Trump: sueño vs realidad – aún se permite tener esperanza!

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Para muchos partidarios de Trump la semana pasada ha sido dolorosa. Ya si decidimos reaccionar con abyecto pánico o fingimos que nada ha pasado, algo sucedió y fue algo grande: las Agencias de las Tres Letras dieron un golpe de facto contra Donald Trump forzándolo a despedir a su asesor de política exterior más importante, el hombre que se había atrevido a declarar que quería reformar la sobrepoblada y en gran parte ineficaz comunidad de inteligencia estadounidense.

No hay manera de ponerle una cara valiente a lo que sucedió. No sólo porque se demostró que Trump no es leal con aquellos que son leales con él, sino porque este episodio casi mató lo que yo llamaría el “sueño Trump”. Elegí cuidadosamente mis palabras aquí. Hablo de “Sueño Trump” en contraposición a la “Realidad Trump”. Permítaseme explicar.

El “Sueño Trump”

Cuando Trump ganó las elecciones, el espectro de esperanzas acerca de sus acciones fue muy amplio. Desde “Trump cambiará para siempre el sistema internacional, pondrá fin al Imperio y traerá paz y prosperidad a los Estados Unidos” a “nunca será tan malo como Hillary, no importa lo que haga”. De este espectro, aquí una lista de los que yo tomaría como elementos claves del “Sueño Trump”:

  1. Drenado del pantano: echar a patadas a los neoconservadores hasta el sótano desde el que se arrastraron hace 24 años, reformando la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, posiblemente disolviendo la CIA o, al menos, subordinándola al JCS.
  2. Hacer la paz con Rusia y negociar una “gran solución” que explicara claramente cómo los EE.UU. y Rusia actuarían entre sí y conjuntamente contra las amenazas comunes. Al menos, esto implicaría un acuerdo sobre Ucrania y Siria.
  3. Trabajar con Rusia para crear un nuevo sistema de seguridad europeo para mantener a la OTAN como una organización política, pero que la “diluya” en un nuevo marco de seguridad que vaya desde Portugal hasta los montes Urales y que incluya una versión del siglo XXI del Tratado de Fuerzas Convencionales para Europa.
  4. Dejar de aportar miles de millones de dólares al Imperio y redirigir los inmensos recursos que actualmente se pierden en guerra, agresión y subversión hacia los Estados Unidos y su deteriorada infraestructura, atención médica, educación, PMI, etc. Hasta ahora los sectores más productivos de la economía estadounidense han sido el complejo militar-industrial y las finanzas. La esperanza era que Trump pusiera en marcha la economía “real”: la producción de bienes y servicios.
  5. Poner fin a lo que yo llamaría la “dictadura de las minorías” y sustituirla por una restauración de la soberanía de la mayoría del pueblo estadounidense sobre su país. Que las “Rachel Maddows” que solían ser los “amos ideológicos” del régimen anglo-sionista, fueran conducidos suavemente hacia la puerta y reemplazados por gente con la cual la mayoría de los estadounidenses pudieran identificarse.
  6. Restitución de la ley y el orden en los Estados Unidos y que el flujo descontrolado de inmigrantes fuera finalmente regulado al menos hasta cierto punto.
  7. Por último, pero definitivamente no menos importante, Trump no actuaría sobre esta estúpida, contraproducente y autodestructiva retórica iraní y China. Recuerde: lo que estoy enumerando aquí no es una evaluación realista de lo que Trump podría hacer una vez en el poder, sino lo que deliberadamente llamé el “Sueño Trump” con énfasis en la primera palabra. Claro, puede haber quienes quisieran que Trump cumpliera sus amenazas e incluso iniciara una guerra con Irán o China, pero no conozco a nadie. (Por otra parte, estas no son personas a las que me gusta conocer). Una vez más, este es mi esquema, subjetivo y personal de lo que pienso que muchos (la mayoría?) de los partidarios de Trump podrían soñar, nada más.

