese de las hostilidades y el deterioro de la situación en Alepo después de que los terroristas mataran a 157 soldados sirios y 300 civiles en la zona oriental de Alepo.
Para concluir, la sangre que se derrama en nuestro país es nuestra sangre. Somos las víctimas de una guerra terrorista y de su dolor, su angustia y su tormento. Es nuestro y de nadie más. El hecho de que los promotores del terrorismo derramen lágrimas de cocodrilo por esta crisis humanitaria es el colmo de la hipocresía y la falsificación de pruebas. Seguiremos luchando contra el terrorismo, y lo haremos en paralelo a nuestro empeño por alcanzar una solución política mediante el diálogo entre sirios, en el que los sirios y nadie más podrán decidir el futuro de Siria, sin intervención extranjera.
Además, deseo hacer un llamamiento a aquellos que han derramado lágrimas de cocodrilo por el pueblo sirio y aconsejarles que lloren de verdad por los 250 yemeníes que han muerto hoy a manos de fuerzas aéreas occidentales, con aviones occidentales utilizados por los sauditas.
El Presidente (habla en ruso): El representante de Nueva Zelandia ha solicitado hacer uso de la palabra para formular otra declaración.
Sr. Van Bohemen (Nueva Zelandia) (habla en inglés): Ya estoy acostumbrado a las fantasías del representante de Siria. Muy poco de lo que dice puede considerarse cierto. Pero cuando miente flagrantemente acerca de la prestación de asistencia humanitaria al pueblo sirio, me siento en la necesidad de hablar. Está muy claro. El responsable de los retrasos en la prestación de ayuda humanitaria, la retirada de equipo médico y demás obstáculos que se ponen a los convoyes de las Naciones es, en su mayor parte, el régimen sirio.
El Presidente (habla en ruso): El representante de la República Árabe Siria ha pedido la palabra para formular otra declaración. Tiene la palabra.
Sr. Ja’afari (República Árabe Siria) (habla en árabe): Yo no quería responder a mi colega, porque estoy en contacto con él constantemente y yo siempre intento explicarle lo que está ocurriendo en mi país con respecto a la crisis humanitaria que estamos afrontando. Sin embargo, no esperaba que cometiera el error de referirse a mí como representante de un régimen, sobre todo porque es un diplomático experimentado y un miembro del Consejo. Se supone que debe respetar la legitimidad internacional y debe dirigirse a mí como representante de mi país, la República Árabe Siria. Ese es el primer error.
El segundo error es que parece que el Representante Permanente de Nueva Zelandia y otros colegas no leen lo que les enviamos. Hemos dirigido un total de 500 cartas al Consejo en nombre del Gobierno de Siria respecto al terrorismo internacional patrocinado por países que todos conocemos. Hemos estado enviando esas cartas desde el inicio de la crisis. Parecería que mi colega, el Representante Permanente de Nueva Zelandia, no las ha leído. Hemos enviado 60 cartas al Representante Permanente de Nueva Zelandia, entre otros destinatarios, sobre el uso de armas químicas por los terroristas en Siria. Parece ser que algunos miembros del Consejo no leen lo que les enviamos. Por lo tanto, exhorto a mis colegas a leer estas cartas, lo que sin duda los ayudará a ver la situación con claridad.En Siria hemos sido víctimas de las malas interpretaciones de unos y de las mentiras engañosas de otros. Como diplomáticos, tenemos la responsabilidad de corregir esas malas interpretaciones. No debemos mentirnos los unos a los otros.
Se levanta la sesión a las 16.50 horas.
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