por María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia. En sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia
(Nota de los Editores) Lo que sigue son dos extractos, referidos a la situación en Siria y en Venezuela, de la rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, en Moscú, el 31 de enero de 2019.
Situación actual en Siria
La tensión en torno a la zona de distensión de Idlib no se reduce. Los terroristas de Hayat Tahrir al Sham, grupo asociado con el Frente al Nusra, que establecieron un control sobre este área no sólo disparan diariamente contra los poblados próximos sino también están aumentando la concentración de fuerzas cerca de la línea de contacto con las tropas gubernamentales sirias.
Los comunicados de que los terroristas no dejan intentos de escenificar el empleo de armas químicas contra la población civil suscitan una seria preocupación también. Según la información disponible, un grupo de activistas de la conocida organización seudo humanitaria Cascos Blancos alistó en varios hospitales de Idlib un equipo necesario para filmar tales acciones provocativas.
Hemos tomado nota de una publicación odiosa en el periódico The New York Times del pasado 26 de enero en que se destaca que Hayat Tahrir al Sham presuntamente realiza la gestión administrativa en Idlib con los métodos liberales. Uno de los periódicos estadounidenses con mayor circulación presenta a los terroristas como una fuerza constructiva supuestamente capaz de restablecer el orden y reducir el nivel de violencia en esta provincia. Merece la atención el hecho que los autores del artículo no mencionan ataques regulares desde Idlib contra las posiciones de los militares sirios. Durante la rueda informativa anterior, anunciamos estas cifras. Podemos citarlas de nuevo. Tan sólo en los últimos cinco meses se registraron más de 1.000 casos de infracción del régimen de alto el fuego por los terroristas en la zona de distensión de Idlib. Quisiera recordar a los periodistas estadounidenses y su auditorio que Hayat Tahrir al Sham está incluido en la lista de organizaciones terroristas del Consejo de Seguridad de la ONU y EEUU lo reconoce en este estatus también.
Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU exigen que todos los miembros de la comunidad internacional cooperen para aniquilar a los terroristas. Lamentablemente, no se trata todavía de los esfuerzos coordinados en esta dirección, de un amplio frente antiterrorista a que Rusia ha exhortado en reiteradas ocasiones. Mientras, los yihadistas continúan matando a los ciudadanos civiles de Siria. Sólo durante el último mes – desde el 21 de diciembre de 2018 hasta el 21 de enero de 2019 – al menos 10 personas, incluidos dos niños, murieron en los atentados terroristas en varias regiones de Siria y decenas de personas resultaron heridas.
En lo que se refiere a la situación humanitaria en Siria, quisiera centrar la atención en varios aspectos.
Ante todo, son los datos de la ONU que ponen de relieve las tendencias positivas en el ámbito de las Humanidades. Por ejemplo, según esta organización internacional, el acceso de ayuda humanitaria se mejoró considerablemente el año pasado. Según los datos válidos para enero de 2019, aproximadamente un millón de sirios viven en las llamadas áreas de acceso difícil. Este número se redujo casi el triple en comparación con el nivel registrado por la ONU a finales de 2017 (unos 3 millones de personas).
Además, quisiera centrar la atención de nuevo en la situación desastrosa en que se encuentran los habitantes del campamento de desplazados internos de Rukban ubicado en una zona exclusiva de 55 kilómetros en torno a Al Tanf. EEUU que ocupa esta zona de forma arbitraria al desplegar allí su base militar y organizar su apoyo logístico regular está plenamente responsable por la situación gravísima en el campamento. Los estadounidenses no aplican algunos esfuerzos para facilitar el suministro de alimentos y medicamentos a los habitantes de Rukban. Es necesario emprender medidas para realojar a los habitantes del campamento. Hasta que esto no se realice partimos de que la parte estadounidense debe garantizar las condiciones normales para sus habitantes. Exhortamos a Washington a retirar de inmediato sus tropas del área en torno a Al Tanf y entregar el control sobre esta zona al Gobierno de Siria que podría cuidar de sus ciudadanos.
La ONU está organizando actualmente el segundo convoy con la ayuda humanitaria a los habitantes del campamento. Se está coordinando todos los parámetros de esta operación humanitaria con el Gobierno de Siria. Esperamos que los organismos de asuntos humanitarios de la ONU eviten la repetición de los errores cometidos en el proceso de preparación del primer convoy en noviembre de 2018, es decir, garanticen la seguridad, el suministro y la distribución transparente de la carga. Es importante destacar que las posturas rusas de principio en relación con la solución de problemas humanitarios en Rukban no han cambiado.