Después de la semana pasada, diría que, en su mayor parte, este sueño ha terminado, especialmente los puntos 1,2,3 y 5, los puntos 6 y 7 sobreviven con métodos artificiales y 4 sólo tiene escalofríos y resfriado pero podría todavía vivir.

La clave, por supuesto, es el punto 1: drenaje del pantano. En otras palabras, luchar contra el poder de los neoconservadores y el “estado profundo” de los Estados Unidos y ponerlo de nuevo donde pertenece: en manos de un presidente con el mandato de la mayoría del pueblo estadounidense. Esa es, por desgracia, la mayor pérdida que todos sufrimos la semana pasada: el hombre que se suponía que debía drenar el pantano recibió un golpe humillante por parte de un estado profundo borracho en su propio desparpajo infinito. El mayor peligro no es que Flynn fuera despedido, aunque eso en sí es un gran problema, pero el hecho de que el estado profundo obligó a Trump a traicionar públicamente a Flynn y despedirlo en lugar de los que estaban involucrados en este golpe de palacio (incluyendo al mismo Pence).

Lo que el estado profundo demostró esta semana es que todo el mundo en el Poder Ejecutivo no sirve a gusto del Presidente, sino a placer del estado profundo, incluyendo probablemente al mismo Donald Trump.

Terminando con el Nr. 2 de Trump los Neocons han demostrado ahora al mundo que todo el mundo (Nr.3, Nr. 4, etc.) y posiblemente Nr. 1 están todos aquí solamente en la medida que ellos, los Neocons, les permiten. Estoy personalmente convencido, de que a menos que Donald Trump encuentre en sí el coraje de montar un contraataque importante, los neoconservadores encontrarán la manera de expulsarlo de la Casa Blanca antes de que termine su mandato. Eso es típicamente su estilo: enviar “mensajes” y “sentar un ejemplo”.

Si Trump “se comporta”, posiblemente, le permitirán hacer algo de los puntos Nr. 6 (ley y orden) y Nr. 4 (reorientar un poco de dinero a la patria de EE.UU.). En cuanto al punto Nr. 7 (golpear a Irán y a China), esta es la única parte de su programa que apoyarán con entusiasmo (de este modo también ponindo fin a su sueño de no actuar en ese absurdo).

Así es que sí, esto es malo, y salvo un milagro, el sueño está realmente terminado.

Sin embargo, vamos a poner esto de nuevo en perspectiva.

La realidad Trump

Si el * sueño * ha terminado, esa no es razón para desanimarse o para afirmar que el apoyo a Trump haya sido un error. Se debe tener siempre en cuenta cuál era la alternativa: Hillary Clinton.

Uno de mis comentaristas rusos favoritos, Ruslan Ostashko, lo puso brillantemente cuando dijo:

Ninguna persona racional esperaba que Trump mostrara verdadera amistad o amor por Rusia o un reconocimiento inmediato de Crimea (como parte de Rusia). Nuestra alegría por la elección de Trump estaba vinculada a un solo factor: con Clinton no tendríamos ninguna oportunidad, ni una sola, de llegar a un acuerdo sobre cualquier cosa. Si Clinton estuviera ahora sentada en la Casa Blanca no estaríamos discutiendo el tema del reconocimiento de Crimea o el futuro de las sanciones estadounidenses. Estaríamos tratando de adivinar cuándo comenzaría la guerra nuclear, estaríamos estudiando nuestros mapas de refugio antiaéreo, cómo usar un contador Geiger y cómo contar la dosis correcta para tabletas de yodo.

Él tiene toda la razón, por supuesto. Esto también es exactamente lo que escribí el 9 de noviembre después de la elección:

Así ha sucedido: Hillary no ha ganado! Digo que en lugar de decir que “Trump ganó” porque considero que la primera es aún más importante que la segunda. ¿Por qué? Porque no tengo ni idea de lo que Trump hará a continuación. Tengo, sin embargo, una excelente idea de lo que Hillary habría hecho: la guerra con Rusia. Trump probablemente no hará eso.

Nunca fui un “soñador” con Trump. Yo era simplemente un esperanzado en Trump, lo que significa que tenía esperanzas de que Trump no sólo sería mejor que Hillary, sino que él podría cumplir, al menos, algunos de sus prometidos”sueños”.

