MH-17, Un Año Después

Fuente: http://www.unz.com/tsaker/flight-mh-17-one-year-later/

Ha pasado más de un año desde que el vuelo MH-17 de Malasia Airways fue derribado por alguien, pero aún no sabemos la verdad y en Internet circulan todo tipo de hipótesis. En Occidente, el Emperador Barak I decretó un día después del derribo que la parte responsable de esta atrocidad era, por supuesto, los Novorrusos. Esto es tan predecible como irrelevante ya que no ha sido presentada ni una mínima evidencia por alguien en Occidente. Por otro lado, los rusos suministraron un montón de pruebas, pero todas fueron descartadas de inmediato, sin más ni más. Del mismo modo, esto es tan predecible como irrelevante. El hecho innegable es que la narrativa occidental sobre Ucrania exige absolutamente que, o los rusos o los novorrusos derribaron el MH-17. Cualquier otra versión es completamente inaceptable y por lo tanto nunca será considerada, mucho menos aceptada, por los políticos occidentales y sus medios de comunicación corporativos.

Pero para el resto del mundo sigue abierta la pregunta: ¿quién derribó el MH-17 y cómo?

La primera cosa que sabemos es que los controladores aéreos ucranianos dirigieron el MH-17 para que volara directamente sobre la zona de combate y redujera su altitud. También sabemos que es un hecho que había por lo menos una aeronave ucraniana en las cercanías del MH-17 ese día. Esto fue confirmado tanto por las señales de radar rusas como por varios testigos locales que vieron al menos uno, posiblemente dos, aviones SU-25 en el aire ese día. Por último, también sabemos que las unidades de defensa aérea de Ucrania estaban presentes en la zona ese día y que sus radares estaban activos. Lo que nadie vio ese día fue la gran y muy visible columna de humo que hubiera acompañado a cualquier lanzamiento de misiles de gran tamaño, ni nadie escuchó nada especial. Al parecer, no hubo lanzamiento de misil, y sin embargo, los radares ucranianos estaban activos. ¿Porqué?

Creo que el MH-17 fue derribado por un SU-25 ucraniano. Los críticos de esta teoría han señalado que el SU-25 es un “avión de apoyo aéreo cercano”, diseñado para volar a muy baja altitud y para atacar columnas de blindados, que nunca fue diseñado para volar muy rápido o muy alto, y que el SU-25 no tiene un radar o misiles aire-aire. Por último, la cabina del SU-25 no está presurizada lo que significa que el piloto no puede volar a más de 7.000 metros de altitud. Todo esto es muy cierto. Pero también falla en algo.

En primer lugar, si bien es cierto que la cabina del SU-25 no está presurizada, todo lo que un piloto tiene que hacer es utilizar una máscara que le proporcione oxígeno. La propia aeronave puede volar fácilmente muy por encima del límite de los 7.000 metros. Es cierto que la velocidad de la aeronave es inadecuada para interceptar un jet civil de gran tamaño volando a velocidad de crucero. Los motores del SU-25 nunca fueron diseñados para volar alto y aunque pueden hacer que la aeronave sobrepase los 7.000 metros, no pueden desarrollar la suficiente velocidad en esta atmósfera enrarecida. Pero lo que el SU-25 puede hacer es llevar un misil guiado por infrarrojos R-60. No sólo porque tal misil no requiere un radar de acoplamiento, sino porque su velocidad es mayor a 3.000 kilómetros por hora, mucho más rápido que cualquier avión civil. El problema con el misil, sin embargo, es que su rango de alcance es corto, alrededor de 8.000 metros.

El SU-25 no tiene un radar capaz de detectar aviones civiles y guiarlo hacia ellos. Pero la batería de radares de los misiles Buk definitivamente si. Ya que el curso del MH-17 se conocía con suficiente antelación, todos lo que los ucranianos tenían que hacer era mantener uno o dos SU-25 merodeando a baja altitud bajo el corredor aéreo que el MH-17 iba a tomar y esperar a que los operadores del Buk guiaran al SU-25 mejor posicionado hacia el avión en el momento apropiado. Todo lo que el piloto tendría que hacer cuando le dieran la señal era subir bruscamente hacia el MH-17 y entrar en el rango de alcance del misil (en este caso, a menos de 8 kilómetros del MH-17) y luego disparar su misil R-60. En ese momento, el misil podría guiarse hacia la gran fuente de calor de la aeronave – uno de los motores.