En vista de una normalización notable de la situación en muchas partes de Siria, aumentó considerablemente el número de refugiados sirios que desean regresar a los lugares de residencia permanente. El flujo principal de los sirios se observa del Líbano y Jordania. En general, unas 120.000 personas regresaron a sus hogares del extranjero a partir de julio de 2018, cuando la parte rusa anunció el inicio de la iniciativa para prestar apoyo a los ciudadanos de Siria para que pudieran regresar a la Patria.
Situación actual en Venezuela
La situación en Venezuela sigue sumamente tensa. Las nuevas acciones de protesta, mucho más modestas, en honor a la verdad, vuelven a evidenciar la renuencia de la oposición de entablar un diálogo, pese a la disposición de las autoridades oficiales a hacerlo.
En vez de ello, desde The New York Times, el actual líder opositor exhorta a derrocar el Gobierno legítimo, incitando a las Fuerzas Armadas de Venezuela a dar un golpe militar. Quisiera precisar que la intriga radica también en que lo hace desde las páginas de un periódico estadounidense. Aquellos que hayan tratado de publicar algún artículo de opinión en este medio estadounidense, saben lo complicado que es hacerlo, pero para la gente útil siempre se encontrará un espacio.
Vemos cómo los patrocinadores occidentales estimulan este rumbo destructivo valiéndose de todos los medios disponibles. Todo viene a indicar que para Washington ya no existen límites: ni interestatales, ni económicos, ni morales.
Lamentablemente, no podemos afirmar que haya desaparecido la amenaza de un conflicto armado de envergadura. Sobre “todas las opciones sobre la mesa”, incluida la directa intervención militar en los asuntos internos de un Estado soberano, evidencia bien a las claras la frase sobre el traslado de 5.000 militares estadounidenses a un Estado lindante con Venezuela que figuró en la libreta de apuntes del consejero para seguridad nacional del Presidente de EEUU, John Bolton, un tema que la prensa le dio una amplia cobertura. A juzgar por la reacción del Gobierno del país mencionado en dicha frase, el asunto ni siquiera se había discutido con él. Hemos leído comentarios hechos por representantes de este, lo cual no puede decirse respecto a los cargos oficiales de EEUU. El que la opinión pública internacional no pueda recibir respuestas a la pregunta directa sobre el destino de estos 5 mil militares que serían trasladados a alguna otra parte o emprenderían ciertas acciones en el territorio del Estado lindante con Venezuela, el que Washington no pueda responder a una pregunta concreta, a mi modo de ver, evidencia que estos años últimos, en EEUU todo se decide no por vía de los procedimientos democráticos sino a través de intrigas palaciegas.
Aplaudimos la firme renuncia de los países regionales a seguir la estela del rumbo militarista de EEUU. Exhortamos a todos nuestros socios en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), sin excepción alguna, a reflexionar de la manera más seria sobre el papel que les depara Washington en los preparativos y el desencadenamiento de las acciones violentas, tal como lo había practicado anteriormente en Irak, Libia, Siria y Ucrania.
¿Qué envergadura alcanzaría la crisis humanitaria y migratoria en caso de que estos designios se hagan realidad? Si la concepción que ahora se impone al mundo acaba de ser aprobada, dentro de dos o tres años ustedes darán cobertura a las conferencias internacionales sobre cómo salvar a Venezuela. Lamentablemente, nuestros pronósticos sobre estos problemas a menudo se cumplen. La comunidad internacional, también utilizando los recursos de la ONU y de otros organismos internacionales, procurará conseguir ayuda de patrocinadores y donantes para reconstruir este Estado y su sistema institucional. Los países regionales preguntarán a todos los actores mundiales: ¿Qué es lo que debemos hacer? ¿Cómo extinguir este incendio? Todo esto se hará realidad, si ahora se aplica otra vez el guión que impone EEUU. Estos años últimos, este guión no ha triunfado en todas partes, ustedes conocen los ejemplos. Si en esta ocasión vuelve a imponerse lo que se ofrece a toda la comunidad internacional como la única opción, las consecuencias no se harán esperar. Vemos que no todos, ni mucho menos, están dispuestos a guiarse sin titubeos por las así llamadas “recetas de arreglo” de la situación en Venezuela que con tanto empeño promueve Washington. Un nutrido grupo de Estados mantiene la firme postura de respeto a la independencia y soberanía estatal, observa rigurosamente el principio de no intromisión en los asuntos internos de este país, abogando por una solución pacífica, el inicio del diálogo entre el Gobierno legítimo y la oposición para prevenir el agravamiento sucesivo de la crisis.