Pero si la elección es el triunfo humillante de los neoconservadores y la guerra termonuclear, entonces acepto el primero con gratitud.

Por otra parte, por desagradable que sea este pensamiento para muchos norteamericanos, es un hecho innegable que los Estados Unidos son actualmente el huésped que alimenta al parásito anglo-sionista y que este parásito utiliza para intentar subyugar a todo el planeta.

Lo que está ocurriendo ahora es que los neoconservadores y el estado profundo han logrado re-tomar el control de su anfitrión, pero sólo a costa de un debilitamiento mayor de ese anfitrión. Y eso es objetivamente bueno para nuestro planeta. Así como el golpe de estado en Turquía terminó eviscerando los servicios militares y de seguridad y reduciendo dramáticamente su capacidad de influir en los acontecimientos en Siria (esto es, en parte, el por qué Erdogan ahora está jugando al balón con los rusos y los iraníes) la revolución de color en marcha contra Trump está destruyendo el poder del anfitrión norteamericano y, por tanto, del parásito anglo-sionista. Por un lado, todo el establishment político está tan profundamente involucrado en la lucha por el poder dentro de los Estados Unidos, que se deja muy poca energía burocrática para tratar con cualquier otra cosa. Además, en términos políticos, la “nación indispensable” y la “ciudad sobre la colina” son ahora el hazmerreír del planeta. La próxima vez que algún propagandista del Departamento de Estado empiece a regurgitar el habitual fragmento de propaganda proletario sobre la democracia, los derechos humanos y las elecciones justas, será recibido con una risa histérica y gritos de “médico, sálvate a ti mismo!”. Y, francamente, sólo Dios sabe a dónde nos llevará este proceso. Yo, por ejemplo, no excluiría absolutamente la posibilidad de una guerra civil en Estados Unidos. Y antes de que la declaración sea recibida con burlas y el conjunto habitual de ad hominems, permítanme recordarles que predije la guerra civil en Ucrania, cuando casi todos los demás estaban en estado de total negación (ver: Las puertas del infierno se abren para Ucrania, Escrito el 20 de noviembre de 2013). En este momento, no estoy prediciendo una guerra civil en los EE.UU., pero estoy diciendo que se ha convertido en una posibilidad real.

Guerra civil o no, todo lo que los neoconservadores y el estado profundo están haciendo es acelerar el inevitable colapso de los EE.UU. como hegemón mundial. Es cierto que Trump no podría haberlo impedido, pero podría haberlo negociado, usando el todavía inmenso poder de los Estados Unidos para obtener el mejor trato posible de los otros grandes actores. Si una persona se cae de un rascacielos, no hay manera de evitar que golpee en el suelo – pero si tiene un paracaídas o no, esto hará una gran diferencia en cómo aterrizará. Eso es lo que Trump podría haber hecho – haciendo un “descenso por los descansos” como dice la expresión de los rusos. Las habilidades para hacer que eso suceda son sencillas: realismo, voluntad de negociar, capacidad para entender al contrincante, valor para renunciar a lo que no es sostenible, etc. Estas son las habilidades exactas que los Neoconservadores carecen totalmente. Lo que pueden hacer es doblar la apuesta, luego doblar de nuevo, y luego doblar un poco más. Y este tipo de actitud maníaca siempre conduce a la catástrofe.

Cualquiera que sea el caso, la gran historia en el futuro previsible será la lucha interna dentro del estado profundo de EE.UU. ¿Por qué lucha interna? Debido a que Trump es también parte del estado profundo, no salió de repente de la nada ex nihilo, tenía, y todavía tiene, poderosos patrocinadores. Esa es, en términos comparativos, la buena noticia. La mala noticia es que la facción del estado profundo que respalda a Trump parece ser la más débil. Y Trump mismo no es exactamente un caballero de brillante armadura, por decirlo suavemente. Sin embargo, si imaginamos que por alguna medida de poder las fuerzas anti-Trump dentro del estado profundo son, oh!, 70% y los partidarios del Trump son por lo tanto 30%, las luchas internas entre el 70% y el 30% dejarán muy poca Energía a ambas partes para hacer frente a Rusia, China o Irán.