El R-60 es más bien un misil pequeño y nunca sería capaz de destruir un avión grande como el Boeing 777 de Malasia Airways. Sin embargo, el R-60 es más que capaz de destruir uno de los motores del Boeing. En este punto, el avión perdería velocidad rápidamente y daría un giro brusco, mientras que los pilotos tratasen de averiguar lo que pasó, apagaran el motor en llamas y compensasen el incremento de resistencia. Esto es exactamente lo que se observó en los radares, por cierto. La rápida pérdida de velocidad y altitud convertiría al Boeing en una presa fácil para el SU-25 que tiene a bordo un cañón de gran alcance con el que lo atraparía fácilmente y terminaría el ataque con una ráfaga de fuego del cañón de 30 mm. Habiendo acabado a su objetivo, el SU-25 giraría y regresaría a su base. Esto es exactamente lo que vieron los radares rusos.

Uno podría preguntarse por qué los ucranianos usarían un avión de apoyo aéreo cercano como el SU-25 en lugar de un interceptor como el SU-27 o un avión de combate como el MiG-29. Una vez más, la explicación es muy simple: no sólo porque Ucrania tenga muchos más SU-25 que Su-27s o MiG-29s, sino porque estos también serían visibles para cualquier testigo. En contraste, un (o, posiblemente dos) SU-25 asignado con la tarea de destruir el MH-17 sería muy fácil de ocultar en el este de Ucrania y en cualquier aeródromo. Es precisamente debido a la poca probabilidad de que se le asignara esta tarea a un SU-25 lo que lo hace el avión perfecto para ejecutar lo que es un ejemplo clásico de un ataque de bandera falsa.

En cuanto al Buk, es un sistema de misiles tan grande y visible que es imposible de ocultar. Además, de haber disparado tal misil en plena luz del día, el lanzamiento habría sido visto claramente a muchas millas a la redonda. Sin embargo, mientras que todo lo que la batería del Buk estuviera haciendo fuese guiar al SU-25 hacia el MH-17 nadie lo notaría. Nadie, excepto los rusos, la OTAN y los EU, por supuesto.

Como una persona que ha supervisado personalmente el tráfico aéreo militar y civil en Europa, puedo atestiguar el hecho de que varios ejércitos en Europa están constantemente monitoreando todo el espacio aéreo entre el Atlántico y los Urales. Estos países incluyen a los EU y la OTAN. Esto es especialmente cierto para una zona de combate. De hecho, los aviones AWACS de Estados Unidos y Rusia están siempre presentes cuando se produce un conflicto en cualquier lugar cerca de Europa. Ellos han estado monitoreando la guerra en el Golfo Pérsico, la guerra en Bosnia y Croacia, la guerra en Afganistán y muchos otros conflictos. Además de sus AWACS, los estadounidenses y los rusos también usan sus satélites espaciales para monitorear cualquier zona de conflicto. Por supuesto, ninguna de las partes está dispuesta a compartir de forma detallada toda la información que tiene, pero el verdadero problema aquí es político: los EE.UU. no comparten nada en absoluto debido a la necesidad de proteger al régimen en Kiev, mientras que todo lo que los rusos compartan es descartado de inmediato como “propaganda” (que es exactamente lo que sucedió con lo poco que los rusos compartieron).

Añadiría que si hubieran sido los novorrusos los que hubieran derribado el MH-17 los EU fácilmente podría haberlo demostrado como lo hicieron con el KAL007 en 1983. De hecho, en los 20 años que nos separan del derribo del KAL007 las capacidades de inteligencia estadounidenses han mejorado considerablemente, por lo que esperaría que los EU pudieran proporcionar muchos más datos que sólo las señales interceptadas de radio. Y sin embargo, los EU han suministrado exactamente *nada*. Sólo hay una posibilidad lógica para que de modo extraño los EU se niegue a suministrar cualquier tipo de dato: los EU apuntan al bando “equivocado”. En otras palabras, el hecho de que los EU no esté suministrando ningún tipo de data es, en sí mismo, una prueba indirecta de que los ucranianos lo hicieron.

En cuanto a los ucranianos ellos, por supuesto, saben *exactamente* lo que pasó y no tienen necesidad de “investigar” nada. Así que realmente no hay nada que investigar. Los ucranianos lo hicieron y Occidente nunca lo admitirá.

Fin de la historia.

The Saker.

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