Ha sido ilustrativa en este plano la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU del 26 de enero pasado que significó el fracaso del intento de Washington de convertir el Consejo de Seguridad en una especie de juicio contra el Gobierno legítimo de Nicolás Maduro. Es sintomática en esta relación la postura adoptada por los participantes en la sesión que integran el Movimiento de No Alineación quienes plantearon explícitamente: la intromisión en los asuntos internos de Venezuela es inadmisible.
Otros ejemplos de una actitud equilibrada son la declaración conjunta aprobada el pasado 25 de enero por los jefes de Gobierno de los Estados englobados en la Comunidad del Caribe (Caricom), la declaración del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), del 28 de enero pasado, publicada en la página web oficial de este organismo, la iniciativa conjunta de México y Uruguay referente a la necesidad de entablar un diálogo entre todas las fuerzas del país. Pese a los ultimatums dudosos presentados por algunos países europeos, se vislumbra nítidamente que la Unión Europea rechaza la cacareada doctrina Monroe cuya reanimación la Administración de EEUU viene anunciando últimamente a bombo y platillo. Las fuerzas políticas sensatas se dan perfecta cuenta de que la única salida posible de la crisis pasa por un amplio diálogo nacional en Venezuela. Por nuestra parte, estamos dispuestos a incorporarnos en los esfuerzos mediadores o consultivos con vistas a superar la crisis. Aplaudimos la disposición del Presidente de Venezuela a entablar tal diálogo.
Algunas palabras en relación con un nuevo paquete de sanciones estadounidenses que constituye otro elemento del plan diseñado por la Casa Blanca para provocar golpe de Estado en Venezuela. Las consecuencias de estas sanciones realmente podrían rebasar los marcos de un Estado. Instamos muy enérgicamente a la comunidad mundial y, en especial, a los países de América Latina y el Caribe a analizar las eventuales consecuencias de este paso. No es solamente un gesto que busca intimidar al soberano pueblo venezolano que optó por su propia vía de desarrollo y, como consecuencia, fue sometido a agresiones políticas y económicas desde fuera. He prestado atención a que, hablando de los indicadores internos (económicos, financieros, sociales), siempre se olvida comentar la acción externa sobre este país, mencionar a los que ejercen esta acción. Esto guarda una ligazón directa también con la situación económica interna en el Estado en cuestión. Si el propuesto paquete de sanciones es aprobado, desde luego, conducirá directamente a un desastre, incluido el ecológico, capaz de ocasionar daños irreparables a la vida, al desarrollo de otros países de la región.
Pregunten a expertos qué pasaría, si al instante se cesa el proceso tecnológico de producción de derivados de petróleo. ¿Si es factible hacerlo en principio o no? ¿Qué se debe hacer para llevar a vías de hecho este plan? ¿Cuáles serían las consecuencias? Al cabo de poco, el petróleo que extraído que Washington prohibió comprarle al Gobierno legítimo de Nicolás Maduro, podría comenzar a fluir al mar. ¿Alguien planteó esta pregunta? ¿Tal vez, alguien propuso algunas soluciones tecnológicas? Al promover sus objetivos políticos y ambiciones coyunturales, Washington, lamentablemente, ni siquiera pronostica las consecuencias elementales, comprensibles para una persona más o menos versada en la producción de derivados de petróleo. Todo ello semeja una verdadera subversión de envergadura que abarca no sólo la dimensión política sino que causa un perjuicio geopolítico a las relaciones internacionales y, además, está preñada de directas consecuencias ecológicas para toda una región. Cabe indicar que en el propio EEUU va cobrando mayor fuerza la “voz de la razón”, lo que testimonia The Washington Post al insertar en su página web los planteamientos del congresista demócrata de California, Rohit Khanna, quien afirmó que la actual política de la Casa Blanca hacia Venezuela no es sino un irrespeto hacia la Carta de la ONU. Me doy cuenta de que tales artículos se inspiran también en la situación política interna en EEUU. Pero, ¿tal vez valdría la pena prestar oído a los opositores en este caso?
Exhortamos a todas las fuerzas sensatas tanto en Venezuela como fuera de sus confines a aplicar esfuerzos por encontrar vías conducentes a la distensión de la situación en este país.
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