Es una dulce ironía que los grandes partidarios de divide et impera se hicieron eso a sí mismos, ¿no?

Conclusión

Es demasiado pronto para desanimarse. Sí, el “Sueño Trump” probablemente ha terminado, fue hermoso mientras duró, pero ahora la “realidad Trump” está tomando el centro del escenario y todos necesitamos aprender a operar en este nuevo contexto. Necesitamos estudiar de manera cuidadosa y sistemática esta nueva realidad y analizarla cuidadosamente por todos los riesgos y oportunidades que nos presenta. Y hay un montón de grandes oportunidades, junto con riesgos muy reales, a ser descubiertas. Sólo el hecho de que los líderes del Imperio se han vuelto el uno contra el otro es una bendición enviada por Dios! Usémosla al máximo.

Coincidencia o no, pero el Durán informa que el Presidente de la JCS, el General Joe Dunford y el General Valery Gerasimov, el Jefe del Estado Mayor de los militares rusos se han reunido en Bakú. Esta es la primera reunión de este tipo desde enero de 2014 y tuvo lugar en un “ambiente cordial”. De hecho, Dunford aseguró a Gerasimov que en realidad no hay planes de desplegar tropas terrestres estadounidenses en Siria (hay, por supuesto, ya varios miles de soldados estadounidenses en tierra en Siria, ambas partes saben eso, pero ambas partes también saben lo que Dunford Se refiere a: las fuerzas armadas regulares).

¿Te imaginas una reunión así con Hillary?

Lo que sucedió es muy simple. Con la elección de Trump, los Neocons sufrieron una aplastante derrota y les llevó menos de un mes reagruparse y castrar a Trump. Esto es malo y el “sueño del triunfo” ha terminado. Pero nosotros – la resistencia al Imperio, estamos todavía en muy buena forma. Después de todo, Trump nunca fue nuestro candidato, fue el candidato de la parte del estado profundo que nosotros, los opositores del estado profundo de los Estados Unidos in toto, apoyamos como un mal menor: y teníamos razón – él era y él todavía ss el mal menor. Además, el partido que más ha perdido es la parte del estado profundo que apoya a Trump , y aun tienen suficiente poder (10, 30 o 45 por ciento – eso no importa) para reagruparse y luchar. Y si / cuando luchen,  tenemos que darles nuestro apoyo simplemente porque eso es lo moral y pragmático que hay que hacer. En este momento, Trump se parece a Yanukovich, cierto. Pero creo que él es también una persona mucho más inteligente y mucho más honorable que Yanukovich. Llámame ingenuo, pero mi intuición es que Trump se preocupa por los Estados Unidos y que quiere hacer lo correcto. Podría estar equivocado, por supuesto. Pero al menos hasta ahora no veo los signos claros de la putrefacción total y la corrupción que Yanukovich tiene en toda su cara. Además, Trump parece estar aprendiendo. Eso es muy importante. En su última conferencia de prensa Trump finalmente  mostró algunas agallas reales y contraatacó a los medios de comunicación, muy efectivamente diría yo. ¿Y recuerda lo rápido que Trump aprendió de su primera derrota en el debate contra Hillary? Trump puede ser un aprendiz rápido y si ese es realmente el caso, entonces él podría aprender algunas lecciones más útiles de toda la debacle de Flynn.

Todavía se permiten las esperanzas 🙂

Así que las esperanzas todavía están permitidas. No las expectativas – son siempre malas. Pero sí esperanzas razonables, compatibles con la realidad. Como todos los humanos, los políticos cambian. Si los neoconservadores no consiguen impugnarle, Trump podría terminar dándoles patadas, por así decirlo. Y si lo acusan, debilitarán aún más el Imperio. Así que, en general, diría que aunque tuvimos una semana muy mala todavía estamos en buena forma.

El Saker

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